Crecimiento promedio en actual gobierno de Bachelet sería el 2do. más bajo desde 1990De acuerdo a las estimaciones del LatinFocus Consensus Forecast, la economía chilena crecerá un 4% en el período 2014-2017, cifra por debajo de lo pronosticado por la actual administración en su programa de gobierno.
Por Víctor Petersen.
De la mano de los continuos ajustes a la baja que han venido registrando las expectativas económicas de los agentes privados para el crecimiento de la economía chilena en el presente ejercicio, las proyecciones para el desempeño de la actividad en los próximos años, también han seguido la misma tendencia.
Y es que, lejos de las pretensiones anunciadas por la actual administración en su programa de gobierno presentado el año pasado, donde se apuntaba a un crecimiento del PIB de 4% para 2014, y en torno al 5% en los años 2016 y 2017, las estimaciones actuales de los analistas pronostican niveles bastante inferiores.
En este sentido, de acuerdo al reciente informe del LatinFocus Consensus Forecast correspondiente a julio, la economía nacional registrará un crecimiento promedio de 4% en el actual gobierno de Michelle Bachelet, cifra que sería la segunda más baja para un período presidencial desde la vuelta a la democracia, siendo sólo superada por la primera administración de la actual Presidenta en 2006-2009, cuando afectado por la crisis financiera el PIB creció en promedio apenas 3% (ver cuadro).
Según el reporte del LatinFocus, donde fueron sondeados más de una veintena de entidades económicas privadas, la actividad de Chile se expandirá un 3% este año, y 3,9% el próximo, mientras que para la segunda parte del gobierno el crecimiento económico sería de 4,2% y 4,4% en 2016 y 2017, respectivamente.
En tanto, el informe apunta a que el consumo total bajo la actual administración se ubicará en 4,2% (por debajo del 10,8% del gobierno anterior), mientras que la inversión, en un 3,6%.
Por el lado positivo, en el documento se estima que el gobierno de Bachelet logrará mantener la tasa de desempleo promedio bajo el 7% (6,6%) y una inflación en torno a la meta del Banco Central, en 3,2%.
¿Acostumbrarse?
A juicio de los economistas, los chilenos tendremos que irnos acostumbrando a este nivel de crecimiento más bajo que el de hace algunos años, ya que consideran que el PIB potencial es claramente inferior en la actualidad.
En esa línea, advierten la necesidad de avanzar en reformas estructurales para pretender elevar este indicador y volver a tasas de expansión mayores, que permitan acelerar el aumento del PIB per cápita y por ende llegar al desarrollo.
Francisco Klapp, de Libertad y Desarrollo, asegura que “tenemos que ir acostumbrándonos a un crecimiento más bajo, ya que hay pocas personas que estén pensando que el crecimiento de tendencia de economía sea del 5% como estuvo por mucho tiempo. Tiendo a pensar que ahora estamos más cerca del 4%, lo que tiene varias implicancias, como un PIB per cápita que crece más lento, y que el camino al desarrollo será más largo”.
Asimismo, precisa que un menor crecimiento también tiene una implicancia de política monetaria, ya que bajar la tasa, a su juicio, tiene sentido cuando hay una brecha de producto más grande.
Por su parte, Hermann González, economista de BBVA Research inidca que “comparto y me parece razonable pensar en un 4% de crecimiento del PIB para este período, y poniéndolo en perspectiva, volver a cifras como las que vimos en el período 2010-2013, donde la economía crecía hasta en torno a 5,5%, parece bastante poco probable que se vuelva a repetir, principalmente porque ese fue un período excepcional en términos de la minería del cobre y las implicancias que tuvo ese boom”.
Asimismo, añade que esto se debe a que la capacidad de crecimiento se ha ido agotando, “porque la economía tiene cuellos de botella por el lado de los costos de energía, y por el lado del capital humano, por lo que creo que el PIB potencial está más cerca del 4% y 4,5%”.
Visión similar a la de Patricio Rojas, de Rojas & Asociados, quien sostiene que “si uno estima hoy el PIB potencial de la economía chilena, éste ha bajado respecto a los años anteriores, por lo tanto por supuesto de que la tendencia debería mantenerse en esas cifras”.
Al respecto, destaca que un efecto negativo será que los ingresos estructurales que llegan a la economía serán menores.
Sin embargo, señala que “hay que pensar que el gobierno tiene una agenda de energía y variables que puede modificar para cambiar esta tendencia hacia la última parte de su período”.