En el trimestre marzo-mayo, la desocupación llegó al 8%:

Unas 10 mil personas buscan cada día trabajo en medio de las difíciles condiciones en que están la agricultura y el comercio del sector.

Por ALEJANDRO NÚÑEZ y MACARENA TORO.

Las oficinas municipales de empleo de la Región de Atacama reciben cada día a decenas de personas que llegan con la esperanza de encontrar un trabajo. La zona, azotada el 25 de marzo por una serie de aluviones que prácticamente paralizaron su economía, tiene más de 10 mil desempleados.

Durante el trimestre marzo-mayo, el último reportado, el desempleo llegó al 8%, el más alto del país (el promedio nacional fue de 6,6%). En Copiapó, la desocupación alcanzó el 7,6%.

Nora Chocallampa es una de las afectadas. Temporera, la mujer llegó hace un año y medio desde Bolivia, y por primera vez no tiene trabajo, debido a los graves daños que el desastre dejó en la agricultura.

Según la Asociación de Productores del Valle del Copiapó (Apeco), 5.600 hectáreas agrícolas fueron afectadas por el barro, de las cuales 430 quedaron destruidas. El sector teme, además, que esto afecte la cosecha de septiembre, que genera empleo para 18 mil personas.

«Hay harta gente que se quedó sin trabajo. Sin empleo no se puede hacer nada, porque aquí todo es caro», dice Chocallampa, quien ahora busca trabajar como asesora del hogar.

Para Daniel Llorente, presidente de la Corporación para el Desarrollo de Atacama (Corproa), la cifras no son una sorpresa. Acusa una baja inversión, que en Atacama «es una cuestión superior a la catástrofe», pues «el mayor flagelo que nos puede afectar hoy como región es la desocupación».

Según Corproa, para el período 2012-2020, Atacama tenía una cartera de proyectos por US$ 36 mil millones, de los cuales el 90% se desplomó antes de los aluviones. Estas iniciativas iban a demandar 125 mil nuevos puestos de trabajo.

Y no es el único sector que ha sufrido la crisis. Según la Cámara Chilena de Comercio, las ventas han disminuido 40% en la capital regional, lo que ha llevado al cierre de tiendas cuyos dueños no han podido pagar deudas como los arriendos.

En tal escenario, dice la seremi del Trabajo, Dissa Castellani, la capacitación es clave para mejorar las condiciones de los trabajadores y que estos puedan optar a mejores empleos.

Reconstruir, una tarea de US$ 2 mil millones

La Oficina Nacional de Emergencia informa que a la región han llegado 1.108 viviendas de emergencia, 914 de las cuales ya fueron construidas. La catástrofe dejó 1.048 casas destruidas, 2.736 con daño mayor y más de 15 mil personas damnificadas.

Datos entregados por la Subsecretaría del Interior indican que la reconstrucción tendrá un costo de US$ 2 mil millones.

Respecto de los bonos anunciados por el Gobierno para que los damnificados repongan sus enseres y vestuario, el Ministerio de Desarrollo Social precisa que 8.021 familias de un universo de 8.522 han tramitado el pago, con un avance del 94%.

Entre las comunas más castigadas por los aluviones, Alto del Carmen exhibe el 92% de avance en el pago (187 familias); Copiapó, 94,6% (5.426 familias), y Chañaral, 88,6% (398).

El intendente de Atacama, Miguel Vargas, reconoce que todavía hay que habilitar los barrios de emergencia, «porque tenemos las casas construidas y ahora hay que dotarlos de alcantarillado, luz eléctrica y agua potable».

Recién ayer todos los colegios volvieron a clases
Ayer, la escuela especial Pucará de Copiapó retomó sus clases, luego de los aluviones que provocaron que 119 colegios de la región estuvieran paralizados hasta por 70 días. Con ese recinto, la seremi de Educación, Pilar Soto, afirmó que ya todos los planteles volvieron a operar, recibiendo un total de 48 mil alumnos.

Para intentar que los niños se pongan al día en los contenidos, las clases se extenderán hasta el 15 de enero. De todas formas, en las comunas no afectadas por la catástrofe -Huasco, Freirina, Vallenar y Caldera-, hasta ayer 43 colegios estaban sin clases por el paro docente.