Informe de la entidad destaca que mejoras se concretaron gracias a la reforma previsional de 2008, la cual implementó, entre otras medidas, el Pilar Solidario.
Por Kharla Caniupán.
La cantidad de personas por sobre la edad de retiro que reciben efectivamente una pensión es un claro indicador de la cobertura del sistema previsional del país. En eso Chile, pese a no estar entre los países más altos de la tabla, se ubica por sobre el promedio de la región.
Y si bien el país ha avanzado en los últimos diez años, aún falta. Porque si en el año 2003 teníamos una cobertura de 63%, en 2012 ésta alcanzaba el 75% de la población en edad de jubilar, según el último reporte globlal 2014-15 de la OIT sobre Protección Social. Con esto, Chile está muy por encima del promedio de la región (56%); se posiciona por sobre países como Colombia, Perú y México; pero por debajo de Canadá y Brasil.
No obstante, Chile está por sobre el promedio mundial. El informe indica que “casi la mitad (48 %) de todas las personas por sobre la edad de jubilación no reciben una pensión”.
El avance de 10 puntos porcentuales que registró Chile entre 2003 y 2012 es consecuencia de la reforma previsional de 2008, impulsada por el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Producto de esta iniciativa se creó el Pilar Solidario que permitió extender los beneficios garantizados para las personas más vulnerables, ampliando los beneficios desde el primer quintil de la población hasta el tercero, mediante el acceso a una pensión solidaria o un aporte previsional solidario.
El informe también destaca que “para reducir los costos de administración del sistema de pensiones privado, se fortaleció la regulación del sector y se promovió una mayor competencia entre las administradoras de fondos de pensiones”.
El presidente de la Asociación de AFP, Rodrigo Pérez, indica que este avance es positivo, pero admite que existe un 25% no cubierto: “Son personas que tienen otro tipo de ingreso, que principalmente no pertenecen al 60% más vulnerable. Estamos hablando probablemente de gente de rentas relativamente más altas, que tienen fuentes de ingresos familiares o de rentas de capital -propiedades o ahorros- y por esa razón no tienen otra pensión”.
Pérez señala que la diferencia de los indicadores de Chile con EEUU y Europa -cuya cobertura es de 92,5% y por lo menos 90%, respectivamente- es que existe un mercado de trabajo formal que tiene una cobertura mucho más grande y una participación laboral de las mujeres mayor.
Entre los desafíos, la OIT plantea que “muchos de los que reciben una pensión, los niveles de pensiones no son adecuadas”. Para eso, afirma que es necesario que los sistemas previsionales “garanticen un verdadero equilibrio entre adecuación y sostenibilidad”.
El informe indica que el gasto público en Chile destinado para pensiones es 3,39% del PIB -en base a datos a 2011-, mientras que en el resto de los países de altos ingresos está en torno a 10%.
Pérez manifiesta que “este bajo gasto público en pensiones se puede hacer gracias a la existencia de un sistema de capitalización individual con administración privada de las pensiones. Comparativamente hay un gasto menor, pero esto se debe a la existencia del sistema privado”.
El timonel afirma que “lo que ha permitido que se pueda poner recursos públicos en otras necesidades, que es una de las grandes virtudes y ventajas de tener un sistema privado de pensiones”.
En tanto, Pérez destaca que el problema de cobertura y de los montos de las pensiones no será solucionado con la AFP Estatal, por lo que descarta avanzar en esa dirección.