Por falta de acreditación:
Ni los recintos públicos ni los privados han iniciado procesos de certificación, clave para otorgar 24 prestaciones.
Por René Olivares.
El 1 de julio de este año, las regiones del norte del país podrían dejar de atender alguna de las 24 garantías AUGE de mayor complejidad, tales como trasplantes, infartos, cánceres o quemados.
El decreto que regula el plan garantizado de salud obliga a que para esa fecha, todos los prestadores -hospitales y clínicas- que atiendan estos males estén acreditados, como una forma de garantizar la calidad. La exigencia es la única parte de la reforma a la salud iniciada en 2004 que queda por completar.
Y a menos de seis meses de que se cumpla el plazo, la situación se reconoce compleja al interior del Ministerio de Salud. Según el catastro de la autoridad, son 27 los hospitales públicos del país que entregan estos servicios. De ellos, once ya lograron certificar su calidad. Otros diez están en proceso, por lo que se cree que llegarán a la fecha límite con la obligación cumplida.
Pero quedan otros seis recintos cuya situación es más crítica. Según el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, la situación más difícil se vive en la zona norte del país. «Nuestra meta es dejar acreditados 22 ó 23 hospitales de los 27. Va a haber dos o tres hospitales que no estarán acreditados al 1 de julio», reconoce.
Castillo expone que «tenemos visualizado que los que deben acelerar el paso son los hospitales de Iquique y Antofagasta. Esos son los que están más, entre comillas, atrasados».
En caso de no poder atender patologías AUGE en el sector público, Salud deberá acudir al sector privado acreditado en la zona, con el consiguiente aumento de gasto que ello significa.
Sin embargo, la situación es aún más crítica porque, de acuerdo a la información pública de prestadores acreditados, las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Atacama y Coquimbo no tienen ningún recinto asistencial con camas de hospitalización, público o privado, que haya obtenido la acreditación.
Según Castillo, hacia el sur del país «la situación es mejor, los hospitales han ido cumpliendo». En Santiago, hospitales como el Félix Bulnes, San José o Del Salvador -que para algunas enfermedades operan incluso como centros de referencia nacional-, no están acreditados actualmente.