Con matices, sostienen que en general el país sigue siendo un destino atractivo para los capitales foráneos
Los presidentes o CEO de las cámaras de comercio que agrupan a inversionistas de EE.UU., Alemania, Reino Unido, Francia y España proponen medidas adicionales para impulsar la inversión, como acelerar tratados de doble tributación y simplificación de trámites. El más crítico es el presidente de la Cámara de Comercio Franco-Chilena, Jean-Marc Besnier: «Se han creado reglas tributarias extremadamente complejas y variables en el tiempo»; «el ideal sería una reforma (laboral) que permita una mayor tranquilidad social al interior de las empresas, sin asustar a los inversionistas»; «la estabilidad política y social está un poco sacudida», afirmó a «El Mercurio».
Andrés Venegas EE.UU.: «Lo importante es que los cambios a la Constitución se efectúen en el marco de la institucionalidad establecida en el país»Kathleen Barclay, presidenta de la Cámara Chileno-Norteamericana de Comercio (Amcham Chile):
-¿Cómo ha evolucionado la inversión de empresas norteamericanas en Chile en los últimos meses?
«Los inversionistas norteamericanos siguen invirtiendo en Chile, atraídos por sectores que ofrecen oportunidades de crecimiento, como la energía renovable no convencional, la generación de energía, servicios financieros y áreas de innovación, como el primer centro de investigación de excelencia de Pfizer en la región. El crecimiento, junto con la estabilidad política y económica, son las principales razones para invertir».
-Los empresarios chilenos en general, y los gremios que los agrupan, han cuestionado algunas reformas que ha impulsado el gobierno, como la reforma tributaria, la reforma laboral y la reforma a la Constitución, proceso que se iniciará en septiembre. ¿Comparte sus críticas y temores?
«Chile está pasando por algunas importantes reformas en las cuales el Gobierno ha tomado la iniciativa de ser más inclusivo, con la visión de un país más estable a largo plazo. Los inversionistas extranjeros entienden el objetivo y responden positivamente a la estabilidad a largo plazo. Es importante para los inversionistas que estas reformas continúen entregando un marco que promueva el crecimiento en la economía local, además de entregar seguridad de tratamiento nacional y protección de la propiedad privada. Algunos detalles de las actuales reformas necesitan definirse para asegurar que son consistentes con esos objetivos. Se necesita enfocarse más en la posición competitiva del país versus otros países en el mundo, incluyendo énfasis en las medidas que aumentan la productividad».
-Si el Gobierno impulsa una reforma a la Constitución, ¿le es indiferente que sea a través de una asamblea constituyente, o preferiría que fuese un proceso normado e institucional, por ejemplo, a través del Congreso Nacional?
«Lo importante para la inversión extranjera es que los cambios a la Constitución se efectúen en el marco de la institucionalidad establecida en el país, con énfasis en amplios acuerdos y asegurando que habrá protección para la propiedad privada y el trato nacional para inversionistas extranjeros».
-¿Chile sigue siendo un país atractivo para la inversión extranjera, o dejó de serlo?
«Sí, Chile ofrece oportunidades en algunos sectores con atractivas opciones de crecimiento, como ocurre en minería, energía, agroindustria y servicios, tales como turismo, financieros y tecnológico. Además, el país tiene una sólida democracia y disciplina fiscal, con un sistema basado en el Estado de Derecho. Eso sí, se deben continuar desarrollando políticas públicas que permitan mantener la competitividad y mejorar la productividad del país, lo que es especialmente importante en un mundo de negocios globalizado».
-¿Qué medida sería necesario que el Gobierno implementara para atraer más inversión extranjera?
«Además de aumentar el enfoque en medidas que promuevan el crecimiento y la competitividad, es relevante seguir fortaleciendo, a través de acciones concretas, la vinculación público-privada».
«Adicionalmente, una de las señales más importantes y fuertes que puede dar el Gobierno en estos momentos sería que el Legislativo apruebe los tratados de doble tributación con países inversionistas claves, como EE.UU. y Alemania. El acuerdo para evitar la doble tributación entre Chile y EE.UU. se negoció hace varios años entre los dos gobiernos y necesita ser aprobado por ambos congresos».
«El tratado con Chile ha estado atascado en el Poder Legislativo norteamericano junto con los tratados tributarios o modificaciones para otros países. AmCham Chile viajó a Washington para tratar de avanzar en las conversaciones con el Congreso norteamericano. Esperamos que el Gobierno chileno empuje la aprobación legislativa en Chile, ya que en ausencia de un tratado tributario y considerando la reforma tributaria en el país, los inversionistas norteamericanos se encontrarán en una relación desventajosa con respecto a otros inversionistas, lo que podría afectar negativamente la inversión norteamericana en Chile».
Atentos «a lo que se propone y, más aún, a lo que se decida»Greg Holland, Gran Bretaña:
En 2014, el comercio de mercancías entre el Reino Unido y Chile se contrajo un 36% en comparación con el año anterior. Según cifras de la Cámara Chileno-Británica de Comercio (Britcham), el comercio total alcanzó los US$ 1.588 millones, frente a los US$ 2.498 millones en 2013. Las exportaciones de nuestro país a Gran Bretaña cayeron en 2014 un 2%, a US$ 885 millones, mientras las importaciones británicas bajaron 56%, a US$ 703 mills.
Para el gerente general-CEO de Britcham, Greg Holland, «Chile es sumamente atractivo por la claridad y consistencia de las reglas y por ser en todos los rubros un mercado maduro y sofisticado». Agrega que a favor de nuestro país también cuenta «el desarrollo de su infraestructura y la expansión de sus empresas en la región, ofreciendo al extranjero oportunidades de atender al mercado regional y no solo al local».
Holland evita referirse a las reformas político-económicas en marcha. La Cámara, sostiene, «apoya a sus socios en Chile y a empresas británicas interesadas en este país a entender la forma de hacer negocios e identificar oportunidades; no pretende ofrecer opiniones sobre las decisiones que se toman y lo que hacen o deberían hacer las autoridades y empresas». Aunque de todas formas plantea que «la Cámara está atenta a lo que se propone y, más aún, a lo que se decida».
Alemania: «Una reforma a la Constitución (…) son procesos que se realizan dentro de instituciones democráticas y establecidas»Juan Pablo Hess, Camchal:
El presidente de la Cámara Chileno-Alemana de Comercio (Camchal), Juan Pablo Hess, destaca que la inversión germana en Chile ha subido en los últimos 12 meses un 20% por la conclusión de procesos que venían negociándose hace tiempo. La inversión alemana, explica, va principalmente a rubros donde crea valor a partir de recursos naturales, generalmente en Chile a través de la incorporación de tecnología y conocimiento. Precisa que esto se observa en la minería, agroindustria, energía y manufactura, entre otras.
«Uno de los elementos más importantes para que empresas extranjeras consideren instalarse en otros países, invertir y ampliar su negocio en ellos es la estabilidad de las condiciones marco del mercado», comenta, al adentrarse en las reformas ya implementadas en Chile en el último tiempo, y algunas que ya están en el horizonte.
«Estas condiciones marco -añade- son dadas por las condiciones políticas, económicas y sociales de un país. Y sobre ellas actúan, por razones obvias, procesos de reformas relevantes en ámbitos como inversiones, sistema tributario, legislación laboral, etc. Es normal que estos ámbitos sean revisados de acuerdo al desarrollo de un país o desafíos mayores que un país deba enfrentar. Pero, por cierto, importa el cómo se dan estos procesos, cuál es su profundidad y cuál es su hechura técnica».
-Si el gobierno impulsa una reforma a la Constitución, ¿le es indiferente que sea a través de una asamblea constituyente, o preferiría un proceso normado e institucional?
«Una reforma a la Constitución es un proceso de gran envergadura que los países desarrollados han realizado solamente cuando han tenido que dar cuenta de enormes cambios internos que afecten los fundamentos de su sociedad. Son procesos que se realizan dentro de instituciones democráticas y establecidas. Alemania pudo enfrentar un proceso tan gravitante para su sociedad, como la unificación, sin un cambio a la Constitución».
A su juicio, Chile seguirá siendo un país atractivo para la inversión extranjera en la medida que su economía crezca, su estructura productiva se diversifique, su capital humano se desarrolle acorde a los nuevos desafíos de productividad y tecnología, y las condiciones para el actuar de las empresas sean claras y previsibles. Sin embargo, hace ver que «no se debe perder de vista que existe una fuerte competencia de todos los países del mundo por la atracción de inversiones extranjeras. Y en ella Chile tiene que compensar con ventajas tangibles el hecho de ofrecer un mercado menor». Otro factor relevante para las inversiones «es poder contar con estabilidad regulatoria al momento de decidir una inversión y no enfrentarse a cambios regulatorios ex post que cambien las reglas de juego», refuerza Hess.
«Si se podía hablar de Chile como el ‘jaguar’ del continente unos años atrás, Chile hoy es un ‘puma gordito'»Jean-Marc Besnier, Francia:
El presidente de la Cámara de Comercio Franco-Chilena, Jean-Marc Besnier, es medido al hablar de reformas políticas. «Si hablamos de Constitución, no corresponde a una Cámara de Comercio binacional entrar en el debate político del país donde ejerce», afirma, aunque al mismo tiempo señala que «lo importante en esa reforma no es tanto que se haga a través de una asamblea constituyente o del Congreso, sino que la entidad a cargo sea verdaderamente representativa del pueblo chileno y las normas de su trabajo claramente definidas».
El dirigente, sí, no tiene objeciones en hablar de las reformas más técnicas, como la tributaria, aprobada en 2014, y la laboral, hoy en trámite. Sobre la primera, indica que «más que cuestionar, el desafío es entender su aplicación, ya que se han creado reglas tributarias extremadamente complejas y variables en el tiempo». Agrega que para las empresas extranjeras, «bastante afectadas por estos cambios, la obligación de contratar asesorías costosas es una forma de impuesto que se agrega a los aumentos que, obviamente, contempla la reforma. En resumen, una disminución de cualquier rentabilidad, de cualquier retorno sobre inversión que forzosamente llevará a revisar el plan de inversión», dice.
Respecto de la reforma laboral, ve prematuro emitir una opinión, pues aún no se conocen los textos finales, pero acota que «el ideal sería una reforma que permita proyectar una mayor tranquilidad social al interior de las empresas sin asustar a los inversionistas, lo que sería lamentable para el empleo».
Con todo lo anterior, Chile sigue siendo un país atractivo para la inversión extranjera, ¿o no?, le preguntamos. Su respuesta, decidora: «Una buena parte de los conocidos factores de atracción se mantienen, y Chile sigue siendo un país atractivo a largo plazo. Si bien no quedó al nivel de lo que conocimos en estos últimos 20 años, el crecimiento es todavía positivo, la estabilidad política y social está un poco sacudida, pero no estamos en un terremoto si comparamos la situación global del país con muchos (países) de la región o del planeta. Sin embargo, si se podía hablar de Chile como el ‘jaguar’ del continente unos años atrás, Chile hoy es un ‘puma gordito'».
-¿Qué debe hacer el Gobierno para atraer más inversión extranjera?
«En vez de complicarla, simplificar la reglamentación tributaria para las empresas extranjeras; crear ciertas franquicias y otorgar periodos de gracia para el impuesto. Si bien existe ya un importante abanico de incentivos para atraer más inversión por medio de aportes financieros de la Corfo, la gestión para acceder a ellos es tan complicada, que muchos candidatos abandonan en el camino». Agrega que «para un inversionista, el retorno sobre su capital debe ser fácilmente medible, lo que implica reglas claras y sencillas y razonablemente rápido».
España «mantiene el respeto y la confianza» en el país, y plantea cinco medidas para estimular más la inversiónJosé María Castillero, Camacoes:
«Tradicionalmente la relación entre ambas naciones ha sido muy estrecha, y en los últimos años se ha intensificado, siendo España uno de los países que más invierte en Chile», destaca de entrada el presidente de la Cámara Oficial Española de Comercio de Chile (Camacoes), José María Castillero.
Prueba de ello, dice, es la reciente compra de la eléctrica CGE por parte de Gas Natural Fenosa por 2.550 millones de euros, «siendo esta la principal apuesta de la historia de esta empresa española y una de las más grandes inversiones hecha jamás en Chile». España, prosigue, desde hace más de 20 años que ocupa un lugar importante en la inversión chilena «y no se manifiestan señales contrarias. Las empresas españolas vienen a este país y para quedarse».
Respecto a las reformas político-económicas del Gobierno, como la tributaria y la laboral en el Congreso, y otras que podrían venir, como el «proceso constituyente» anunciado para septiembre, Castillero responde: «Confiamos plenamente en las instituciones chilenas y estamos seguros de que las reformas que se han aprobado, como otras que están en plena discusión, buscarán lo mejor para todos y tendrán en cuenta la enorme importancia que tienen para Chile todas las empresas implantadas en el país, nacionales y extranjeras, grandes y pymes, así como la inversión extranjera».
«La Cámara (Oficial Española de Comercio de Chile) mantiene el respeto y la confianza en la institucionalidad chilena, y esperamos que toda reforma y su aplicación vayan en beneficio de las personas y la sociedad entera», añade.
-¿Chile sigue atrayendo a inversionistas extranjeros?
«Ha existido un interés concreto de empresas que han mirado a economías emergentes de la región, como Perú y Colombia, inyectando inversión importante en ellas. Sin embargo, Chile ha logrado ser la puerta de ingreso para que las empresas españolas puedan usarla como escenario de su internacionalización, tanto en Latinoamérica como en Asia-Pacífico. Ha demostrado ser un país maduro desde el punto de vista bancario, con un sistema competitivo y diversificado en la parte financiera, con una seguridad jurídica muy sólida y con una economía estable».
«Dentro de las grandes empresas que pertenecen a la Cámara existe un plan de inversión para los próximos cinco años por más de US$ 6.000 millones, y sin contar las inversiones de las muchas pymes españolas que están llegando a Chile y de la que no es fácil hacer cálculos».
De todos modos, Castillero cree necesario implementar nuevas medidas para seguir impulsando la inversión extranjera, en el corto plazo. Concretamente cinco: «Facilitación de trámites de inversión, visado de personas, homologación de títulos profesionales, apoyo a sectores como Energías Renovables No Convencionales, y ventajas fiscales».