MCS, con sede en Suiza, decidió trasladar uno de los cuatro contratos que mantenía con el terminal operado por SAAM, como una forma de diversificar sus puntos de descarga en el país.

Por J.M. Villagrán S.

Las movilizaciones que mantuvieron paralizadas las actividades de varios puertos del país durante 23 días en enero pasado, tuvieron impacto incluso sobre este negocio, y hace unas pocas semanas activó la grúa entre los principales terminales marítimos del país.

Es así que la naviera Mediterranean Shipping Company (MSC) decidió trasladar a Valparaíso uno de los contratos que mantenía con San Antonio Terminal Internacional (STI), que es uno de los terminales de San Antonio y está ligado a SAAM.

“MSC es una naviera importante y su retorno a Valparaíso es una buena noticia”, destacó el gerente general de Puerto de Valparaíso, Harald Jaeger, quien explicó que los factores que preponderantes en la mudanza de la firma con sede en Suiza fueron “la estabilidad operacional de nuestro puerto, en lo que se refiere a paz social; sus altos índices de productividad y su reconocida vanguardia en el desarrollo logístico”.

Con paz social el ejecutivo se refiere al clima laboral en las operaciones, factor que cobró relevancia luego que en abril de 2013 y enero de 2014 los trabajadores portuarios eventuales frenaron por varios días las operaciones de varios terminales, entre ellos, el de San Antonio. Esto no sucedió en Valparaíso, donde la relación con los sindicatos -dicen en la industria- se daría en términos distintos.

“Tal como se nos informó, esta decisión responde exclusivamente a las reiteradas paralizaciones que han afectado al puerto”, dijo STI respecto de la decisión de MSC en un comunicado reciente.

La firma agregó que la pérdida de confiabilidad de San Antonio y no problemas operacionales o una mejor evaluación del otro terminal explica que los clientes estén dejando de operar allí. “Muchos importadores y exportadores están optando en favor de las navieras que actualmente operan en Valparaíso, situación que en el mediano plazo, podría amenazar el liderazgo de San Antonio”, puntualizó STI.

En la industria explican que una reacción habitual es que ante situaciones como la vivida en Chile en el último tiempo, las navieras tiendan a diversificar sus puntos de entrega entre distintos terminales. En este caso el principal punto de consumo del país es atendido por San Antonio y Valparaíso.

El gerente general de la Empresa Portuaria de San Antonio (Epsa), Aldo Signorelli, enfatizó en medios regionales que el servicio trasladado, que corresponde a uno de los cuatro contratos de la naviera con STI, representa el 6% del tráfico de contenedores de San Antonio y en 2013 significó 73 mil TEUS de los 1,2 millón que el terminal transfirió ese año.

Fuentes de la industria dijeron que este convenio involucra un monto anual de unos US$ 4 millones.

La relevancia del operador

La operación de MSC que se mudó a Valparaíso corresponde al servicio desde y hacia Norteamérica. La ruta recorre la costa oeste de Sudamérica, cruza el Canal de Panamá y conecta directamente con los puertos de la costa este de Estados Unidos, como Philadelphia, Charleston y Nueva York.

En Valparaíso dijeron que el contrato firmado con MSC por este servicio “es de largo plazo” y que asocia a las tres mayores compañías del mundo naviero (Maersk, CMA CGM y MSC).

El ejecutivo detalló que el convenio representaría unas 75 mil TEUs anuales, es decir, un 7% de la carga proyectada para este año. El 60% de la carga que saldrá sería fruta, el 15% vinos y el 25% otros productos. En cambio el 50% de la carga que recalará serían productos de retail y de consumo masivo.

Sector critica la pérdida de competitividad que generaría la «Ley Corta de Puertos»

La aprobación de la «Ley Corta de Puertos» por parte de la Cámara de Diputados, iniciativa que ahora se tramita en el Senado, ha sido blanco de críticas por parte de la industria. Si bien la Cámara Marítima y Portuaria de Chile (Camport) valora la entrega por parte del gobierno de la compensación a los trabajadores «como hito político que cierra un conflicto que causó gran daño al país y a su comercio exterior», aclararon que «preocupa que algunas modificaciones que introduce el proyecto de ley se aparten de las normas laborales que rigen en el resto de la economía, afecten negativamente la productividad y sean de dudosa constitucionalidad». Las aprensiones de la Camport tienen relación con el congelamiento de los horarios de los turnos vigentes, que reduce la jornada laboral a 42 horas semanales, y agregan que a esto se suma que no se le permitirá a las empresas portuarias flexibilizar la organización de las faenas durante el horario de descanso de los trabajadores, lo que -advierten- «generará una disminución grave en la productividad». A raíz de lo anterior el Terminal Pacífico del Sur de Valparaíso (TPS) fue más allá y elaboró un video donde explican que esto significará 1,5 horas de menor rendimiento por turno, y 4,5 horas diarias perdidas de un total de 22,5 de trabajo, es decir, un 20% de uso de la infraestructura portuaria perdido. «Son US$ 4.000 millones de inversión botados a la calle», afirman en el video.

STI DUPLICA SU DOTACIÓN CONTRATADA

San Antonio Terminal Internacional (STI), ligado a SSA Marine y a SAAM, está ejecutando medidas concretas para reducir el riesgo asociado a las movilizaciones de trabajadores eventuales. Al primer trimestre la compañía contaba con unos 300 trabajadores como dotación de planta. A ellos se sumaron otros 300 que a fines de junio adhirieron a un plan de contratación que desplegó la empresa con contratos indefinidos que comenzaron el 1 de julio. Cercanos a la operación comentan que el incentivo para trabajar contratados está en la incertidumbre derivada de la ralentización de la actividad económica, que ha reducido la actividad del terminal ubicado en la zona sur de la región, lo que se ha visto intensificado por el traslado de uno de los servicios de MSC al puerto de Valparaíso.