En el plano del consumo, aludió al término de un ciclo alcista del alto endeudamiento de las familias chilenas.
Por Hugo Traslaviña.
Como una afirmación parcial e injusta calificó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, el argumento de gremios empresariales y políticos de oposición, que atribuyen el frenazo de la economía a las reformas que está impulsando el gobierno.
«Se está cometiendo una injusticia con Chile cuando se responsabiliza de la desaceleración económica a las reformas que ha emprendido este gobierno, particularmente en el ámbito tributario. Esto no es verdad, porque este fenómeno comenzó a observarse no este año ni el anterior, sino mucho antes», dijo Bárcena, durante n la jornada de clausura del Primer Congreso realizado por la Unión Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas (Unapyme), realizada esta semana.
Explicó que de los tres principales motores de la economía, el comercio internacional (exportaciones), el consumo y la inversión, «tenemos dos que se están apagando: el consumo y las exportaciones», afirmó.
Junto con ello, subrayó que la ralentización comenzó varios años atrás. Así, por ejemplo, y al igual como está ocurriendo a varios países de América Latina, dijo que los ingresos por exportaciones han estado cayendo, debido al deterioro de los precios de los productos básicos,especialmente mineros agrícolas.
A su vez, dijo que los precios de los productos básicos han estado cayendo porque el gran comprador, que es China, ha reducido su ritmo de crecimiento, desde tasas por sobre el 10% en las décadas pasadas, a alrededor del 7%, actual.
En el caso de Chile y Perú, dijo que les afecta el menor precio del cobre, lo cual a su vez ha estado empujando a la baja las inversiones en este sector. Sin embargo, aclaró que Perú ha salido menos perjudicado que Chile, porque además es productor y exportador de hidrocarburos (petróleo y gas natural), cuyos precios se han mantenido altos.
Endeudamiento
En el plano del consumo, Bárcena aludió al término de un ciclo de alza, debido al alto endeudamiento de las familias chilenas. «En los últimos años el incremento del consumo no estuvo basado sólo en incrementos de ingresos, sino en el endeudamiento, sea para consumir, como también para enfrentar los altos costos de la educación y la salud».
Por lo tanto, añadió, los síntomas actuales de baja en la demanda interna tienen su raíz en el techo de endeudamiento de las familias y también de las empresas.
Bárcena destacó los esfuerzos que se encuentra realizando el gobierno chileno para enfrentar esta coyuntura, relanzando un plan de productividad, innovación y crecimiento, y elevando al mismo tiempo el gasto fiscal, para responder con una política contracíclica.
«Un buen manejo macroeconómico, partiendo por una baja en la tasa de interés y un incremento en el gasto público, sin duda que ayudarán a contrarrestar la desaceleración», concluyó Alicia Bárcena.
Por otra parte, anunció que Cepal se encuentra propiciando medidas para «vencer la vulnerabilidad externa que aún presentan los países de la región». Entre ellas dijo que se hace necesario diseñar una nueva política industrial, para disminuir la dependencia de las materias primas.