En el marco de un seminario, defendió la propuesta y señaló que ésta “no propone una estatización, ni fin al lucro”.
De manera rotunda, David Debrott, miembro de la comisión presidencial para la reforma al sistema de salud, negó que ésta pretenda poner fin a la participación del sector privado.
En el marco del seminario anual de la Asociación de Clínicas de Chile, el ex economista Senior de la Salud en Bitrán y Asociados defendió la propuesta y señaló que ésta “no propone una estatización, fin al lucro, expropiación, ni fin de la libertad”; tampoco, acabar con el sistema de Isapres, sino que un nuevo marco regulatorio para que éstas operen.
Los cambios
En este contexto, dentro del informe elaborado por la instancia presidencial, más allá de la implementación del plan único de salud, se propone en primer lugar la división de los recursos destinados a licencias médicas de los correspondientes a salud. Además, afirmó que las Isapres y Fonasa dejan de ser juez y parte en el otorgamiento o rechazo de licencias y el pago de subsidios.
“Se propone una institucionalidad nueva donde participen el Estado, trabajadores y empleadores”, dijo.
Otra de las áreas en las que se proponen cambios relevantes es la de los seguros complementarios. En este punto, lo más llamativo es que los prestadores no podrán ofrecer seguros propios de salud.
De acuerdo al ingeniero comercial, esto se debe a que, al permitirse que lo hagan, se “genera incentivos perversos, hay inducción de la demanda, fidelización y cautividad de los clientes”.
A esto se suma que ya la Superintendencia de Valores y Seguros no será la encargada de fiscalizar los seguros complementarios, ya que esa responsabilidad recaerá en la Superintendencia de Salud.
Desde la industria
Sin embargo, la postura de David Debrott fue absolutamente contrastada por los representantes del sector privado, tanto desde las Isapres como desde los prestadores.
De acuerdo a lo señalado por Clínicas de Chile, la reforma limita la libertad de elección de los usuarios del sistema de salud. “Queremos que las personas puedan elegir cómo y dónde resolver sus problemas de salud, sin quedar sometidas al arbitrio que a ese respecto pudiera ejercer un asegurador, sea éste público o privado”, dijo Mario Rivas, presidente de Clínicas de Chile.
Por su parte, desde las Isapres, las críticas a la iniciativa las lideró Gonzalo de la Carrera, presidente de Colmena, quien señaló que esta propuesta no sólo terminará con el sistema de Isapres, sino que también afectará fuertemente a los prestadores de salud.
De acuerdo al ejecutivo, no existe por parte de la comisión presidencial una estimación o cálculo del impacto de la reforma y lo que significará la implementación del fondo mancomunado. A su vez, señaló que de acuerdo a sus cálculos, de los 3,5 millones de personas que están afiliadas a una isapre, más de un tercio deberá migrar a Fonasa, con la nueva estructura.
Al mismo tiempo señaló que basta que el fondo común extraiga sólo $4 de cada $100 de la cotización para que el sector privado de salud colapse.