Los agentes corrigieron a la baja por cuarto mes consecutivo la proyección de crecimiento para este año, acotando el rango a entre 3,6% y 3%, mientras que para 2015 bajó a 4,1%. Asimismo, se estima que la inversión crecerá sólo un 0,5% en 2014
Por V. Petersen y O. Bustamante.
Profundizando la tendencia de los últimos meses, la última entrega del Consensus Forecast, correspondiente a abril, reveló una nueva baja en las expectativas de los agentes del mercado doméstico para el crecimiento de la economía en 2014.
Por cuarto mes consecutivo se redujo el promedio de las proyecciones de los economistas para el PIB del presente año y esta vez con un ajuste no menor, al pasar de 3,6% -estimado en marzo- a sólo 3,3%, cifra prácticamente un punto menor de lo que se preveía en el mismo informe de septiembre del año pasado.
Tanto las autoridades como los expertos han reconocido que la desaceleración de la actividad ha sido más fuerte de lo que se esperaba. De hecho, el mismo Banco Central también redujo su rango de proyección en el último IPoM, desde 3,75%/4,75% a 3%/4%. Asimismo, la Encuesta de Expectativas del ente rector ha registrado igualmente una importante corrección en las perspectivas de los economistas para el PIB 2014, pasando de un 5% hace un año, a 3,4% en la entrega de este mes.
Pero también el Consensus Forecast da cuenta de un recorte de la previsión de expansión del PIB para 2015, la que disminuyó de 4,3% a 4,1%.
Dentro de este escenario de deterioro de la economía que manifiesta el informe, destaca el importante ajuste a la baja en el pronóstico de aumento de la inversión para 2014, que de situarse en 2,8% el mes pasado, ahora se anticipa prácticamente nulo, con un avance de apenas 0,5%. Por su parte, el del próximo año se moderó de 5% a 4,4%.
Al respecto, Sebastián Senzacqua, economista de Bice Inversiones, sostiene que “lo que está explicando este ajuste en las expectativas es lo que ha pasado en el corto plazo, donde el primer trimestre de este año sería finalmente bastante contenido, e incluso inferior a lo visto en el último trimestre de 2013, y esto finalmente se traspasó en parte a esta primera mitad del año”.
Añade que con estos antecedentes, “es muy posible que tal como lo ha mencionado el propio Banco Central, la economía necesite un estímulo monetario adicional para apuntalar la actividad, pero eso se evaluará en la coyuntura”.
A su vez, Cristóbal Gamboni, economista de BBVA Research, señala que “lo que estamos viendo con estas cifras tiene que ver con que la inversión se está desacelerando más de lo que estaba previsto”.
De todas formas, explica que “la economía aún puede ir de menos a más, considerando que el cuarto trimestre del año pasado ofrece una baja base de comparación, por lo que es factible un crecimiento más elevado en la última parte del año. Sin embargo, efectivamente vemos una desaceleración fuerte en consumo, y una inversión cayendo en el presente ejercicio”.
Con todo, existe un escenario de riesgo, en el cual las expectativas incluso podrían seguir cayendo, y está relacionado, a juicio de Gamboni, principalmente con lo que ocurra con China. “Si se materializan algunos temores que afectan su crecimiento meta de 7,5%, terminaría por impactar las exportaciones y el precio del cobre”, indica.
Respecto a otras variables estimadas en el reporte, se prevé que el consumo privado crecerá 3,8% este año, 0,4 puntos porcentuales menos que en el sondeo anterior.
En tanto, las proyecciones para la inflación a fin de año subieron de la meta del Banco Central, pasando del 3,1% estimado en marzo, a 3,4% en abril.
De todas formas, las expectativas inflacionarias a largo plazo se mantienen ancladas en 3%, de acuerdo a las proyecciones para 2015.
El informe detalla que durante el último mes el Banco Central ajustó sus estimaciones para el crecimiento de la actividad, y que la Presidenta Michelle Bachelet envió el proyecto reforma tributaria, iniciativa que, según el documento, ha recibido críticas por las preocupaciones que existen dado el efecto que tendría el aumento impositivo sobre la inversión y el crecimiento a largo plazo.