¿La mejor etapa para innovar?
Aunque no hay una regla escrita, estudios y cifras muestran que las personas de ese grupo etario tienden a tener mayor éxito en sus proyectos. En Chile, por ejemplo, el promedio de edad de Asech es de 37 años.
Por Pablo Tirado.
Mark Zuckerberg tenía 20 años cuando creó Facebook, la red social que cambió la forma en la que el mundo se comunica y que, de paso, lo convirtió en millonario. La misma edad tenía Sean Parker, cuando se popularizó Napster, el servicio de descarga de música que firmó la sentencia de muerte de la industria musical.
Aunque no hay una regla, sí existe una sensación generalizada de que el emprendimiento es una cosa más bien de jóvenes. Sin embargo, las cifras muestran una realidad distinta. Según un estudio de la Kauffman Foundation de EE.UU., de todos los emprendimientos que se crearon el año pasado en ese país, el mayor porcentaje (cerca de un 30%) fueron liderados por personas de entre 30 y 39 años, seguidos por los que se encuentran en el rango que va entre los 40 y los 49 años. En contraste, los emprendedores de entre 18 y 29 años (que llegaron al 15% de creación de nuevos emprendimientos) fueron incluso superados por aquellos que tenían entre 50 y 59 años, según el estudio.
Así, la Kauffman Foundation logró determinar que la edad promedio para lograr una startup exitosa son los 40 años, especialmente si se trata de industrias de alto crecimiento como la biotecnología o el negocio del software . Al parecer la experiencia juega un rol esencial y para hacerse una idea, las cifras muestran que de los emprendedores que el año pasado iniciaron sus propias compañías, el 42% tenía 10 o más años de experiencia en la industria.
La realidad estadounidense no parece ser tan distinta de lo que ocurre en Chile, donde si bien no hay estudios específicos, sí hay cifras a considerar. Por ejemplo, en la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), cuentan que la edad promedio de sus asociados es de 37 años.
El presidente de la organización, Juan Pablo Swett, dice que en Chile el emprendimiento se está dando con un leve desfase que inclina la curva hacia edades más maduras, pero añade que le hace sentido que el peak en EE.UU. se alcance entre los 30 y 40 años. «A esa edad uno está mucho más receptivo en términos de acoger nuevas tecnologías, cambios. Si lo llevamos, por ejemplo a la situación de hoy en donde todos los días salen tecnologías nuevas y claramente hay una notoriedad importante de la generación de los 30 y los 40 versus la posterior».
Una voz más que autorizada en la materia es Alfredo Zolezzi, quien desarrolló el Plasma Water Sanitation System (PWSS), un sistema que permite purificar el agua contaminada. Con 55 años y decenas de premios, cree que todos los análisis deben mirarse con la perspectiva del tiempo. «En mi caso, el ir cumpliendo años me ha ido ayudando, porque he ido ganando experiencia, pero claro yo puedo ser una excepción», dice y agrega que «cuando se habla de estadísticas en innovación, se tiende a bajar la edad, muy influenciado por los videojuegos y las aplicaciones y todo lo que viene del mundo digital. Obviamente que los nativos digitales son los llamados a producir una cantidad importante de esas innovaciones. Si pudiésemos corregir las cifras y las centráramos en una innovación más dura, nos encontraríamos con más sorpresas y aparecería gente con aún más recorrido», agrega.
Jóvenes al debe
El mito de los jóvenes emprendedores también se ha ido desmoronando, por ejemplo, con un estudio de American Express que se aplicó en Estados Unidos y que mostró que hoy son cada vez más los jóvenes que están reconsiderando la opción de emprender.
Factores como las deudas de los créditos universitarios o la poco atractiva opción de vivir en la casa de la familia mientras se comienza un negocio se cuentan entre las razones que están alejando a las generaciones más jóvenes de lanzarse con sus propios emprendimientos. En contraste, las generaciones de mayor edad se muestran más dispuestas a invertir en nuevos proyectos.