En Chile se cotiza un 22,3% en forma obligatoria, superando a países como Australia, Hong Kong o EE.UU., en que se cotiza bajo 16% del ingreso. Los países con mayores cobros de este tipo son Italia, Francia y Austria.
Cecilia Arroyo A.
Con una tasa de cotización de 22,3 %, el aporte de empleadores y trabajadores chilenos para cobertura de seguridad social, se sitúa entre los más bajos entre 50 países de Europa, América, Asia y Oceanía analizados
La cifra -que abarca los aportes obligatorios de todo empleado dependiente para pensión, salud y maternidad, desempleo, accidentes del trabajo y asignación familiar- se acerca a la de vecinos como Bolivia o Perú, y otros de la región como El Salvador, y supera a las economías de EE.UU., en que se cotiza 16%, o Hong Kong. En este último país se aporta 10%, lo que lo convierte en el tercero con menor tasa de aportes después de Australia e Indonesia, donde la cotización para seguridad social es de 9%, las más bajas entre este grupo de países. En la contraparte, están Italia, con un 45,3% de cotizaciones, seguido por Austria y Francia, sobre 42%.
En la mayoría de los países, la mayor proporción de las cotizaciones obligatorias se utiliza para financiar pensiones, al igual que en Chile donde 10% del 22%, va al fondo de la AFP. Este fue el pilar de la seguridad social que más cambios sufrió tras la crisis en diversos países del mundo, aunque principalmente por el lado de los beneficios, más que por las cotizaciones. Mientras, en nuestro país, una eventual alza a la tasa de cotización para las AFP es discutida como mecanismo para mejorar las pensiones.
¿Cotizamos suficiente?
Según los expertos, el porcentaje de cotizaciones obligatorias de los chilenos es adecuado pero perfectible. Chile se sitúa entre los países con menor carga sobre los salarios, lo que favorece la creación de empleo y la formalización del trabajo, según Soledad Hormazábal, encargada de Estudios de BBVA. Según la experta, eso también le da espacio para elevar la tasa de cotización para pensión, sin poner el riesgo el equilibrio entre nivel de los aportes y beneficios entregados, «a diferencia de países donde han debido reducir los beneficios ya que no pueden seguir subiendo las tasas de cotización, como ocurre en Francia, Italia, España o Alemania», dice.
Un ejemplo de este equilibrio fue la medida del actual Gobierno, de trasladar parte de la cotización del Seguro de Cesantía a pensiones, luego de detectar que los ahorros de tal cobertura eran excesivos, según Hormazábal. Otra alternativa es la de países como EE.UU., Inglaterra y Australia, donde el pilar voluntario juega un rol importante en el financiamiento de las pensiones, por lo que la tasa de contribución de sus trabajadores es superior a la obligatoria que se reporta. Sin embargo, Hormazábal advierte que esta opción requiere de una alta educación previsional y financiera «que desgraciadamente en Chile aún no tenemos, y muestra de ello es que históricamente sólo 4%-5% de los trabajadores independientes cotizaban, ya que no estaban obligados a hacerlo».
10 %
del ingreso de los chilenos se destina a pago de cotizaciones obligatorias al Fondo de Pensiones en una AFP.
1,26%
se destina al pago del Seguro Invalidez y Sobrevivencia (SIS), con cargo al empleador.
7 %
de los aportes para seguridad social se destina a salud
0,95%
del ingreso se va al pago del Seguro de Accidentes Laborales.
3%
de las cotizaciones mensuales obligatorias pagan el Seguro de Cesantía, en que aportan empleadores (2,4%) y trabajadores (0,6%).
«No cabe duda de que tanto en el caso de las pensiones como en salud existe un espacio muy importante para que los seguros y aportes voluntarios cumplan un rol más relevante del que han jugado hasta la fecha».
AUGUSTO IGLESIAS
SUBSECRETARIO DE PREVISIÓN SOCIAl
«Gracias a nuestra relativamente baja tasa de cotización, es posible elevarla en algunos puntos porcentuales, sin que esto implique que el costo laboral en Chile
llegue a niveles altos».
SOLEDAD HORMAZÁBAL
ENCARGADA DE ESTUDIOS DE BBVA.
Subsecretario de Previsión Social: cifras demuestran solidez financiera del sistema
Para el subsecretario de Previsión Social, Augusto Iglesias, las menores cotizaciones en Chile «revelan la solidez financiera del sistema previsional chileno». Esto porque a diferencia otros países, cuyas elevadas tasas de cotización se explican por sistemas previsionales sin reservas financieras, acá «se logró construir un modelo de seguridad social financieramente sano y que ejerce una presión limitada sobre la planilla de salarios y el presupuesto público», afirma. Incluso, si se considera que parte de la diferencia en tasas de cotización entre Chile y países de mayor nivel de desarrollo, se podría explicar por niveles y condiciones distintas para acceder a los beneficios, «Chile puede ofrecer beneficios similares a los de muchos otros países, pero con tasas de cotización más bajas», dice Iglesias.
Pese a ello, el subsecretario reconoce la demanda por mejoras a las pensiones que paga el sistema obligatorio, las que deben resolverse sin romper el equilibrio financiero del sistema, por lo que «muy probablemente será necesario subir los aportes». ¿Cuánto? Eso es algo que «dependerá de cual sea el nivel de beneficios que el país decida financiar», agrega.