Afirma que cerca de 540 mil permisos debieron haber sido pagados por mutuales y el ISL:

Isapres coinciden en que existe un «subsidio cruzado», pero mutuales acusan «desconocimiento brutal» sobre el sistema.

Por Carlos Said.

En promedio, el 78% de los trabajadores con derecho a subsidio de incapacidad laboral se tomaron una licencia médica por casi ocho días en 2014, según lo dieron a conocer ayer la Superintendencia de Salud, la Superintendencia de Seguridad Social y Fonasa. Esto quiere decir que el año pasado se tramitaron 4,5 millones de permisos.

Pero no todas estas licencias serían a causa de enfermedades comunes, sino que muchas corresponderían a males laborales, en cuyo caso deben ser pagadas por mutuales o por el Instituto de Seguridad Laboral, y no por los seguros de salud.

Así lo explica la directora del Fonasa, Jeanette Vega, quien dice que de los 3,2 millones de licencias que autorizó el seguro público en 2014, hay 540 mil que corresponden a enfermedades y accidentes laborales, por las que deben desembolsar cerca de $90 mil millones. «Las empresas toman un seguro que sube de acuerdo a la siniestralidad, entonces si suben los accidentes, aumenta la tasa. Por lo tanto, hay un incentivo para subdeclarar», detalla Vega.

Coincide el superintendente de Seguridad Social, Claudio Reyes, quien comenta que las mutuales tienen instalaciones especializadas para accidentes laborales y que la ley de enfermedades profesionales cubre al ciento por ciento los costos, mientras que en los seguros de salud la persona podría cancelar un copago. Por ello, dice que si el trabajador no usa la mutual, «obtendrá una atención de menor calidad».

Lo mismo opinan en la Asociación de Isapres, donde su presidente, Rafael Caviedes, dice que «estudiamos las licencias, y el 20% podría haber tenido un origen laboral. El problema existe, y es difícil de resolver».

Pero la Asociación de Mutuales tiene una opinión muy distinta. Su presidente, Ernesto Evans, dice que las autoridades tienen un «desconocimiento brutal» sobre el funcionamiento del sistema, pues «en la atención que recibe el trabajador se diagnostica si es una enfermedad laboral o no, y de acuerdo a eso se deriva», lo que, a su juicio, evita la confusión respecto al origen del accidente o enfermedad.

De todas formas, Evans espera avanzar junto a la Suseso en «una mejor calificación de los protocolos médicos». Actualmente, las mutuales tienen más de cuatro millones de afiliados y en 2014 tramitaron 240 mil licencias laborales.

En la academia le dan la razón al Gobierno, pero dicen que el fenómeno se da por la ineficiencia del sistema de salud público. El director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, Héctor Sánchez, explica que «las mutuales hacen una pesquisa eficaz y eficiente de lo que es y no laboral», a diferencia de la labor que hacen las Compin. «Lo más práctico es que se cambie la institucionalidad a nivel país, para que sea independiente y los sistemas de información estén integrados y tengan un control efectivo», afirma.

Lo mismo dice el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, quien recomienda «investigar y discutir lo que los expertos dicen hace rato, que es unificar el sistema de licencias, porque la misma población tiene dos mecanismos de licencias, y lo razonable es tener uno solo».

Aumento de licencias

El año pasado, la cantidad de licencias cursadas aumentó 9,6%, lo que, según las autoridades, es un crecimiento normal acorde al aumento de 4,8% en los cotizantes del sistema. Sin embargo, Rafael Caviedes afirma que el alza «no es menor» y dice que «equivale a un aumento de 5,3% en los días perdidos, sin que exista un factor epidemiológico que lo explique».

Añade que el gasto en licencias representa el 24% de la cotización en salud, por lo que «es un imperativo que existan adecuados procesos de control» para evitar que uso incorrecto.

Bajo gasto
Chile gasta el 0,5% de su PIB en licencias, lo que es bajo respecto de la OCDE. Gasto por cotizante ha crecido más en isapres que en Fonasa
El dinero promedio que las isapres gastaron en sus cotizantes en 2014 fue de $256 mil, 127% más que lo invertido por Fonasa en sus afiliados. Y en los últimos cinco años, el gasto del seguro público por este concepto ha crecido 6,9%, por debajo del 18,4% de aumento que tuvo el desembolso de los seguros privados y menor que el 17,7% de IPC acumulado en el mismo período.

Pero, según la directora del Fonasa, Jeanette Vega, no se trata de una menor inversión en sus afiliados, ya que «la licencia médica se paga completa, pero lo que se paga está en relación con el salario, y el promedio de renta en las isapres es de $1,2 millones, mientras que en el sector público es de $419 mil».

Por lo tanto, un mayor crecimiento de gasto en las licencias del sector privado reflejaría también un mayor incremento de los sueldos de sus cotizantes.

Así lo interpreta también el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, quien añade que el dato «ejemplifica la segregación del sistema y probablemente la evolución está dada también por un aumento en el promedio de remuneración de los cotizantes de isapres».