«No todos rechazamos la reforma laboral, caer en ese juego sería entregarle en bandeja a los poderosos de siempre la posibilidad de detener los cambios, que especialmente debe tener esta reforma», dijo Bárbara Figueroa.
Por Diario Financiero online.
En el marco de la conmemoración del Día del Trabajador, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, dejó en claro su apoyo a la reforma laboral, pidió a la presidenta de la República realizar un plebiscito, como mecanismo para cambiar la Constitución, y además fue enfática en criticar al empresariado.
«Si hoy estamos debatiendo una reforma laboral, es precisamente por este camino que han sido estrategias construidas por la Central. No nos ha sido regalado este paso, lo hemos conquistado con un estrategia sindical correcta que va a seguir avanzando», dijo Figueroa.
«Lo hemos demostrado. Es posible avanzar entonces desde los actores sociales en proyectos de ley, escuchando a los actores sociales es posible incidir y no ser sólo agentes que demandan cambios», agregó la dirigente la multisindical.
En este sentido, la presidenta de la CUT, reconoció que el debate por la reforma laboral «ha sido complejo», pero destacó que del proyecto inicial presentado en diciembre se han hecho cambios, donde se han acogido algunas de sus propuestas, pero también se han rechazado otras.
«Seguiremos en este proceso en cada paso y avance del proyecto. Pese a todas la críticas que se pueden señalar, quienes creemos en la urgencia de cambios en este país, no seremos los que cierren la puerta, porque por la vía de criticas extremas terminemos en la vereda de los empresarios, quienes rechazan la reforma por defender sus mezquinos intereses», explicó Figueroa.
«No todos rechazamos la reforma laboral, caer en ese juego sería entregarle en bandeja a los poderosos de siempre la posibilidad de detener los cambios, que especialmente debe tener esta reforma», enfatizó la representante del mundo sindical.
Además, manifestó que no le tienen temor al debate que están enfrentando, ni al debate en el parlamento. «Hemos visto un alto nivel de sintonía que están teniendo los parlamentarios de la Nueva Mayoría con las propuestas de la CUT… pero creemos que no podemos bajar la guardia, porque sabemos las presiones que están ejerciendo los grupos de poder, como es el empresariado, para detener los avances y sabemos que estas presiones serán cada vez mayores», indicó Figueroa.
«Esta reforma va a fortalecer a la pequeña y mediana empresa, aquí digámoslo con claridad, no se escondan detrás de las polleras de la pequeña y mediana empresa los grandes empresarios que hoy las tienen ahogadas, que porque no les pagan a 30 días son los que le hacen el mayor daño a la pequeña y mediana empresa, no es la reforma laboral señores», criticó.
Proyecto Constitucional
La presidenta de la CUT, también admitió que «Chile necesita cambios». En este sentido, respaldó lo presentado el martes por la presidenta Bachelet, sobre el debate de una nueva constitución.
«Queremos que este proceso no sea solo dialogado por todos los actores sociales, llamamos a legislar para que se faculte al presidente de la República a convocar a un plebiscito, que decida el mecanismo por el cual construiremos una nueva carta fundamental para nuestro país», sostuvo Figueroa.
«No le debemos temer al pronunciamiento de la sociedad y menos cuando se trata de construir entre todos las nueva Constitución para Chile», dijo.
En relación a la discusión de la reforma educacional, que se encuentra en el parlamento, Figueroa, precisó que se debe entender «desde un nuevo prisma», es decir, considerando las necesidades educacionales y las del país.
«No solo queremos de gratuita y de calidad en todos los niveles de formación, desde la educación inicial a la superior, también queremos que el sentido del sistema educacional esté estrechamente vinculado al debate sobre el Chile que queremos construir», expresó.
Finalmente, Figueroa explicó que ante la arremetida del mundo empresarial, se están comenzando a organizar una gran movilización nacional, convocada para la primera quincena de julio, «para que nadie detenga los avances que Chile y los trabajadores demandamos».