A trabajadores que no son afiliados:

Sin embargo, en el caso del procedimiento automático, recomienda que la decisión se haga tras un análisis tripartito.

Por M. Penaforte y A. Collados.

Uno de los puntos del proyecto de reforma laboral que genera mayor controversia es la prohibición de que el empleador extienda los beneficios obtenidos en las negociaciones colectivas a los trabajadores no sindicalizados. En la iniciativa del Gobierno se establece que será el sindicato el titular y el que podrá decidir si los beneficios pactados en los mencionados procesos son para todos los empleados de una empresa o solo para los que están sindicalizados.

Consultada por «El Mercurio», la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aclaró su posición sobre el tema.

Señaló que en relación con la extensión de beneficios a trabajadores no afiliados al sindicato, el Comité de Libertad Sindical de la OIT ha expresado: «Cuando la extensión del convenio se aplica a los trabajadores no afiliados de las empresas cubiertas por la convención colectiva, dicha situación no plantea en principio problemas de contradicción con los principios de la libertad sindical, en la medida en que ha sido la organización más representativa la que ha negociado en nombre de la totalidad de los trabajadores y no se trata de empresas con una pluralidad de establecimientos».

Agregó que, en definitiva, extender los beneficios a los no sindicalizados, con su consentimiento, no plantea problemas de conformidad con los principios de la libertad sindical y la negociación colectiva.

Con relación al otorgamiento automático de los beneficios, los órganos de control de la OIT señalan que debería realizarse un análisis tripartito previo referido a las consecuencias que producirá sobre el sector al que se extiende. Así, participarían de la decisión trabajadores, empleadores y un representante del gobierno.

Durante su exposición en la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, la CPC afirmó que este punto violaba el derecho de propiedad de las personas al excluir la posibilidad de que el empleador decida cómo se asigna parte importante del patrimonio de su empresa.

Crítica
La CPC criticó este punto del proyecto porque impide que empleador decida cómo se asigna parte del patrimonio de su empresa. Alfonso Swett cuestiona que reforma mejore productividad
Durante la sesión de ayer en la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, presidida por el diputado Tucapel Jiménez (PPD), participó como invitado el empresario Alfonso Swett Opazo, presidente de Forus S.A.

Swett cuestionó los dichos del ministro de Hacienda, Alberto Arenas, en orden a que la reforma laboral persigue mejorar la productividad.

Según Swett, el proyecto no contempla un camino para lograr ese objetivo, y en la práctica se aumentarán las remuneraciones en el corto plazo sin que aumente la productividad, que es una variable crítica en la inversión.

Señaló que si disminuye esta última, a mediano plazo se reduce también el empleo, y las remuneraciones vuelven a bajar, sin que se consiga el bienestar que se persigue.

El empresario invocó la lógica aristotélica para señalar que en un ambiente crispado como el que se vive entre trabajadores y empresarios, debe buscarse la manera de equilibrar el crecimiento con la lucha contra la desigualdad.

Swett considera que para lograr este equilibrio las partes deben abandonar la lógica del conflicto, en pos de alcanzar objetivos comunes.

En concreto, según él, la manera sana de amarrar un aumento de las remuneraciones con una mayor productividad es a través de un adecuado sistema de gratificaciones, de modo que los trabajadores se sientan socios de la empresa.

Swett estimó que la reforma es una oportunidad de alinear los incentivos y hacerse cargo de esa manera de la consecución del bienestar en el largo plazo.

Asimismo, destacó que la productividad laboral también depende de la innovación, materia en la que Chile se encuentra muy por debajo no solo del promedio de los países OCDE, sino también bajo la media latinoamericana.

Agregó que otra dicotomía que debe superarse es aquella tensión entre segregación e inclusión en el marco de los acuerdos de las negociaciones colectivas, manifestándose partidario de la extensión de los beneficios a los trabajadores no sindicalizados.

También lamentó que el proyecto de reforma no contemple mejoras en materia de capacitación, ni en cuanto a la modernización de la Dirección del Trabajo, que con una planta de 402 empleados concentra su fiscalización en 10 mil RUT.

Finalmente, el invitado no se manifestó contrario a eliminar el reemplazo de trabajadores en huelga, pero al mismo tiempo partidario de sancionar las huelgas ilegales, especialmente si son violentas.