Importaciones cayeron casi 20%, con compras de bienes de capital desplomándose sobre 26%.
Por Sebastián Valdenegro Toro.
El paro de los trabajadores de Aduanas realizado en mayo -que se extendió por más de una semana- comienza a develar sus primeros efectos en la actividad económica, por lo menos en lo que a comercio exterior se refiere.
Tanto las importaciones como las exportaciones se desplomaron el mes anterior, con caídas superiores al 10%, las más altas desde 2009.
Según lo informado por el Banco Central, los envíos cayeron 22% en el quinto mes del año, la mayor merma desde junio del 2009 en plena crisis subprime.
Parte relevante de la contracción se debió a la baja en los envíos mineros, que cedieron casi 18%. «Más de la mitad de esta caída se debe al menor precio del cobre este año respecto al año anterior», explicó Sebastián Senzacqua, de BICE Inversiones.
Las exportaciones del sector industrial, por su parte, también anotaron descensos relevantes, de 27% en el período.
Por el lado de las internaciones, las importaciones disminuyeron más de 19% en el mes, también la baja más considerable desde octubre del 2009.
De acuerdo a los antecedentes del Banco Central, los bienes de capital -uno de los indicadores que anticipa el comportamiento de la inversión- retomaron las fuertes caídas de 2014 y se desplomaron 26,5%.
El componente que más incidió en este resultado fue otros vehículos de transporte, que se redujeron en casi 90% respecto a mayo del año pasado. Mientras que la internación de buses retrocedió 22% en el mismo período y la correspondiente entrada de motores y turbinas casi 25%.
Las internaciones de bienes de consumo cedieron 17,8% en el último año, su mayor baja desde octubre del año pasado. Los productos durables se contrajeron 16,5%, mientras que los no durables un 14,1%.
A nivel general, la balanza comercial anotó un superávit de US$ 982 millones. Entre enero y mayo, el saldo positivo asciende a US$ 4.852 millones, un incremento de 10,3% respecto al mismo perído del año anterior.
Las razones
El economista jefe de Banco Penta, Matías Madrid, es claro: la huelga de los trabajadores aduaneros generó un efecto contractivo en el comercio exterior en el período.
«Considerando la tendencia que experimentaban las exportaciones en dólares en los últimos meses, el paro parece haber tenido un efecto significativo particularmente en el sector frutícola, que en meses previos mantenía un incremento en 12 meses y que abruptamente disminuyó cerca de un 25% en el mes de mayo. El sector pesquero también se vio afectado de forma relevante», señaló.
Este punto es compartido por el economista de EuroAmerica, Felipe Alarcón, quien advirtió que los denominados «brotes verdes» de la actividad «se marchitaron definitivamente» a partir de esta cifra. El economista anticipa que la inversión se mantendrá débil en el segundo trimestre, aunque espera una leve alza de 0,7% en el período.
Antonio Moncado, de BCI Estudios, señala que si bien el impacto del paro aduanero es «relevante para explicar la fuerte caída en el comercio exterior», es difícil cuantificar dicha incidencia. «Es muy posible que a partir de los débiles datos de importaciones, especialmente de bienes de capital, la inversión se contraiga en el primer semestre», señala.
En Banchile Inversiones fueron más allá y anticiparon que el segundo trimestre será el de peor
desempeño este año. «A pesar de la baja base de comparación, nuevamente se evidencia la debilidad de la demanda interna, a lo que se agregan el impacto que tuvo la apreciación del dólar durante el mes en los sectores de oferta, dando luces sobre una actividad que no repuntaría en el segundo trimestre de 2015 «.