Empresarios de regiones del extremo sur evalúan positivamente la medida y recintos renuevan sistemas de iluminación:

En enero, el Gobierno decidió no volver a aplicar el horario de invierno. ¿El resultado? Hoy en Santiago está amaneciendo después de las 8 de la mañana, y en el sur, después de las 9.

Por Claudia Ramírez Friderichsen.

Miércoles 27 de mayo, 6:20 horas. Los cielos de Santiago están completamente a oscuras, como si fuera plena noche. Por la calle Las Hualtatas, en Vitacura, caminan los primeros trabajadores de Parque San Damián, el proyecto de siete edificios que construye Moller y Pérez Cotapos.

Aunque el trabajo se inicia una hora y cuarenta minutos después, acostumbran a llegar antes para desayunar y cambiarse de ropa. A las 8 de la mañana en punto hay una charla de seguridad, y diez minutos más tarde se inician las faenas que congregan a más de 800 trabajadores.

Hasta el año pasado estas actividades se hacían a plena luz del día. Hoy, a esa misma hora, todavía no amanece, y en la obra hay varias lámparas halógenas instaladas y funcionando.

A fines de enero, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, anunció que se mantendría en forma indefinida un horario único en Chile continental e insular. Es decir, que ya no se aplicaría el horario de invierno, que implicaba retrasar los relojes una hora a partir de la segunda semana de marzo.

El Gobierno argumentó que esta decisión era la mejor forma de asegurar la calidad de vida y promover el buen uso de la energía. Pero su puesta en marcha ha tenido opiniones divididas, pues si bien hay más luz natural por la tarde, industrias como la fruticultura acusan un golpe a su productividad y otras como la construcción han tenido que variar la rutina de trabajo, como en Parque San Damián.

Guillermo Riquelme (55 años), supervisor de terminaciones de este proyecto, explica que a primera hora de la mañana usan lámparas halógenas en los departamentos, pero que estas no alcanzan a iluminar completamente todos los rincones, por lo que el trabajo diario comienza por las áreas completamente iluminadas, como los baños de los inmuebles.

Scarlet Galleguillos (21 años), encargada de revisar los últimos detalles de los departamentos antes de entregarlos, señala que como a primera hora hay poca luz, hay labores -por ejemplo, verificar que el piso no tenga rayas, que el papel mural no tenga piquetes y que esté bien terminada la pintura- que pospone para el resto de la jornada, cuando hay más luz.

Empresas usan una hora más de luz artificial diariamente

En promedio una hora diaria más de luz artificial están usando las empresas que inician sus actividades cuando aún no ha amanecido, estima Arturo Cares, gerente de prevención de la Asociación Chilena de Seguridad, ACHS.

Felipe Guerrero, gerente de Proyectos Obras Inmobiliarias de Moller y Pérez Cotapos, concuerda con esta estimación, pero dice que el gasto asociado a este mayor consumo de electricidad es marginal, por una razón simple: las lámparas halógenas que hoy se usan con mayor intensidad en la mañana, el año pasado se usaban en la tarde, por lo que el efecto se compensa. Además, en las obras hay maquinarias, como las grúas torre, que consumen mucho más electricidad que las lámparas halógenas, agrega.

¿Cuánto gasta una obra en construcción en electricidad? Entre el 15% y el 18% del presupuesto de una construcción corresponde a los gastos generales de obra, y estos a su vez contemplan el ítem de consumo eléctrico de las obras, responde Guerrero.

Fruteros modifican horario de entrada

En el agro la situación es más compleja. La mayoría de las actividades se realizan en campos abiertos, donde no es factible instalar lámparas halógenas, por lo que a primera hora de la mañana, simplemente no hay luz suficiente para trabajar, según los empresarios.

«A las siete y media de la mañana está oscuro. La gente queda en la entrada del campo, dentro del recinto, esperando a que aclare. Perdemos 45 minutos diariamente», cuenta Juan Carolus Brown, presidente de Fedefruta y productor de uvas en un campo de 400 hectáreas en Los Andes, que emplea a 160 personas.

En las tardes, las actividades terminan antes de las seis, porque después de esa hora se producen alzas de precios en las cuentas de la luz, que disparan los gastos. Por eso tampoco puede alargar las jornadas, explica Brown. «Pierdo 15% del horario de trabajo; o sea, una caída del 15% de productividad diariamente», estima.

La situación es más crítica en el caso de los trabajadores «a trato», que ganan en promedio entre $20 mil y $25 mil brutos diarios por tareas específicas -por ejemplo, limpiar una cantidad de metros de una acequia-, pues han visto mermado su horario.

Antonio Walker Prieto, socio de Empresa Agropecuaria Wapri, que tiene 600 hectáreas en Curicó y Talca, indica que el horario único es negativo para la industria. «Cuando se toman este tipo de decisiones se debiera consultar a todos los sectores, especialmente al sector agrícola, que genera 850 mil empleos», afirma el también presidente de Fruséptima.

En términos prácticos, en plena cosecha de la manzana, el 15 de abril, Wapri cambió el horario habitual de inicio de las actividades, desde las ocho de la mañana a las 8 y media y alargó el de salida media hora. «Hemos tenido muchos reclamos de parte de los trabajadores. Ellos entienden que no podemos hacer otra cosa, pero la verdad es que nos ha alterado todo nuestro funcionamiento en el campo», señala.

Por estos días se avecina la poda, que incluye frutales muy pequeños -cuenta Walker-, y pueden venir nuevos cambios. «Creo que vamos a tener que atrasar la hora de entrada a las nueve de la mañana, lo que retrasa aún más la hora de salida», asegura.

Sobre el tema, el ministro Máximo Pacheco señala: «En el invierno hay 10 horas de luz y en el verano tenemos 14 horas de luz. Eso no tiene nada que ver con el Gobierno ni con el Ministerio de Energía, eso tiene que ver con la naturaleza. Y el tema de fondo es si ponemos la luz más adelante o ponemos la luz más atrás. Hoy, con 10 horas, hay menos luz que en el verano, y también es verdad que está amaneciendo más tarde, pero veamos también la otra cara de la moneda: está oscureciendo también más tarde. O sea, tenemos una hora más de luz al final del día».

Tiendas en el sur renuevan sus sistemas de iluminación

Aunque están acostumbrados a partir la jornada laboral con poca luz, en Coyhaique amanece todavía más tarde, a las nueve y media de la mañana. Benito Hernando, gerente comercial de Automotriz Varona -grupo que vende autos, tiene talleres de servicio técnico, rent a car y un servicentro de bencina-, cuenta que se prepararon con tiempo para enfrentar el nuevo escenario.

«En el verano hicimos una renovación de nuestro sistema de iluminación, y nos cambiamos a uno de buena intensidad, pero de bajo consumo en todas nuestras instalaciones», cuenta. Agrega que el 30 de julio evaluarán el resultado de esta renovación, y que si este año terminan gastando lo mismo en electricidad que el año pasado, se darán por satisfechos.

Eso sí advierte que pese a que aún no han medido el efecto en la productividad de entrar y salir a oscuras del trabajo, «en el ánimo se nota».
Scandar Jacob, miembro de la familia Jacob Abu-Gosch, que en Magallanes maneja negocios en panaderías, turismo y vestuario, asegura que la medida ha sido positiva y no ha afectado ni las ventas ni los procesos.

«No hay cambios en los procesos, porque en Punta Arenas estamos acostumbrados a esta oscuridad, pero lo positivo es que tenemos una hora más de luz en la tarde», señala.

«Cuando se toman este tipo de decisiones se debiera consultar a todos los sectores, especialmente al sector agrícola, que genera 850 mil empleos».

ANTONIO WALKER

PRIETOSOCIO DE EMPRESA AGROPECUARIA WAPRI

«Pierdo 15% del horario de trabajo; o sea, una caída del 15% de productividad diariamente».

JUAN CAROLUS BROWN
PRESIDENTE DE FEDEFRUTA

«El avance de obra, el sitio donde se va a trabajar, debe estar completamente iluminado. Si no lo está, no se puede trabajar, por un tema de seguridad».

FELIPE GUERRERO

GERENTE DE PROYECTOS OBRAS INMOBILIARIAS MOLLER Y PÉREZ COTAPOS

«En Punta Arenas estamos acostumbrados a esta oscuridad, pero lo positivo es que tenemos una hora más de luz en la tarde».

SCANDAR JACOB

EMPRESARIO DE MAGALLANES

«Hemos ido adaptando las labores a las lámparas que hay; buscamos que la gente esté ocupada».

GUILLERMO RIQUELME

SUPERVISOR DE TERMINACIONES DE PARQUE SAN DAMIÁN

Firmas se exponen a multas de hasta $43,5 millones por no cumplir con iluminación adecuada

Los niveles de iluminación de los lugares de trabajo están establecidos por un decreto del Ministerio de Salud, que fija un mínimo de 150 lux (la unidad de medida que se usa por norma) para los pasillos, las bodegas y los comedores, entre otros. Osvaldo Hidalgo, jefe del Subdepartamento de Salud Ocupacional y Prevención de Riesgos de la Seremi de Salud RM, explica que los requisitos varían dependiendo del tipo de trabajo.

«Por ejemplo, para laboratorios, salas de consulta y de procedimientos de diagnóstico y salas de esterilización se requieren entre 500 y 700 lux», precisa.

La Seremi de Salud realiza inspecciones por este tema y aplica multas que van desde 0,1 a 1.000 UTM, desde $4.300 a $43,5 millones.
Arturo Cares, gerente de prevención de la ACHS, explica que es usual que las constructoras tengan en sus obras lámparas halógenas, pero recomienda «incorporar dentro de la planificación de la obra sistemas de iluminación auxiliar durante la primeras horas de la mañana».