Ministerio gastó el año pasado el 16% de su presupuesto en servicios prestados por el sector privado:

Medida, que irá aumentando gradualmente, busca reducir el traspaso de recursos del Estado a este fin, para invertir esos dineros en mejorar la gestión de los centros de salud públicos.

Por NADIA CABELLO y RENÉ OLIVARES.

El Ministerio de Salud decidió limitar a partir de este mes, y progresivamente, la posibilidad que tienen los hospitales de adquirir cupos de cirugía o camas en el sector privado de salud para aquellos usuarios a los que no alcanzan a atender.

Así lo informó la directora de Fonasa, Jeanette Vega, quien explicó que Salud está auditando las compras que han hecho los hospitales por este concepto, para conocer por qué estas aumentaron de $100 mil millones en 2010 a $150 mil millones en 2013.

Con esto, la autoridad da un giro respecto de la política que mantuvo el anterior gobierno, que buscaba resolver los problemas de salud de los usuarios del sector público independientemente de dónde se hiciera.

Vega explica que «en este momento estamos comprando alrededor del 16% del presupuesto (del Ministerio de Salud) al sector privado. Fonasa usa alrededor del 8% o 9% de sus recursos en esto, por lo que estamos aún en régimen -pues por ley no puede gastar más del 10%-, pero la compra desde los servicios de salud ha aumentado significativamente».

Según la nueva administración, esto debe ser corregido para evitar el deterioro del sector, que vive permanentemente en crisis por deudas y por la falta de médicos y medicamentos.

A su juicio, «a través de estas compras descontroladas estamos poniendo los incentivos para que los recursos humanos emigren del sector (público), porque tenemos recursos humanos que tienen salarios más bajos que en el sector privado y este nivel de compras provoca que la gente se vaya» de los hospitales.

Para ejemplificar esta situación, expone el caso de los anestesiólogos, a quienes les conviene más prestar servicios como privados que contratarse en algún hospital, por los montos que el mismo Estado les ofrece si lo hacen en la primera condición. Situación similar ocurre con las cirugías «fuera de horario» que hacen los médicos de hospital, porque con ellas reciben más dinero que operando en su horario de trabajo, dicen en Fonasa.

Ante esta situación, lo que hará el organismo, junto a la Subsecretaría de Redes Asistenciales, es invertir para que los hospitales estén 100% operativos, lo que junto con mejoras en las remuneraciones de los funcionarios del sector, permitiría desincentivar la externalización de las atenciones de salud gradualmente.

La inversión privada

Casi 600 camas sumarán las clínicas de la Región Metropolitana solo este año. Según la gerenta de estudios de Clínicas de Chile, María Eugenia Salazar, esto tiene que ver con la proyección de demanda para los próximos años: «Se percibe una necesidad y en favor de eso se expande», dice.

Y esa demanda, además de hacerse cargo de los mayores requerimientos de los usuarios del sector privado -«que cada vez son mayores», explica la representante del gremio-, tiene que ver también con las necesidades del sistema público. Las dependencias que las clínicas están ampliando coinciden con los nudos más complejos de los hospitales: las unidades de pacientes críticos. «La posibilidad de satisfacer esa demanda (del sector público) que hoy no está satisfecha es un muy buen nicho para los prestadores», reconoce Salazar.

CONVENIO

El año pasado Fonasa licitó la compra de camas al sector privado por $45 mil millones para el período 2013-2016.

Prioridad será tener hospitales «operativos al 100%»
Buena parte del problema estructural que tienen los hospitales (deuda, déficit de médicos, insumos y medicamentos) tiene que ver, según la nueva administración, con que los incentivos que ha usado el Estado han intentado resolver los problemas de salud que no son manejables por los hospitales derivando la atención a las clínicas.

Vega cuenta que «es muy común que un hospital deba recurrir al sector privado porque una cama UCI está fuera de servicio porque se echó a perder un ventilador, o el pabellón no funciona porque tiene malo el aire acondicionado. Esas son inversiones marginales que permitirán hacer más eficiente la red pública». Por eso, asegura, una de las prioridades de Salud es catastrar el estado tanto de camas como de pabellones y equipos en los distintos recintos para tener los recintos de salud «operativos al 100%».

Uso de camas privadas en Fonasa creció 238% entre 2010 y 2013
Un estudio de la Dirección de Presupuestos que el año pasado revisó el funcionamiento del Programa de Compra a Privados (que incluye diálisis, camas, bono AUGE, procedimientos y exámenes) reveló que entre enero de 2010 y marzo de 2013, de las 18.106 derivaciones de pacientes, el 58% se fue a la red privada.

El informe también aseguró que la adquisición de plazas es el ítem que registró una mayor variación porcentual dentro del programa, con un 238,51% de crecimiento. Con esto, también creció su participación en el gasto y si las camas se llevaban el 5,6% del presupuesto de compras a privados en 2010, el año pasado esa cifra alcanzó a 15,6%.

Los pacientes Fonasa también llegan a las clínicas por programas como el Pago Asociado a Diagnóstico (PAD), a través del cual una persona se puede atender en una clínica por un precio previamente conocido. El PAD más usado por los beneficiarios de Fonasa es la atención de partos y precisamente las maternidades de las clínicas se están ampliando.

Si bien Salazar pone al envejecimiento de la población y al mejor momento económico del país como las principales razones para el aumento de demanda hacia las clínicas, reconoce que «hoy los prestadores privados están soportando casi la mitad de lo que demanda el país».