EN los últimos años, Chile se ha convertido en un mercado que atrae a trabajadores y profesionales que llegan desde diversas latitudes. Por otro lado, aunque en general son reticentes a salir del país, algunos chilenos se van a trabajar fuera de sus fronteras llevados por sus empleadores, una empresa con operaciones internacionales o derechamente una multinacional. Y a veces, algunas corporaciones vienen desde afuera en búsqueda de talento chileno.

Uno de esos casos es el de ServiceRocket, una compañía de desarrollo tecnológico de Silicon Valley con oficinas en Palo Alto (California), Sydney (Australia) y Kuala Lumpur (Malasia). El fundador y único socio de la compañía, Rob Castaneda, se decidió por Chile para abrir 30 cupos para jóvenes profesionales en los próximos doce meses, impulsado por una cultura que muestra una “fuerte ética de trabajo y un fuerte sentido de propósito”, y porque “los desarrolladores chilenos de software tienen sólidos conocimientos y saben cómo divertirse”, dice.

ServiceRocket, como buena representante del estilo de Silicon Valley, señala que cualquiera de sus miembros puede hacer su trabajo desde cualquier lugar. “Será su talento el que los colocará en proyectos en los que creen que pueden hacer una diferencia y ser de valor. Así que la ubicación de cada persona donde forja su carrera, en cualquiera de nuestras oficinas, es totalmente anecdótica”, puntualiza Castaneda. Es decir, los chilenos que entren a la compañía podrán trabajar en Santiago, Palo Alto, Sydney o Kuala Lumpur.

“Los miembros de los equipos chilenos tendrán movilidad, y también será importante que viajen entre nuestras oficinas para que puedan empaparse de nuestra cultura”, acota el emprendedor estadounidense.

UNA OFERTA POCO COMUN

Claro que este tipo de ofertas tan globalizadas sale de lo común. María Eugenia Bonfanti, subgerente general de Laborum Selección, aclara que principalmente reciben solicitudes de empresas multinacionales con oficinas en Chile para que busquen profesionales en el país para desempeñarse dentro del mercado local. Sin embargo, agrega que igual se manejó un caso en el cual se encargó a la firma encontrar un ejecutivo chileno para asumir la gerencia de retail de una compañía con operaciones en Panamá. “Ese profesional, a la fecha, continúa trabajando en dicho país”, cuenta Bonfanti.

También ocurre que algunos gerentes toman la determinación de emigrar, pero es una decisión a título personal que no está directamente relacionada con una oferta laboral llegada desde el extranjero. O bien, una fuente de talento chileno dispuesto a emigrar es la que suele gestarse cuando empresas multinacionales implementan programas de trainee a nivel regional, en los cuales forman cuadros para que tomen posiciones en diferentes países.

Otras excepciones se dan atadas a mercados específicos, donde el mercado chileno ha experimentado un gran desarrollo y ofrece talento, sobre todo en la minería, el retail, las telecomunicaciones y el sector financiero. En estos sectores hay proyectos domésticos con proyección global y, por lo tanto, existe capital humano con habilidades globales. Así, por ejemplo, dentro de los perfiles chilenos destacan los geólogos y profesionales ligados al área minera, donde Chile muestra un liderazgo.

“Los países que más solicitan este tipo de profesionales son Australia y Sudáfrica, pero el ejecutivo chileno no es muy bueno para moverse, porque es más conservador , familiar y le cuesta abrirse en sociedades diferentes”, destaca Alvaro Parker, executive manager de Michael Page, quien acota: “Hoy, Chile está teniendo buenas oportunidades laborales y los otros países están al tanto, por lo que no es tanta la oferta que llega de afuera”.

“No es gran flujo”, concuerda Karina Pérez, directora de Operaciones de Robert Half. “Los chilenos no salen mucho”, continúa. “Llevarse a un chileno no es fácil, porque no tiene razones para trasladarse de un país que tiene estabilidad, buenos sueldos y calidad de vida. Por eso depende de que se le ofrezca un paquete que equilibre lo económico con la parte familiar, la comodidad y, en general, que sea una muy buena oportunidad”, comenta.

Como buena excepción, ServiceRocket plantea romper esquemas y hacer crecer hasta 80 su equipo de ingenieros chilenos durante los próximos tres años.