Alta tecnología médica: aparatos son pocos y no más del 20% están en el sistema público
Según un análisis de Mapcity, en la Región Metropolitana las máquinas se concentran en Santiago, Providencia y Las Condes. Ministerio de Salud busca solucionar la brecha masificando el uso de la telerradiología en los hospitales del país.
Equipo de Salud
Hace algunos años era común que pacientes se sometieran a intervenciones quirúrgicas con el fin de comprobar el diagnóstico que el médico sospechaba, pero que no estaba del todo corroborado. Hoy eso es impensable, pues la alta tecnología -como escáneres y resonancias magnéticas- permite tener diagnósticos más certeros antes de entrar al pabellón.
El problema es que su disponibilidad está altamente concentrada en las ciudades más grandes del país y en el sector privado. Según cifras de la Sociedad Chilena de Radiología y del Ministerio de Salud, en el país hay cerca de 120 resonadores magnéticos, de los cuales 14 están en el sector público. Una situación similar ocurre con los escáneres, a pesar de que estos son más masivos: hay 240 equipos a nivel nacional, de los que solo 48 están en hospitales.
La oferta se concentra todavía más en las grandes ciudades. Según un análisis realizado por Mapcity, para conseguir un examen con uno de estos aparatos en la Región Metropolitana se deben buscar en las comunas de Santiago (con 17 máquinas), Providencia (19) y Las Condes (13). De las 52 comunas de la capital, en 22 no hay de estos aparatos.
En el caso de la V Región, estos se hallan en Valparaíso y en Viña del Mar; mientras que en el Biobío, en Concepción y Talcahuano.
«La población está teniendo un problema de acceso enorme. Hay patologías que solo se ven con estos tipos de tecnología necesaria para darle mejores respuestas a la gente, pero si no viven en las capitales, tienen muy pocas alternativas», reconoce el presidente de la Asociación de Radiología, Pablo Soffia.
El último informe de tecnología médica de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) establece que si bien «no hay un estándar respecto del número ideal de escáneres o resonadores magnéticos por población, si son muy pocos, esto puede llevar a un problema de acceso en términos de proximidad o tiempos de espera».
Según el mismo documento, el promedio de los países de la OCDE es de 13,2 resonadores y 23,6 escáneres por millón de habitantes. Para Chile, la organización cifra en 4,1 resonadores y 10,2 escáneres por millón de personas.
Eso explica que si en promedio en los países de la OCDE se realizan 55,4 resonancias magnéticas y 131 escáneres por cada mil pacientes, en el país se hagan 8,5 resonancias y 57,6 escáneres por la misma cantidad de habitantes.
En el Ministerio de Salud reconocen este problema. De hecho, están preparando un plan para cambiar los escáneres que están en mal estado e instalar unidades nuevas en otros recintos (ver recuadro). La jefa de la División de Gestión de Redes Asistenciales, Gisella Alarcón, explica que eso permitirá «mejorar la gestión de camas en los hospitales», ya que, al tener más y mejores unidades de imagenología, los médicos pueden «tomar una decisión más rápida sobre lo que necesita el paciente».
El problema no es sólo la falta de tecnología. Tampoco están los especialistas necesarios para realizar más de estas pruebas y según el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, «hay hospitales nuevos con excelentes equipos, pero ha ocurrido que a veces no hay personal para manejarlos».
Se estima que en el país hay 700 médicos radiólogos y en la última década la formación de estos se ha duplicado, pasando de 25 a 50 egresados cada año. Pero Soffia explica que, así como los aparatos, «los profesionales en su mayoría trabajan en el sector privado y solo el 40% se desempeña en hospitales».
Según el último análisis de brecha de profesionales de Salud, los radiólogos están entre las cinco especialidades que más escasean en el país -detrás de medicina interna, anestesiología, cirugía general y pediatría- y se estima que se requiere contratar 3.700 horas médicas más de estos profesionales.
Hasta ahora, estos problemas se han intentado solucionar a través de la compra de exámenes a privados y con el uso de la telemedicina, en la que un tecnólogo médico puede tomar el examen en un lugar y lo envía a otro centro donde un experto lo interpreta. «Pero esos centros son privados y creo que el Estado debería invertir en tener más este sistema en el sector público», dice Paris.
Para Óscar Arteaga, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, «esta es una muestra más de la inequidad que tenemos en salud. Si sabemos que hay terapias o procedimientos efectivos y necesarios, lo lógico es que se asegure el acceso a estos para todos, sin importar dónde viven».
A su juicio, no sería costo/efectivo ni posible que se instale este tipo de tecnología en todos los rincones del país, «pero se puede trabajar en desarrollar polos tecnológicos y tener sistemas de traslado a cargo del Estado que permitan a los pacientes acceder a ellos».
170 resonadores magnéticos necesitaría Chile de acuerdo con el promedio de los países de la OCDE, pero actualmente hay cerca de 120 y más de la mitad está en la Región Metropolitana.
49 escáneres y resonadores magnéticos suman los aparatos disponibles en Santiago, Providencia y Las Condes. Más de lo que hay en todas las otras regiones del país.
50 médicos especialistas en radiología egresan cada año de las universidades. Esta cifra es el doble de lo que ocurría una década atrás.
US$ 1,5 millones cuesta , en promedio, un resonador magnético. En su mantención se gastan otros US$ 100 mil al año.
El plan ministerial para mejorar la imagenología
«Hace algunos años se inició un plan de imagenología compleja, para instalar resonadores y tomógrafos. A pesar de ello, seguimos con una brecha», dice Gisela Alarcón, jefa de la División de Gestión de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud.
Por ello, Alarcón dice que están preparando un plan para aumentar la imagenología de los hospitales públicos y que se basa en tres ejes:
Reposición: Plan para cambiar los escáneres defectuosos de los hospitales e instalar máquinas nuevas en recintos que antes no las tenían. «Algunos hospitales necesitan un segundo escáner y en otros no necesitan un segundo, pero deben reponer el que tienen», dice Alarcón.
Recursos humanos: Cerrar la brecha de profesionales, potenciando el plan de formación de especialistas y contratando más tecnólogos médicos, para que los aparatos funcionen las 24 horas. «No sacamos nada con tener los equipos si no tenemos los profesionales», explica.
Telerradiología: Aumentar la interpretación de exámenes a distancia, para que los hospitales que no tengan profesionales puedan enviar los tests a centros privados, los que realizan los diagnósticos. Actualmente, Salud tiene convenios con dos empresas, las que han interpretado 163.166 exámenes, y Alarcón dice que están interesados en sumar a médicos del sector público en esta labor.