Empresarios valoraron comisión tripartita, pero pidieron consensuar reforma laboral antes de despacharla al Congreso.
Por Juan Pablo Palacios.
El reajuste del salario mínimo es un debate que la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) ha tratado de mirar con distancia, desde que en 1993, cuando eran ministros de Hacienda, Alejandro Foxley, y de Trabajo, René Cortázar, abandonaron la mesa tripartita con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) -presidida entonces por Manuel Bustos- por no compartir el criterio con que se fijó ese año el aumento del ingreso básico.
Sin embargo, el acuerdo suscrito el martes por el gobierno y la multisindical volvió a poner el foco del empresariado sobre esa discusión. Esto, porque el protocolo de este año, además de considerar dos incrementos intermedios antes de alcanzar los $ 250 mil en enero de 2016, comprometió la presentación del proyecto de reforma laboral en el último trimestre del año, preferentemente en octubre, y la creación de una comisión asesora tripartita del mercado del trabajo, que según reconoció el Ejecutivo incluirá a representantes del sector privado, entre ellos de la CPC.
Un personero vinculado a la multigremial dijo que el pacto laboral entre Hacienda y la CUT es “de amplio alcance”, por lo cual será analizado el próximo martes en el comité ejecutivo que reúne a los presidente de las seis ramas, más el timonel de la entidad Andrés Santa Cruz.
En cuanto al reajuste plurianual, el titular de la Cámara Nacional de Comercio, Ricardo Mewes, criticó la falta de parámetros técnicos. “Aquí tienen que haber mecanismos que den cuenta de la productividad de las empresas, porque sin entrar a cuestionar las cifras, en el caso nuestro hay sectores PYME de turismo y servicios que les cuesta mucho llegar a los montos que acordaron el gobierno y la CUT”. Por eso, agregó Mewes, “hemos planteado que en la ecuación siempre esté presente la realidad del país, marcada hoy por la desaceleración”.
El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo, fue más allá y señaló que el pacto del gobierno con la CUT impidió cualquier tipo de ajuste en el Congreso. “Me habría gustado que ese debate se hiciera primero en el Parlamento, creo que se devalúa el Congreso cuando se manda un proyecto de ley cerrado, en un paquete, con acuerdos cupulares. Esta fue una forma de sustraer temas centrales para el desarrollo país”, dijo el directivo.
Mewes y Crespo valoraron la creación de una comisión tripartita y pidieron al Ejecutivo consensuar los contenidos de la reforma laboral, antes de enviarla al Parlamento, para no reeditar la falta de diálogo que hubo cuando ingresó el proyecto tributario a la Cámara de Diputados.
Cámara aprueba reajuste pese a críticas de UDI y RN
La Cámara de Diputados aprobó ayer en general y en particular el proyecto de ley que establece un incremento escalonado del sueldo mínimo, elevándolo desde los $ 210.000 a $ 225.000 este año; a $ 241.000 en julio de 2015, y $ 250.000 en enero de 2016.
El texto fue aprobado en general por 89 votos a favor y seis abstenciones, mientras que el articulado contó con votaciones variables, siendo la más estrecha la relativa al artículo primero que contempla el reajuste propiamente tal. En este caso, la votación fue de 77 votos a favor, 5 en contra y 14 abstenciones.
Los diputados oficialistas celebraron en general el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el cual permitió la presentación de esta propuesta de reajuste plurianual, y que incluye también el compromiso del gobierno de ingresar a trámite, en la última semana de octubre, un paquete de reformas laborales destinadas a fortalecer el sindicalismo y la negociación colectiva.
También se resaltó la creación de una comisión tripartita destinada a evaluar el mercado laboral y la posibilidad de llegar hacia fines del gobierno a un ingreso mínimo mensual cercano a los $ 300.000.
Los diputados de la oposición destacaron los avances alcanzados en la materia durante el gobierno anterior y sostuvieron que las cifras consideradas en el proyecto están en el límite de lo aceptable, entre el anhelo por mejorar las condiciones salariales de los trabajadores chilenos y la necesidad de resguardar el empleo en el país. De todos modos, cuestionaron que el pacto entre Hacienda y la CUT haya sido aprobado «entre cuatro paredes».
La ministra del Trabajo, Javiera Blanco, desestimó las críticas y aseguró que la idea es generar una economía más robusta y con más empleos de calidad.
El proyecto de reajuste del mínimo será analizado la próxima semana en el Senado.