Ex presidente de la multigremial dice que aún existen diferencias con el gobierno en el piso de negociación colectiva y titularidad sindical.
Por Cristina Cáceres Jara.
A pocos días que el gobierno informe el contenido de su agenda laboral, aún existen temas que están provocando diferencias entre el Ejecutivo y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Así, la reunión programada para este viernes será fundamental para lograr consensos en las discrepancias, según el secretario general de la Central, Arturo Martínez.
El ex presidente de la multigremial asegura que los cambios laborales que está impulsando el gobierno tenderán a favorecer a los trabajadores, aunque, a su juicio, quedarán temas sin resolver.
¿Confían en que sus demandas sean incluidas en la reforma?
Algunas tendrán que ser incluidas. Lo importante, es que logramos que el gobierno modificara el enfoque que tenía al principio de los nueve temas que son parte de su agenda, y también provocamos que se pronunciara sobre temas que nosotros hemos planteado.
¿Pero aún existen diferencias con el gobierno en algunas materias?
Todavía tenemos discrepancias en tres o cuatro temas. Además, tenemos que saber qué harán con los puntos que planteamos, sobre todo, el tema de despido, fortalecimiento del sindicato, etcétera.
¿Cuáles son esos temas en los que tienen discrepancias aún?
Tenemos dificultades con el piso de negociación colectiva. Nosotros decimos que la empresa no puede responder por menos de lo que los trabajadores tienen ganado en el contrato colectivo anterior y el gobierno está de acuerdo. Sin embargo, nosotros decimos que debe incluir el IPC, porque es la recuperación de lo perdido y ahí tenemos diferencias.
¿En qué otros puntos no concuerdan con el gobierno?
En la extensión de los beneficios. En la titularidad, el sindicato negocia y los beneficios que logra la empresa no pueden extenderse a trabajadores que no participaron en la negociación. El gobierno está de acuerdo con ello, pero no encuentra el mecanismo para resolverlo, porque dicen que puede ser inconstitucional.
¿Qué perdería la CUT si la agenda laboral no cumple con las expectativas, considerando que en algunas instancias entregó el respaldo incondicional al gobierno?
Ese es un problema serio, porque la CUT se está jugando la credibilidad y su futuro con la reforma laboral. Estos cambios los estábamos esperando hace 25 años y los gobiernos nunca quisieron meterse a fondo en el tema laboral y ésta es la oportunidad (…) La CUT es el reflejo de lo que son los sindicatos y si estos fueran buenos, la Central sería mejor. Ese es el cuadro que tenemos, con una CUT débil que se jugó políticamente para apoyar un gobierno, pensando que las reformas se harán como corresponden.
¿Podría tener un costo para Bárbara Figueroa?
Creo que van a evaluar a toda la directiva, pero la cabeza siempre paga un costo, porque es más visible. Pero confío en que todo va a salir más o menos aceptable. No espero una gran reforma, pero tampoco espero que sea algo que no resuelva los problemas que se han planteado.
¿Qué le parece una posible gradualidad en la implementación?
Le pedimos al ministro de Hacienda, Alberto Arenas, que nos explicara qué estaba hablando cuando manifestó la gradualidad y, la verdad, es que no nos dijo nada.
Estos días el empresariado ha criticado la agenda laboral, diciendo que puede ser peor que la reforma tributaria y que puede afectar al empleo ¿Qué responde a esas críticas?
Creo que este señor de Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, y el presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, encontraron una veta. Me acuerdo que en el campo se contrataban lloronas para los velorios que andaban llorando a cada rato, y creo que les habría ido bien en esa época, porque son muy llorones. Preferiría empresarios que estuvieran dispuestos a discutir contenidos y no los que están augurando desempleo o amenazando con falta de inversión y diciendo que la reforma va a destruir el país.
¿Cómo cree que el gobierno va a compensarlos en esta reforma?
A los empresarios le van a dar la idea que puedan negociar con los sindicatos la adaptabilidad laboral. Hoy, las empresas no pueden llegar y cambiar sus turnos, extender horarios, jornadas especiales. Todo eso tiene que ser autorizado por la Dirección del Trabajo. Entonces seguramente le van a dar la posibilidad que esto se acuerde con los sindicatos. A los empresarios les van a dar sus cositas también, para que el señor de Sofofa no llore tanto.