Cifra es casi idéntica a la que se reportaba cuando recibió la administración:
Gobierno saliente califica como positivas las cifras y destaca instalación de un nuevo modelo de gestión.
Por RENÉ OLIVARES.
Febrero de 2010, el mes del quinto terremoto más grande registrado en el planeta que azotó buena parte del país y destruyó parte importante de la red asistencial, terminó con una deuda hospitalaria de $61.505 millones.
El efecto del evento telúrico no se reportaba en esas cifras, pero ponía un desafío a las autoridades entrantes.
Hoy, luego de cuatro años, los hospitales adeudan $62.831 millones, cifra casi idéntica a 2010.
Para las autoridades del Ministerio de Salud, son cifras buenas. No solo porque el impacto del 27-F ya fue superado, sino por el efecto del tipo de cambio, el crecimiento de presupuesto (que hace que la deuda sea un porcentaje menor de los recursos), y por sobre todo, porque dicen que se instaló un modelo de gestión distinto. «Antes, la concepción era que la deuda de los hospitales no tenía solución, y como no tenía, no se preocupaban y esperaban que Hacienda resolviera. Hoy eso cambió, pero costó mucho», dice Juan Andrés Muñoz, jefe de gabinete de la subsecretaría de Redes.
La diferencia, aseguran en Salud, se profundiza en que la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast) redujo su deuda -que en realidad eran pasivos de los hospitales- de $85 mil a $32 mil millones, que los servicios de salud ya no «esconden» las facturas para no sumar pasivos, y que el sistema logró hacerse «más eficiente con medidas de gestión», según Muñoz.
Los hospitales más endeudados son también aquellos que tienen mayor presupuesto, y son los de las zonas norte (San José), oriente (del Salvador) y occidente (San Juan de Dios) de Santiago.