Cada año el mundo pierde 1.4 millones de vidas en accidentes de tránsito, si bien es una cifra que se ha mantenido estable los últimos tres años, es una cifra considerablemente alta. Las muertes relacionadas a los accidentes de tránsito en América Latina, ocupan el primer lugar en los grupos etarios de 5 a 44 años, esto por traumatismos severos causados por impacto.

En Chile, la situación es mucho más dramática, los accidentes de tránsito se han convertido en la primera causa de muerte en niños menores de 15 años y la segunda en jóvenes de 15 a 25 años, en su mayoría hombres y peatones.

En el marco de la iniciativa Decenio para la Acción de la OMS, se han promulgado nuevas leyes pro seguridad en el tránsito en 35 países, sin embargo, sólo un 7% de la población mundial está cubierta por leyes integrales que resguarden la integridad física de las personas.

Las regulaciones más comunes son por exceso de velocidad, alcohol en la conducción, uso de casco, uso de sillas para niños y uso cinturón de seguridad. Claro está, que si estas políticas públicas no van acompañadas de un proceso de difusión, no serán más que otra ley para fiscalizar y no para lograr que se prevengan las principales causas de los accidentes de transito.

A corto tiempo de la entrada en vigencia de la Ley Tolerancia Cero en nuestro país, si bien han disminuido los accidentes por la ingesta de alcohol en la conducción, han aumentado los atropellos de peatones en estado de ebriedad.

Para disminuir estas cifras hoy el foco está en los más vulnerables y en las características de como se conforma la estructura vial del país. Se deben mejorar las condiciones en las rutas, revisar procedimientos desactualizados en el tránsito, pero por sobre todo fortalecer la educación vial desde la infancia.

En ese contexto, Mutual de Seguridad de CChC, consciente de esta realidad ha generado un modelo de intervención para el cambio cultural que busca a través de actividades e iniciativas, presentar y mantener en la mente de las personas, la importancia de la disminución de los accidentes del tránsito, cuyo flagelo genera un daño silencioso irreparable a las víctimas, sus familiares y su entorno.

La campaña se llama “Programa Nacional de Cultura de Seguridad Vial” y sus focos de trabajo están en:

1.- Generar conciencia en el grave impacto social, humano y económico que representan los accidentes de tránsito en el país.

2.- Iniciar un proceso de seguridad y educación vial para los niños quienes serán catalizadores de un cambio sostenible.

3.- Comprometer una masa crítica de actores que nos permita focalizar estrategias orientadas a generar un marco regulatorio que eduque y sancione, de forma enérgica y tangible, el concepto de cuidado por la vida.

4.- Sensibilizar a la comunidad sobre los accidentes de tránsito, a disminuir su ocurrencia, fomentando hábitos, buenos comportamientos y convivencia vial entre los ciudadanos, concientizando a la comunidad sobre la importancia de la prevención de accidentes de tránsito.

Desde el inicio de estas iniciativas en el año 2007, más de 500 mil personas se han involucrado en las actividades de la campaña a través, charlas de sensibilización en empresas, intervenciones urbanas y en rutas, campañas en diferentes medios, participación activa en iniciativas donde solicitan la presencia de Mutual. Esto se ve reflejado ya que desde el año 2011 ha capacitado a más de 100 mil niños de 6° básico y hasta párvulo, con el objetivo que internalicen desde pequeños las normas viales.

Además, se han generado alianzas con distintos municipios a nivel nacional para desarrollar acciones con la comunidad en materias de seguridad vial.

Con el alcance de estas iniciativas, Mutual de Seguridad CChC está contribuyendo a la transformación de la sociedad sobre la base de una cultura de seguridad vial, la que además de ser apoyada con las nuevas legislaciones se podrá controlar, mitigar y prevenir los accidentes de tránsito teniendo menos pérdidas de vidas que lamentar y aportando a la buena convivencia vial del país.