Primera Encuesta Nacional de Consumo Alimentario:
El problema es más grave en el extremo austral. Salud plantea opción de facilitar llegada de alimentos saludables a esas zonas.
Por René Olivares.
La evidencia de que Chile vive una epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles es palpable desde hace años en cualquier centro de salud, público o privado, que concentran sus atenciones en tratar a personas hipertensas, diabéticas u obesas, y los males derivados de estas.
Sin embargo, sobre el origen del problema había pocos datos. La Encuesta Nacional de Salud de hace cuatro años dio luces de que el sedentarismo y la poca actividad física se erigían como una parte importante del problema. Y ahora, el Ministerio de Salud presentó la primera Encuesta Nacional de Consumo Alimentario, con lo que quedó demostrado que buena parte del problema tiene su partida en la forma en como comen los chilenos.
El estudio, realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, muestra resultados que no estaban en los libros de nadie. Por ejemplo, que buena parte de la población tiene un hábito de consumo de alimentos de hasta siete veces al día. Y si bien eso podría ser considerado bueno, al momento de analizar el aporte energético de esas comidas, queda en evidencia la nutrición por exceso, que finalmente hace que el 95% de la población tenga hábitos de consumo no saludables.
Sur extremo
Y si se analiza por zona geográfica, el extremo sur del país es el que aparece con un desequilibrio mayor en el consumo de alimentos. «Es ahí donde debemos poner el foco de las políticas públicas por ahora», dice el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, quien agrega que dentro de las opciones que se barajan está que el Estado facilite la llegada de frutas y verduras a esas zonas, que no son productoras y que por ello tienen precios más altos. «Vamos a priorizar nuestros esfuerzos en cuanto a campañas comunicacionales hacia el extremo austral. Sabíamos que tienen niveles de obesidad e hipertensión súper altos, pero ahora podemos ver qué es lo que comen que los tiene así de enfermos». Burrows dice que se buscará aunar esfuerzos. «La Ley de Zonas Extremas podría incorporar la facilitación de envío de alimentos saludables a las zonas extremas. Lo vamos a conversar con el subsecretario de Desarrollo Regional», agrega la autoridad.
Por ejemplo, a nivel país ninguno de los cinco grupos de alimentos importantes para una dieta equilibrada supera las porciones recomendadas. La que más se acerca (aparte de la leche en menores de cinco años, que está en alrededor del 70%) es la referida al consumo de frutas, que se cumple en apenas 60%. También llamó la atención de las autoridades el caso del agua. La recomendación sostiene que deben consumirse entre seis y ocho vasos diarios para mantenerse hidratado, pero todos los grupos etarios consultados toman menos del 20%. Resultados similares se muestran entre los lácteos, las leguminosas y el pescado.
Pero además existe un componente económico que queda al descubierto al analizar los hábitos alimentarios, ya que a menor nivel de ingresos, las personas se alimentan más en exceso, y de peor forma. «La diferencia no es tan significativa entre grupos, porque todos comemos mal», dice la jefa del departamento de nutrición del Ministerio de Salud.
Ante aquello, los expertos advierten sobre las consecuencias que esto pueda tener tanto sobre la salud de las personas, como también respecto del gasto futuro que estas conductas pueden acarrear. El director de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Óscar Arteaga, explica que por cada 10% de aumento de mortalidad por enfermedades crónicas, el crecimiento económico del país cae en medio punto. «Estamos hablando de que la salud de las personas tiene un impacto importante sobre las posibilidades de desarrollo del país».