Expertos advierten que la generalidad del protocolo no permite cuantificar con exactitud el impacto de los cambios, y señalan que podría haber dificultades para alcanzar la meta. Uno de los primeros en alertar sobre este punto fue Claudio Agostini, académico de la U. Adolfo Ibáñez, quien a través de Twitter advirtió: “El acuerdo tributario abre espacios de elusión mayores a los que había, genera ineficiencias grandes y dudo que recaude lo que quieren recaudar”.
“A simple vista, es difícil que se mantenga la recaudación estimada originalmente”, opina Cristóbal Gamboni, de BBVA, tras sostener que las medidas compensatorias contenidas en el protocolo no son de la misma magnitud que las rebajas de impuestos y el nuevo sistema de base percibida. “El impuesto a los cigarrillos, por ejemplo, está más que claro que no está recaudando. Sólo ha caído en el último tiempo, a pesar de que ha habido aumento en tasas. Entonces, hay supuestos, como que la gente seguirá fumando, que no necesariamente se cumplirán”, agrega otro economista.