Por segundo año consecutivo, incremento en trimestre móvil marzo-mayo supera los 50 mil empleos:
La incertidumbre en torno al escenario económico y los efectos de las reformas laboral y tributaria serían las principales causantes del protagonismo que ha tomado esta fórmula. Expertos coinciden en que aún le queda espacio para expandirse.
Por María de los Ángeles Pattillo.
Son pocas las actividades de la economía que logran destacar actualmente por su dinamismo; la subcontratación es una de ellas. Si en el trimestre móvil de marzo a mayo de 2010 había 572.222 personas trabajando bajo esta fórmula, en igual lapso de este año la cifra llegó a 979.855, es decir, hubo un salto de 71%, según datos del INE.
Para Mario Becerra, gerente general de la empresa de outsourcing GrupoExpro, este creciente protagonismo se explica por las reformas en materia tributaria y laboral: «Hay una cierta ansiedad en los empleadores que incentiva a no comprometerse con costos permanentes, hasta ver cómo resulta la temporada o el nuevo proyecto».
El escenario de menor crecimiento económico también estaría empujado a la subcontratación, estima Huberto Berg, máster en relaciones laborales del Instituto Tecnológico de Nueva York y director de Berg Consultores. «En los períodos más críticos las compañías tratan de aumentar su productividad a como dé lugar. Al subcontratar, en vez de asumir todas las áreas de la organización, buscan gente con distintas especialidades para preocuparse solamente del giro del negocio», explica.
Con la subcontratación permanente, las empresas no requieren de una jefatura directa con el empleado y tienen menos carga administrativa relacionada con la gestión de recursos humanos (sueldos, vacaciones y asistencias). «Otra ventaja es que no lidian con las consecuencias ante accidentes del trabajo ni despidos, ya que frente a esos escenarios es la empresa subcontratista quien responde», indica Becerra.
En las cifras a nivel macro, la subcontratación es un indicador positivo, pues da flexibilidad a las empresas y mejora su productividad, reconoce Felipe Ruiz, economista de Bci Estudios. Sin embargo, advierte también que hay que tener en cuenta su durabilidad: «Al ver los beneficios hay que considerar la persistencia en el empleo, porque si son de corta duración tiene una implicancia negativa».
El subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz, agrega que la clave de fondo son las condiciones que se otorguen mientras dure dicho empleo: «Cuando las empresas grandes dejan de hacer ciertas tareas específicas y subcontratan pymes, con creación de mejores empleos, eso puede hacerle bien a la economía, tanto en lo macro como en lo micro. El problema se da cuando la tercerización es utilizada con el propósito de precarizar las condiciones de trabajo».
Enseñanza, minería y salud acaparan el 48% de los subcontratados
La subcontratación tiene una fuerte presencia de trabajadores sin calificación. En GrupoExpro, por ejemplo, de sus 11.550 empleados, un 85,7% no tiene estudios, otro 8,1% son técnicos y el 6,2% son profesionales. Sin embargo, Becerra subraya que ha subido de forma constante el nivel de preparación de la gente: «Antes casi no existía la opción de contratar gente de alta calificación, incluso en empresas multinacionales. Hoy esto ha cambiado de forma significativa». En 2010, en la empresa los técnicos representaban solo el 0,1% y los profesionales el 4,8%.
Huberto Berg destaca que este fenómeno se repite en todo el mercado: «En la actualidad, la subcontratación está a cargo de áreas que son claves para el desarrollo del negocio, como la mantención o la logística. El mensaje que entregan las empresas es: necesito gente especializada».
Para Mario Becerra, esta mejora en la calidad de los trabajadores se debe a las condiciones laborales que se están ofreciendo. «Somos los primeros que empujamos los sueldos, porque tenemos la sensibilidad del mercado. Muchas veces la empresa tiene trabajadores de hace años y solo han ido reajustando sueldos, pero pierden esa vara sobre determinado cargo. Nosotros sabemos que hay que pagar desde cierto monto hacia arriba y que hay que ofrecer ciertos beneficios», explica el ejecutivo.
Según datos que manejan en la Subsecretaría del Trabajo, el 93% de los trabajadores subcontratados posee contrato de trabajo y el 90% declara tener cotizaciones previsionales y de salud. A la hora de atraer gente, la colación, contar con buses de acercamiento y el equipamiento de seguridad son elementos valorados, agrega Becerra.
Sin embargo, el subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz, advierte que aún persisten problemas en la calidad de este tipo de empleo. «Muchas veces lo que hace la subcontratación es disfrazar un simple suministro de trabajadores para abaratar costos y eludir responsabilidades laborales como la gratificación, y también para debilitar o derechamente impedir la organización sindical».
Según datos del INE, la enseñanza, la minería y los servicios sociales de salud son las áreas de la economía más fuertes en términos de subcontratación: entre las tres suman el 48% de los empleados bajo esta fórmula, es decir, 466.561 personas. Hay coincidencia en que la minería es de las que demanda el mayor número de profesionales y técnicos.
En el otro extremo, Becerra advierte que la construcción y la agricultura son rubros donde la subcontratación no ha entrado con fuerza. «No hay empresas grandes que subcontraten sino que, por lo general, son muy pequeñas, de una persona que se independiza y arma un equipo de cinco amigos para hacer el trabajo», dice. Según el INE, la pesca, actividades inmobiliarias y de intermediación financiera son otras áreas donde la subcontratación tiende a ser baja.
Subcontratación seguirá creciendo ante mayor desempleo
Para el futuro, este modelo de trabajo debiera seguir al alza. «El desempleo debiera pasar de 6,6% a 7%. En ese contexto, la subcontratación va a tomar un papel mayor y podría incrementarse su demanda considerando la mayor flexibilidad que genera este tipo de empleos», señala Felipe Ruiz, de Bci Estudios.
Huberto Berg agrega que el desempeño actual de la fórmula también debiera rendir frutos a futuro: «Puede ser que por este período coyuntural, que esperamos no sea eterno, aumente un poco la subcontratación. Sin embargo, por cómo lo han hecho las empresas subcontratistas, es un área que llegó para quedarse definitivamente en el desarrollo de las empresas», comenta.
Según las estimaciones de GrupoExpro, la subcontratación tiene espacio para expandirse en al menos 500 mil personas más: «La subcontratación ha estado creciendo cada año y de a poco nos vamos a ir pareciendo a países más industrializados, donde tienen una presencia más fuerte».
De hecho, según datos del INE, en el trimestre móvil marzo-mayo de 2015 los trabajadores subcontratados aumentaron en 50 mil, alcanzando por segundo año consecutivo un cifra igual de creación de este tipo de empleos para el mismo lapso.
Más del 90% de estos empleados tiene contrato de trabajo
Según datos de la Subsecretaría del Trabajo, el 93% de los trabajadores subcontratados posee contrato de trabajo y el 90% declara tener cotizaciones previsionales y de salud.
Seis meses es lo máximo para empleo transitorio
Los empleos subcontratados pueden ser permanentes o transitorios. Los primeros tienen las mismas condiciones que un empleo asalariado: se requiere de un contrato y dispone de todos los beneficios legales, como fuero maternal e indemnización por años de servicio en caso de despido. «La supervisión directa la da la empresa subcontratista, por lo que debe contar con presencia en las instalaciones del mandante. Nosotros somos los responsables de todo, de la gestión de ese empleado y también de si hay accidentes o despidos», explica Mario Becerra.
En el segundo caso se trata de trabajos que duran un máximo de tres meses renovables a seis como límite y son trabajos acotados, por un aumento estacional de la producción, un reemplazo o un proyecto específico. Acá, el jefe directo es la empresa mandante y dichos empleados no cuentan con resguardos legales como el fuero maternal.