En su Informe de Política Monetaria, el instituto emisor estimó que la inflación que aumentará transitoriamente hacia cifras entre 3,5% y 4%, para volver hacia fin de año a valores más cerca de 3%.

Por Juan Pablo Palacios.

Un crecimiento entre 3% y 4% para la economía chilena en 2014, con una inflación que aumentará transitoriamente hacia cifras entre 3,5% y 4%, para volver hacia fin de año a valores más cerca de 3%, proyectó el Consejo del Banco Central en su Informe de Política Monetaria (Ipom) que presentó este lunes ante la Comisión de Hacienda del Senado.

En el Ipom de diciembre el instituto emisor había previsto un rango de expansión económica de entre 3,75% a 4,75% para este año y una inflación de 2,5%.

El informe dice que en los últimos meses la actividad y la demanda crecieron menos de lo previsto. La actividad creció 4,1% anual en 2013, con una marcada desaceleración en la segunda mitad del año.

Agrega que un factor determinante fue el comportamiento de los sectores distintos de recursos naturales, en particular aquellos ligados a la inversión como construcción, parte del comercio y la industria.

El escenario base del Ipom estima que el crecimiento de la economía a lo largo de 2014 será inferior al observado el año pasado y se ubicará por debajo de su tasa de tendencia, la que el Banco Central sigue estimando en torno a 5%.

El crecimiento proyectado implica una trayectoria ascendente durante el año. Dicha trayectoria considera una estabilización del nivel de inversión, resultado de que convergen varios elementos: el catastro de la Corporació de Bienes de Capital muestra una mayor inversión prevista en obras de ingeniería para la segunda mitad de 2014 y para el bienio 2015-2016; la construcción habitacional tendrá una expansión similar a la del año anterior, toda vez que las existencias continúen en niveles bajos, las ventas de viviendas siguen estables y las condiciones financieras continúan favorables.

Se espera que la ejecución del presupuesto fiscal 2014 será más en línea con los patrones históricos, lo que implicará un aumento en el gasto público respecto de 2013, en particular de la inversión; el crecimiento algo mayor de los socios comerciales y la depreciación del tipo de cambio real también contribuirán al aumento de las exportaciones no mineras, por último, está el efecto del mayor impulso monetario, señala el informe.

El escenario del Ipom señala que la tasa de inversión total se ubicará algo por sobre 23% en valores nominales (algo más de 25% en términos reales), mientras que el ahorro nacional llegará a 19,5%.
Agrega que como ha sido la tónica de los últimos trimestres, el consumo privado tendrá una desaceleración moderada, sustentada por la evolución de los ingresos laborales y una situación de endeudamiento estable.

El déficit proyectado para la cuenta corriente se ubicará en 3,6% del PIB en 2014, valor algo superior al del año pasado, pero inferior al proyectado en diciembre. En ello se conjugan la reducción del precio del cobre esperado para el año, que más que compensa el menor crecimiento previsto de la demanda interna y las importaciones.

En el escenario base el Ipom prevé que la libra de cobre promediará US$3 en 2014 y US$2,85 en 2015.

Respecto de la Tasa de Política Monetaria, el escenario base del Ipom utiliza como supuesto metodológico de trabajo que seguirá una trayectoria comparable con la que se deduce de los precios de los activos financieros vigentes al cierre estadístico de informe.

En cuanto al tipo de cambio real sostiene que como supuesto metodológico se mantendrá en valores similares al actual, toda vez que este se ubica dentro del rango de valores que se estiman coherentes con sus fundamentos de largo plazo.

RIESGOS

En el informe el Banco Central sostiene que el balance de riesgos para la actividad está a la baja y par la inflación está equilibrado.

En el plano externo, el primer riesgo se relaciona con las economías emergentes y en particular, de China. Este último riesgo ha estado presente desde hace varios Ipom y en lo más reciente se ha exacerbado a raíz de las crecientes dudas sobre la fragilidad de su sistema financiero y el aumento generalizado en la percepción de riesgo sobre el mundo emergente.

Un segundo riesgo, dice el Ipom, es que el proceso de recuperación de Estados Unidos tome más fuerza que la prevista. La temporalidad de sus efectos es de distinto signo. En el corto plazo el adelantamiento de la normalización de su impulso monetario podría llevar a condiciones financieras menos favorables para el mundo emergente, induciendo nuevos episodios de volatilidad como los de los últimos trimestres.

El tercer riesgo identificado en el Ipom se refiere a que persiste la compleja situación fiscal y financiera de la Eurozona y se agrega el recrudecimiento de las tensiones geopolíticas en Ucrania, que podría tener efectos sobre los precios de las materias primas, así como sobre la confianza en Europa.

En el plano local el Ipom menciona la posibilida de que por la inercia propia de la inversión su debilidad se prolongue más allá de lo previsto.