Por BÁRBARA SIFÓN A.

Un día le faltó al IPSA para estar ocho semanas sobre los 4.000 puntos y en lo que va del año la preocupación del mercado se ha centrado en la capacidad del índice de mantenerse sobre esta barrera; sin embargo, en EuroAmerica estiman que terminará el año en torno a las 4.150-4.200 unidades. En esta línea, Andrés Galarce, analista de estudios, asegura que la plaza santiaguina sigue siendo la más atractiva frente a sus pares de la región. Además, destaca que el mercado tenía mayores expectativas respecto al crecimiento fuera del país de algunas empresas, lo que ha generado un debilitamiento en las ganancias, “esto explica la lentitud el IPSA en los últimos años”, afirma.

¿Cómo evalúan el desempeño del IPSA?

Cuando hay una corrección bajista en el IPSA y las perspectivas de las utilidades se mantienen, las valorizaciones se hacen más atractivas. Con la caída de estos días nosotros estamos de acuerdo. No somos tan negativos, en nuestras últimas dos carteras vimos un sesgo más negativo que el resto del mercado, porque veíamos valorizaciones caras que nos asustaban. Pero hoy, con las correcciones, estamos más tranquilos, pero no creemos que esto pueda corregir demasiado, siempre y cuando,se mantengan los fundamentos.

¿Cuáles son los fundamentos para los niveles del IPSA en los últimos años?

Cada año tiene sus factores, pero principalmente el crecimiento en utilidades o la recuperación esperada de las compañías fue bastante más lenta de lo esperado y hubo muchas apuestas internacionales que no dieron sus frutos o fueron más lentas. Adicionalmente a eso, el sector eléctrico se vio perjudicado por sequías consecutivas que yo diría que pasaron un poco; pero previo a eso, fueron años nefastos para el sector, sobre todo para aquellos con alta ponderación al sistema interconectado central.

¿El mercado esperaba más?

Estaba más optimista respecto del crecimiento internacional de algunas compañías. Las expectativas respecto a Brasil y Latinoamérica eran muy distintas y eso ha generado que las perspectivas de crecimiento en ganancias se hayan debilitado fuertemente.

En parte, esto explica la lentitud el IPSA en los últimos años. Pero desde esta perspectiva se observan ciertos brotes verdes desde el año pasado con la recuperación de las compañías eléctricas como el gran foco de 2014 y de 2015 con la maduración de proyectos de crecimiento. El estancamiento coincidió con que muchas compañías de la plaza local empezaron importantes proyectos de inversión.

¿Qué pasó en estos años en que las utilidades no estuvieron alineadas con lo que el mercado esperaba?

Hay una característica que se dio entre 2010 y 2012 y quizás se atribuye en parte a la brusca caída de las tasas internacionales con las medidas que tomó la Fed, que hizo que la deuda fuera más barata, que fue uno de los impulsores. Se sumó una positiva dinámica de las economías latinoamericanas post crisis, entre 2009 y 2012, las que tuvieron una dinámica muy potente. Entonces, muchas empresas hicieron aumentos de capital, lo que tiende a estancar el precio de las acciones. Además, muchos de los resultados de esas inversiones no fueron muy satisfactorios.

¿Ha habido “ganadores” en este período?

Se dio un proceso de compras o adquisiciones que llevó a que empresas medianas se deslistaran y fueron las grandes ganadoras, principalmente las empresas retiradas de la dinámica económica.

¿Y cómo lo ven respecto a pares de la región?

En Latinoamérica la opción de Chile es la más atractiva en términos relativos, eso en algún momento debería llevar a corregir al IPSA y no alejarse mucho de los 4.000 puntos.