Demanda por materiales refleja un crecimiento inferior al de 2012. Proveedores hablan de ralentización y, en algunos casos, de cambios en los plazos de pago.

UN moderado aterrizaje después de un período de intensa actividad, marcado por un boom de proyectos y de ventas, está viviendo el sector de la construcción. Aunque la industria comenzó a anticipar este fenómeno ya a fines del año pasado, hace un par de meses la tendencia comenzó a hacerse más evidente. A nivel de proveedores y distribuidores de insumos, como revestimientos, acero, ladrillos y otros, ya se siente el menor ritmo, los pedidos se han aplanado y entre los fabricantes se habla de ralentización y, en algunos casos, de un cambio en los plazos de pago.

En el primer semestre, el Indice Mensual de Actividad de la Construcción (Imacon) mostró un crecimiento anual de 4,8%. En junio la expansión del Imacon fue de 5,4% por alzas en el empleo sectorial (8,5%), las ventas de proveedores (4,6%) y la actividad de contratistas generales (85,4%). En el mismo mes, sin embargo, cayeron el despacho de materiales (4,1%) y también los permisos de edificación (8,1%) (ver infografía). La ventas de viviendas en el Gran Santiago, en tanto, descendieron 4,4% en el segundo trimestre, respecto de igual lapso de 2012, según la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). A junio, la comercialización de casas y departamentos disminuyó 0,4% anual en 12 meses.

El gerente de estudios de la CChC, Javier Hurtado, advierte que la base de comparación con 2012 es muy alta -entre otras razones por la fuerte demanda tras la reconstrucción- y que en ese contexto no es correcto hablar de una caída en la actividad. “Sería un despropósito”, dice. “El año pasado estábamos en un peak y se hablaba de una burbuja. Lo lógico es que se tienda a la normalidad”, afirma. A eso se unen otros factores, como la escasez de terrenos, las mayores restricciones a la contratación de créditos hipotecarios, y algunas normativas que están afectando el inicio de obras de infraestructura y de viviendas.

Distintos casos

De 590 edificios en construcción en la Región Metropolitana, cerca de 200 están próximos a terminarse. “Si se observa el escenario global, tenemos más de 500 iniciativas en construcción. Estamos viendo menos iniciación de obras”, sostiene el gerente de estudios de GfK Collect, Javier Varleta. Hurtado coincide. “Hay menos permisos de construcción y la actividad está restringida por escasez de terreno y por las restricciones de algunos municipios para la construcción en altura”, explica.

En la Sociedad Industrial Pizarreño, que fabrica productos para techos y revestimientos, han sentido una caída respecto del año pasado en cuanto a construcciones nuevas. “Las ventas son más de 20% inferiores que las de 2012”, asegura el gerente general de la compañía, Rodrigo Palacios. La firma también vende sus productos a cadenas especializadas en materiales de construcción y a ferreterías. En ese caso, las colocaciones han bajado cerca de 5%, dice.

La cadena Chilemat, por su parte, detectó a partir de abril una menor actividad, situación que ya tenía prevista de antemano y, gracias a eso, no tiene sobrestock. “Estimamos que esto se va a ralentizar más”, advierte el subgerente de la firma, Luis Alberto Araya. En ese escenario, las ventas han crecido a un ritmo menor que en 2012.

El gerente general de la red de ferreterías MTS, Rodrigo Ballesteros, agrega que han visto una actividad más débil desde el tercer trimestre del año pasado, relacionada con una fuerte baja en los permisos de edificación, un menor stock inmobiliario y la caída en las ventas de proveedores y de materiales de construcción. “A partir del primer trimestre de este año han anotado una variación negativa”, precisa el ejecutivo. Las líneas de productos que reflejan el menor ritmo, apunta Araya, corresponden a terminaciones, cerámicas y baños. En el área de construcción se ha reflejado, asimismo, en bajas de precios en productos, como cemento, planchas de yeso y perfiles de acero, complementa el gerente de MTS.

A partir de julio, añade Claudia Herrera, gerente general de la distribuidora Carlos Herrera, se ha visto un cambio. En Copiapó, ejemplifica, había muchos proyectos en edificación, de casas y condominios para trabajadores que iban a desempeñarse en la minería. “Teníamos muchas propuestas con posibilidades de trabajo a largo plazo, pero se pararon”, cuenta. En Santiago, en tanto, si bien hay movimiento, “se ha retraído la forma de pago a los proveedores de parte de las grandes constructoras”, agrega. En el caso de la empresa, los pagos se han extendido de 60 a 90 días y más. Con todo, estiman que cerrarán el año con un alza de 12% en ventas.

La cementera BSA, del grupo Hurtado Vicuña, también ha notado una desaceleración a todo nivel. Mientras en 2012 la industria creció un 10% en despachos de cemento, dice su gerente general, Julio Solar, para este año “estamos proyectando un 1%. La construcción de obras nuevas en los distintos segmentos está más lenta”. Lo anterior se refleja, por ejemplo, en la minería. “Varios proyectos mineros se han parado o desfasado debido al encarecimiento de la energía eléctrica y también por restricciones ambientales. Esto tiene un efecto multiplicador, porque en las ciudades cercanas tenían considerado construir infraestructura para recibir a las familias de los trabajadores”, sostiene.

Monitoreo

En todo caso, en las empresas siguen con tranquilidad el escenario que vive la construcción. Javier Hurtado, de la CChC, cree que la industria está retomando su nivel de tendencia. En la misma línea, Araya, de Chilemat, ve normal un ajuste tras el boom, lo que a su juicio está en línea con lo que vive el país. “Los economistas dicen que viene un período en el cual volveremos a crecer 4,5% o 5%. Pero no vemos que vayamos a caer a tasas de 1% o 2%”, comenta.

Rodrigo Palacios, de Pizarreño, admite que no esperaban “un ajuste tan fuerte”, pero que no están con sobrestock. “Estamos atentos a ver cómo continúan las tendencias. Estos ajustes se dan después de un boom”, indica. Su apuesta es que, dado el déficit habitacional, la construcción debería recuperar pronto sus niveles de actividad.

Según el gerente de estudios de la CChC, el sector vivirá un nuevo impulso cuando se solucionen los problemas que están afectando el inicio de nuevas obras. En el caso de la infraestructura -que es el 75% del sector- menciona la necesidad de “destrabar el tema energético y dar certeza jurídica a los permisos ambientales”. Respecto de las viviendas, dice que se deben revisar los planos reguladores, que limitan el crecimiento de las ciudades, y las decisiones de municipalidades, que restringen la altura de los edificios.