Valora que ministra del trabajo asista al acto del 1º de mayo, pero pone el foco en reformas de fondo.

Por Por Víctor Hugo Moreno
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Pese a que desde el gobierno confirman la asistencia de la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, al acto de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de este jueves, aún desde la multisindical no confirman su presencia. En la central afirman que no han cursado invitaciones, pero que se valoraría el gesto de la secretaria de Estado de participar del evento, cuestión que no ocurría con una autoridad de gobierno desde la época en que era ministro Osvaldo Andrade, en la primera administración de Michelle Bachelet. Sin embargo, para la Presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa (PC), más allá de este hecho, lo importante será consolidar lo que algunos desde el oficialismo llaman el “cuarto eje de gobierno”: las reformas laborales.

¿Qué señal ve ante la presencia de la ministra del trabajo en el acto del 1º de mayo?
-La mejor señal es que avancemos en las reformas laborales, todo lo demás es complementario. Son relaciones que permiten ir superando las desconfianzas naturales que tenía el mundo social con los actores de la institucionalidad. Pero, sin duda, que lo sustantivo va a ser cuando se empiecen a analizar las reformas laborales profundas. No tenemos claro si va a asistir la ministra o no. Lo que si hemos señalado es que estamos convocando a un 1 de mayo con un sello distinto, que no tiene que ver con el gobierno solamente, sino que principalmente con este incipiente nuevo ciclo que está teniendo el país.

¿Cómo ha sido la relación con el actual gobierno? 
-Nosotros hemos visto una relación muy fluida, una disposición. Hay una coherencia entre el discurso del gobierno, y no sólo en la formalidad de escucharnos, sino que efectivamente en incorporarnos en el debate de las políticas públicas.

¿Qué diferencia hay con la anterior administración, desde el punto de vista de las relaciones? 
-Hay una diferencia sustantiva. Con el gobierno anterior, los actores sociales estaban vetados. Había una suerte de soberbia respecto de cómo enfrentar los debates y las políticas públicas donde no había espacio para nadie. Era lógico pensar que el gobierno no se entendiera con la CUT, pero tampoco había espacio para los empresarios.

Las indicaciones al Multirut y la comisión para reformar el sistema de pensiones, ¿son buenas señales? 
-Esperamos que en el debate de la indicación sustitutiva del Multirut, se avance. Ésta es solo una indicación. Acá no se va a resolver el nuevo Código del Trabajo, ni el fin del reemplazo en la huelga. Es una indicación que tiene un gran valor que obliga al empleador a relacionarse con los trabajadores, según éstos lo definan. Lo de la comisión también es una buena señal para mejorar el sistema de pensiones.

¿Cuál es el gran tema que queda en deuda? 
-Esperamos que una vez cerrado el debate de los 100 primeros días y las 56 medidas, podamos iniciar pronto una discusión de las reformas laborales. En la última década no hemos tenido reformas laborales sustantivas, excepto la ley del subcontrato, que con todo ha sido beneficiosa, pero en muchos casos se prestó para subterfugios para precariedad laboral.