El empresario y ex presidente de AFP Habitat, no se arrepiente de sus recientes denuncias y muy por el contrario, plantea que toda la opinión pública debe condenar hechos como los ocurridos en meses recientes.

Pese a los coletazos que tuvieron sus enfáticas palabras para condenar las malas prácticas empresariales, el ex presidente de AFP Habitat y empresario de la construcción, José Antonio Guzmán, reafirmó sus dichos y dijo haber recibido diversos apoyos. Asimismo, se mostró muy preocupado por el tono que está teniendo la discusión de la reforma tributaria y por los efectos que puede tener en el desarrollo del país.

—El presidente de la Cámara de la Construcción llamó a terminar con malas prácticas empresariales, lo que usted también manifestó hace unos días. Sin embargo, algunos empresarios discreparon de sus palabras. ¿Cómo ve esta reacción?

—En estas materias uno sólo tiene que quedar tranquilo con su conciencia, y no con algunos empresarios que puede que no estén de acuerdo con lo que expresé. De hecho, he recibido muchísimo respaldo, y sostengo absolutamente lo que dije en el sentido que los abusos de unos pocos empresarios están causando un serio perjuicio al modelo económico, y por tanto dañando el desarrollo del país.
Y por ello tienen que enmendar ese comportamiento para que realmente se consolide el sistema, y la confianza del país en el modelo económico que se está aplicando.

—¿Cree que los gremios son los primeros llamados a denunciar y sancionar la malas prácticas que usted mencionó?.

—Pienso que los gremios no tienen que ser los primeros, pero si tienen que ser claros en este sentido, y por ello condenar este tipo de actos cuando ocurren. También tiene que haber una condena por parte de la opinión pública, es decir tiene ser una sanción mucho más amplia que la de los gremios.

—¿Usted cree que a raíz de la reforma tributaria algunos empresarios de la construcción estén congelando o reevaluando proyectos de inversión?. ¿O todo está igual?

—No creo que esté todo igual. Lo que percibo es un compás de atención sobre algunos de los proyectos que se están desarrollando en el sector construcción. Evidentemente no está todo paralizado, ni mucho menos, pero si hay preocupación y una merma en la consideración de nuevos proyectos en tanto no se aclare la reforma tributaria.

EFECTO PRECIOS

—Algunos empresarios de la construcción afirman que la reforma se traspasará integra a precios para los consumidores. ¿Usted cómo lo ve?

—En el largo plazo es inevitable que gran parte de las medidas tributarias terminen traspasándose. Sin embargo, es posible que producto de elasticidad de la demanda en algunas ocasiones se demore el traspaso, pero al final se traspasará todo.

—¿Y qué sectores de la población serían los más afectados?

—En nuestra empresa tenemos la percepción que los más afectados serán los sectores medios de la población. A ellos impactarán con mayor fuerza estos cambios tributarios, pues se afectarán los valores de las viviendas o bien se impactarán las características de ellas.

—Algunos políticos y empresarios han manifestado que sería más conveniente eliminar de la reforma los impuestos específicos, pero compensarlo con una mayor alza al impuesto de primera categoría. ¿Cómo evalúa está propuesta?

—No comparto los planteamientos de la reforma original, pero tampoco estoy de acuerdo con las ideas que establecen subir aún más los impuestos. Son iniciativas más bien aisladas, y que están ausentes de un debate más profundo entre los distintos sectores para que sin desconocer la legitimidad de incrementar la captación de recursos tributarios, no se afecte la capacidad de desarrollo del país.

AMBIENTE CERRADO

—¿Y usted que propondría para zanjar estas disputas?

—Mire ya no estoy en el rol de proponer cosas, ahora sólo soy un observador.

—¿Pero cómo ve la discusión que se está desarrollando?

—Cada día veo que se abren más flancos de discusión, y a la vez más dudas sobre los efectos que va a tener la reforma tributaria. Y por eso aspiro que se establezca un marco de diálogo más amplio del que se ha dado, menos dogmático, menos ideologizado, y que busquemos formas de obtener los recursos que quiere el Gobierno, pero sin amenazar el desarrollo que viene teniendo el país, y sin arriesgar todo lo que hemos avanzado. Tampoco hay que crear un ambiente de polarización que es muy negativo.

—¿Le preocupa el ambiente que se está generando en torno a la reforma?

—Hay un ambiente de alta preocupación, el que incluso comenzó a reflejarse internacionalmente. Además, preocupa el ambiente cerrado a conversar técnicamente temas que son tan delicados, y tan impactantes como es el tributario. Y por eso espero que haya una rectificación en esa materia, y finalmente podamos sentarnos a conversar para no perturbar el desarrollo del país.