Obtuvieron más de $58 mil millones:
Según los recintos, sus utilidades no superaron las de 2013, porque no aplicaron los reajustes de precios que deberían.
Por Equipo de Salud.
Todos los años la Superintendencia de Salud, al menos cada seis meses, da a conocer las utilidades que han obtenido las isapres y que por ley estas deben informar. No ocurre lo mismo con otros actores de la salud privada, pues en el caso de las clínicas la entidad fiscalizadora no puede exigir conocer sus resultados financieros, por lo que estos se mantienen más bien en reserva.
Pero en 2014, los principales prestadores del país obtuvieron utilidades por más $58 mil millones, cifras similares a las logradas por las isapres el último año, con cerca de $60 mil millones. Y eso, sin contar los resultados financieros de grandes recintos que no están obligados a hacer públicos sus balances, como la Clínica Alemana y la Red de Salud UC-Christus.
También hay otra diferencia, porque mientras las isapres vieron un aumento de 56% de sus ganancias entre 2013 y 2014, el grupo de prestadores a cuyos datos tuvo acceso «El Mercurio» anotó una caída de 2,4% en sus utilidades comparando el mismo período. Por ejemplo, en Clínica Las Condes las utilidades bajaron 19%, en Tabancura cayeron 15%, en Dávila 9,3% y la misma situación estaría ocurriendo en Clínica Alemana, según fuentes cercanas al recinto.
Las razones de esa caída, según explicita el gerente general de Clínica Las Condes, Gonzalo Grebe, en la memoria anual de la institución, es «un mayor IPC y mayor deuda en UF respecto al año anterior», además de la expansión del recinto durante el último año, el que implicó un mayor costo operacional.
Es una situación que se replica en otros prestadores y a la que se suman otros factores. «Hay mayores ingresos, que tienen que ver con un mayor volumen de actividades, pero los precios (que cobran las clínicas) no han cambiado mayormente, pese a que los costos de operación suben sobre el IPC», asegura Mario Rivas, presidente de Clínicas de Chile, el gremio de los principales prestadores del país.
Por eso, Rivas sostiene que «el crecimiento de utilidades de las clínicas se está estancando. Todavía se tienen que rentabilizar las nuevas construcciones y no veo que estas puedan seguir creciendo mucho más allá».
Agrega que, además, en 2015 habrá prestadores «complicados, sobre todo en regiones», porque Fonasa reajustó su arancel 3%, por debajo del IPC de 2014, de 4,6%, y «hay muchas instituciones muy orientadas a atender usuarios Fonasa».
Pero para el director de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Óscar Arteaga, ese panorama no es tal, dado que en el país «existe un problema estructural. Los prestadores suben los precios sin tener que rendir cuentas de ello a nadie, y así pueden aumentar sus ganancias. A su vez, las isapres usan el argumento del aumento de costos y suben los precios de sus planes. Al final, las utilidades de isapres y prestadores las financian los usuarios», dice.
Esto, a su juicio, revela un vacío de la regulación, sobre todo cuando «tenemos un mercado donde isapres y clínicas pertenecen a los mismos holding , por lo que no tienen incentivos para hacer control de costos».
De hecho, la mayoría de las isapres está relacionada con un grupo de prestadores (ver infografía) y en algunos casos, estos últimos obtienen mayores ganancias que las aseguradoras.
»Los prestadores suben los precios sin tener que rendir cuentas a nadie, y así pueden aumentar sus ganancias. A su vez, las isapres usan el argumento del aumento de costos y suben los planes. Al final, sus utilidades las financian los usuarios».
ÓSCAR ARTEAGA Dir. Esc. de Salud Pública U. de Chile.
Prevén al menos dos años en que el mercado no crecerá
En 2014, solo en Santiago los recintos privados sumaron casi 600 nuevas camas de hospitalización, con los proyectos de expansión de Clínica Las Condes, Alemana, Tabancura, Indisa, Santa María y la nueva Clínica Universidad de los Andes, dependiente de esa casa de estudios, entre otras. Con ello, hoy el sector privado posee casi siete mil plazas, un cuarto de las que tiene el sistema público. Pero ese crecimiento, estiman en Clínicas de Chile, ahora debería entrar en una etapa de consolidación. Así lo asegura el presidente de la agrupación gremial, Mario Rivas, para quien «las inversiones tienen que madurar. Hoy existe una mayor oferta, tanto en Santiago como en regiones, y el trabajo ahora es que esas instalaciones sean ocupadas por los pacientes». Por eso, «no vemos que haya grandes crecimientos en infraestructura en dos o tres años más». Así como las isapres, los prestadores dicen vivir un momento de incertidumbre por los cambios que se puedan venir en una reforma al sistema de salud privado.