Cifra equivale a alrededor del 10% de los trabajadores directos en esta industria:

Anglo American y BHP Billiton tienen planes de reestructuración a nivel global, que afectarían operaciones en Chile. También hay yacimientos cuya continuidad está en peligro: Cerro Colorado y Quebrada Blanca. Valeria Ibarra

Un total de 7.800 empleos se perdieron en el último año en el sector minero. Y se estima que en 2015, entre 10 mil y 15 mil trabajadores del sector quedarían cesantes por ajustes en la dotación, el cierre de algunas faenas mineras y reestructuraciones globales, según cifras que manejan las grandes empresas del rubro. Este ciclo de pérdida de puestos de trabajo se explica principalmente por la baja en el precio del cobre, que desde enero de 2013 anota un retroceso en su cotización de 23,9%.

El gerente de estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Álvaro Merino, señala que si uno considera el peak de empleo que se registró en octubre del 2012 y lo compara con noviembre de 2014 (la última cifra oficial disponible), se evidencia que la pérdida de trabajos afectó a 23 mil personas. Según este experto, los números muestran que la industria minera «es una de las actividades económicas donde proporcionalmente se manifiesta con mayor fuerza la baja en la ocupación», ya que «en el trimestre móvil septiembre-noviembre de 2014 respecto de lo que ocurría hace un año atrás, se observa que el empleo a nivel nacional crece un 1,8%, esto es, aumenta en 138 mil trabajadores, no obstante, en la minería cae 4,1%». Ello implica que si se concretan los recortes anunciados, la minería sumaría entre 33 mil y 38 mil puestos de trabajo perdidos desde 2012. Por sí solos, los recortes de este año equivaldrían al 10% de la dotación propia de la industria.

La tendencia, sostiene Gustavo Lagos, director del Centro de Minería de la UC, se acrecentará este año. El investigador plantea que el fenómeno de aumento de la cesantía se inició a fines de 2013 y se manifestó con fuerza en 2014 porque culminaron varios proyectos en el sector, con lo cual se despidió a los trabajadores que hacían esas obras y eran básicamente contratistas o trabajadores tercerizados. En 2014 se finalizó Caserones (Lumina Copper), Sierra Gorda (KGHM) y Ministro Hales (Codelco).

Lo que viene este año, apunta, es distinto. «Son ajustes en las dotaciones para el trabajo minero en sí», aclara, y afectará en una primera etapa a los trabajadores contratistas. El fenómeno afecta a una industria que genera empleos bien remunerados, donde el sueldo imponible es de $1.232.000 al mes, según la Superintendencia de Pensiones, considerando tanto trabajos directos como indirectos. Este ingreso es el doble del promedio del país, que llegó a $599 mil en 2014.

Ajustes en los cuarteles centrales

En la gran minería se habla de entre 10 mil y 15 mil trabajadores menos para 2015 por despidos en faenas mineras o trabajo en plantas procesadoras, principalmente contratistas o cargos redundantes en la organización, así como en el staff profesional de las principales sedes corporativas. En las compañías globales con operación en Chile se prevén cambios en BHP Billiton, Anglo American y Freeport Mc Moran, confirman profesionales de cada una de estas compañías.

Ejecutivos del sector puntualizan que las grandes compañías hacen ajustes pensando en no afectar la producción y por ello las reducciones se harán primero en los headquarters (sedes corporativas).

BHP Billiton está en una reestructuración global que redundará en ajustes en sus tres operaciones en el país, Escondida, Cerro Colorado y Spence, tanto en la dotación propia y contratistas como en el staff corporativo, admiten en la compañía. El presidente del sindicato de Escondida, Patricio Tapia, señala que los trabajadores están en alerta por esta situación, porque «la compañía está haciendo una revisión profunda de sus procesos y de la operación en el país, en la división copper (cobre), pero también en lo global». A eso se podrían sumar despidos por Cerro Colorado si es que esta minera no logra su permiso para operar, que vence este año.

Según ejecutivos de la industria, BHP Billiton evalúa desarticular una oficina corporativa entera: Pampa Norte, que opera en Iquique y tiene a su cargo las operaciones de Cerro Colorado y Spence. Esta oficina ya redujo en 2014 su dotación en 6%.

En AngloAmerican, la firma prevé recortar 60 mil empleos a nivel global en tres años, como parte de una amplia reorganización, anunció su presidente ejecutivo, Mark Cutifani. Anglo reduciría el número de sus empleados directos y contratistas a un total de casi 102 mil en 2017. En 2013 la plantilla sumaba 162 mil. La empresa aclara que más que desvinculaciones, «la gran mayoría corresponde a roles (trabajos) en operaciones que potencialmente serán vendidas en diferentes países o unidades de negocios (minas de platino, carbón y cobre, principalmente)», así como el paso de la etapa de construcción a operación de su proyecto Minas Rio, en Brasil.

En Chile, esta compañía opera Los Bronces, Mantos Blancos, El Soldado, Mantoverde y Chagres. Fuentes sindicales señalan que el plan de reestructuración global se traduciría en cinco mil puestos menos. Pero como Anglo espera vender gran parte de estas operaciones salvo la más importante, que es Los Bronces, la reducción sería a través de estos trabajadores producto de estas ventas, que dejarían de ser de la empresa.

Sin embargo, hoy existe dificultad para materializar la enajenación por las condiciones del mercado, comentan ejecutivos del sector. No hay certeza sobre la estrategia de Anglo en el caso que las ventas de activos en Chile no se concreten. Al respecto, la compañía explicó que «el proceso para una potencial venta de nuestros activos más pequeños sigue avanzando según lo planificado».

En caso de que fructificara la venta de sus operaciones menores, Anglo American Chile reduciría su sede corporativa, que se ubica en Providencia, Santiago, donde hoy trabajan unas 400 personas. «Es muy distinto tener un corporativo para gestionar cinco faenas a gestionar solo una y es por eso que disminuiría la dotación», explican fuentes de la compañía.

En Freeport McMoran señalan que la compañía reduciría su dotación en su casa matriz en Santiago de Chile en un 30% o más, debido a la venta de una de sus operaciones, Candelaria y Ojos del Salado, en 2014. Freeport opera ahora solo El Abra (51%).

Antofagasta Minerals, del grupo Luksic, tiene previsto el cierre de Michilla para fines de 2015. La minera tiene unos 800 trabajadores propios y otros 1.500 trabajadores contratistas, explica el presidente del sindicato de esta minera, Arturo Estay. En cuanto a los trabajadores propios, el presidente del directorio de Antofagasta, Jean Paul Luksic -que tiene un vínculo especial con Michilla, porque allí tuvo su primer trabajo en el sector como ayudante de perforación-, asumió un compromiso para relocalizarlos en otras mineras del grupo, principalmente Antucoya y Centinela.

Eso daría trabajo casi toda la dotación interna, pero aquellos que no puedan ser trasladados, firmaron un acuerdo colectivo para que se les pague 1,4 sueldos por año trabajado en la empresa, informa Antofagasta. Pero los 1.500 trabajadores externos no están contemplados en ningún acuerdo y serían desvinculados, dice el dirigente gremial. Estay agrega que ya se han ido cerrando contratos con terceros y la dotación de Michilla se ha ido reduciendo porque la mina ha bajado su producción. En 2014 la faena produjo 44 mil toneladas, en 2015 la meta es extraer 31.500 toneladas y cerrar el 31 de diciembre.

En el grupo Luksic dicen que buscan vender Michilla para que no clausure la faena, pero admiten que la baja del precio del cobre y el alto costo de esta minera conspiran contra esta idea.

Mineras que pueden cerrar

Silenciosamente, en noviembre de 2013 cerró Mantos de Oro. Esta explotación de Kinross no logró extender sus planes mineros y esto, junto con el decreciente precio del oro, llevó a terminar la empresa y finiquitar a sus 450 trabajadores propios.

Hoy existen dos mineras que trabajan afanosamente en lograr su permiso ambiental, pero no hay seguridad alguna de que lo obtengan. Si no lo obtienen, deben detener las faenas el próximo año, con lo cual iniciarán despidos durante 2015. Se trata de Quebrada Blanca, de Teck, y Cerro Colorado, de BHP Billiton.

En el caso de Quebrada Blanca, esta operación de Teck en Tarapacá fue inaugurada en 1994 y está en proceso de extensión de su vida útil desde 2016 a 2020, con un estudio de impacto ambiental presentado en 2013. Allí trabajan 700 de dotación propia y aproximadamente 950 colaboradores. Hacer el empalme de esta operación demanda US$ 165 millones y su objetivo es llevar a cabo una segunda fase de operación, llamada Quebrada Blanca Fase 2, que demandaría casi US$ 6 mil millones. Ejecutivos de la industria ponen en duda que realmente se vaya a llevar a cabo la fase 2, pues la firma no dispondría de este capital. Por ende, tampoco se justificaría la extensión y el empalme.

Cerro Colorado, de BHP Billiton, está en una situación igual de compleja. La extensión de la operación de este yacimiento desde 2016 a 2023 está en trámite ambiental. La empresa ya respondió la segunda Adenda y es probable que tenga que responder otras reclamaciones. Como debe hacer obras para la continuidad operacional, el plazo fatal para resolver es abril o mayo de 2015. Si la licencia ambiental se demora, cierran la faena, porque deben construir instalaciones a un costo de US$ 467 millones que demoran seis meses a un año en estar listas, dicen en BHP Billiton.

La autorización es compleja por el uso del agua de la zona de Pampa Lagunillas. De hecho, en 2014 el seremi de Medio Ambiente, Juan Carlos Liendo, se negó a aprobar la continuidad, aduciendo el daño a esa zona; BHP Billiton reclamó y el ministro de Medio Ambiente le solicitó la renuncia a Liendo, quien finalmente dimitió. Aún así, persisten dudas en las autoridades y también comunidades y grupos de interés. Cerro Colorado tiene aproximadamente 2.800 trabajadores propios y un número similar de contratistas.

¿Qué ocurre en la pequeña y mediana minería?

La menor cotización del cobre tiene en vilo a las empresas más pequeñas. El gerente de Estudios de Sonami, Álvaro Merino, dice que las compañías mineras de menor tamaño son las primeras en verse afectadas por un menor valor del metal, debido a que sus costos son superiores a los que se observan en las empresas de la mediana y gran minería. Sin embargo, este segmento productivo tiene mayor flexibilidad para ingresar y retirarse del mercado. En cambio para las empresas de mayor tamaño las barreras de salida son mayores.

Algo que protege a las más chicas es el mecanismo de estabilización de precios para la pequeña y mediana minería y que ayuda a que al menos no salgan del mercado tan rápido. Se trata del mecanismo de estabilización de precios que ejecuta Enami y que opera desde 2003. «Este mecanismo opera como un crédito sectorial que se aplica cuando el precio de mercado del cobre es inferior a un valor que se fija de referencia», dice Merino.

«Este mecanismo operó eficientemente entre el año 1998 y el 2003 y posteriormente entre noviembre de 2008 a abril de 2009. En ambos casos, una vez que se recuperó el precio del cobre, este segmento productivo canceló la totalidad del crédito, más los intereses de mercado correspondientes», destaca.

En Chile, según los últimos datos del Servicio Nacional de Geología y Minas (Sernageomin), existen 182 faenas mineras en explotación, la mayor parte de las cuales está entre Arica y Coquimbo, donde se sitúan 132 yacimientos en producción.

En cuanto a empresas, Sonami estima que en la pequeña minería del cobre hay unas 1.000 firmas en actividad, otras 30 de mediana minería y 25 de gran minería.

Compañías que podrían tener ajustes en su dotación
Quebrada Blanca

Esta operación de Teck fue inaugurada en 1994 y produce 56 mil toneladas de cobre fino. Está en proceso de extensión de su vida útil desde 2016 a 2020, para empalmar con una segunda fase.

Tiene en total 700 empleados directos y aproximadamente 950 indirectos.

BHP Billiton

Esta semana la compañía de dividió y formó una nueva empresa: South32. A raíz de esto, el grupo está evaluando todas las operaciones a nivel global, lo que implicaría reducciones de dotación en Chile y otras latitudes. En el país opera Escondida, Spence y Cerro Colorado. Solo en Escondida hay 4.300 trabajadores propios y 11.830 contratistas.

Cerro Colorado

Operada por BHP Billiton, produce 74 mil toneladas de cobre fino al año. Partió en 1994 y su vida útil es hasta enero de 2016. La extensión de operación está en trámite. La empresa ya respondió la segunda Adenda y es probable que tenga que responder otras reclamaciones. Como debe hacer obras para la continuidad operacional, el plazo máximo es abril-mayo de 2015. Si la licencia ambiental se demora, cierran la faena. Tiene 2.800 trabajadores propios y aproximadamente otros 2.800 contratistas.

Anglo American

Su presidente, Mark Cutifani, dijo que recortarán 60 mil empleos en todo el mundo, pasando de 162 mil en 2013 a 102 mil en 2017. En Chile, la compañía opera Los Bronces, Mantos Blancos, El Soldado, Mantoverde y Chagres. Produce 770 mil toneladas aprox. (se suma lo correspondiente al 44% de Collahuasi). Se estima que los recortes en Chile serían de 5.000 trabajadores. Su dotación total es de 14.600 trabajadores, entre propios y contratistas.

Michilla

Fue la primera minera que explotó el grupo Luksic, que entró a la propiedad en 1980. El año pasado se anunció su cierre, que empieza en 2015. Su plantilla asciende a 800 propios y 1.500 contratistas.

Freeport McMoran

En 2014 vendió una de sus mayores operaciones en Chile, Candelaria y Ojos del Salado, al grupo Lundin Mining. Mantiene El Abra (donde Codelco posee el 49%). En ese grupo se prevén reducciones a nivel corporativo, donde se estima que reducirán la dotación en un tercio de la actual o más.

El Abra tiene 1.399 trabajadores propios y 1.359 contratistas.

¿Qué hacen quienes trabajan en una empresa minera y cuánto ganan?
Distribución en las tareas principales del personal propio.

53,7%

son operadores de camiones, palas o equipos fijos. Su sueldo base parte desde $1.200.000 al mes. Puede duplicar su remuneración dependiendo de su capacitación, experiencia y el valor del equipo que operan. Lo más valioso en la faena es la pala, que cuesta US$ 20 millones, y con la que se carga el mineral a los camiones, cuyo costo es de US$ 2 millones. Por ello, un operador de pala o «palero» puede ganar $3 millones al mes o más.

26%

son mantenedores de equipos eléctricos y mecánicos. Sobre $1,2 millones de sueldo base al mes.

11%

de los trabajadores son profesionales: geólogos, ingeniero en extracción, mantenimiento y procesamiento, principalmente. Un recién egresado parte en cerca de $2 millones y de ahí sube según bonos, capacitación y experiencia.

7,1%

son supervisores o jefes de mantención o extracción. En general, mientras más cerca se esté del corazón productivo (ya sea en la mina o la planta de procesamiento), más se gana. Sobre $4 millones de sueldo.

Fuente: Consejo de Competencias Mineras/Elaboración propia