Estudio de economista Salvador Valdés midió la carga impositiva con y sin reforma para pymes con utilidades menores a $25 millones al mes, que dan el 36% de los empleos, y para empleados con ingresos menores a $9 millones al mes. Desigualdad aumenta.
Por Carlos Alonso.
El jueves se terminaron de publicar las siete circulares restantes de las 56 que buscan aclarar el cambio al sistema impositivo que comenzará a regir en régimen a partir del 2018. Pese a que todavía quedan ajustes pendientes por realizar, para los cuales el Gobierno se autoimpuso un plazo máximo de hasta 1 año y medio, ya comenzaron a surgir algunos análisis críticos con respecto a si el nuevo sistema cumplirá con mejorar la distribución del ingreso y minimizar la desigualdad horizontal.
Uno de ellos es el informe que realizó el coordinador de microeconomía de Clapes-UC, Salvador Valdés, el cual aborda el grado en que la Reforma Tributaria logra el objetivo de reducir la desigualdad en cuanto a las Pequeñas y Medianas empresas (pymes) y a los empleados de ingresos altos. Asimismo, también entrega una serie de propuestas para perfeccionar la reforma en ese sentido. (Ver recuadro)
El estudio analiza a las pymes con utilidades entre $2 y $25 millones al mes; y a empleados con ingresos, entre $1 y $9 millones al mes, sin cónyuge. Según el informe, estas pymes son relevantes porque otorgan el 36% del empleo, mientras que los empleados con estos ingresos son los únicos cuyos impuestos personales a la renta superan 2% del ingreso.
Los objetivos públicos evaluados son la equidad horizontal, es decir, cobrar lo mismo a quienes ganan lo mismo, e introducir mecanismos más eficientes para incentivar el ahorro. Se desarrolla un indicador de carga tributaria para ahorro ocasional, aplicable tanto a empleados de alto ingresos como a pymes. (Sumando los impuestos sobre la empresas y sus dueños).
Conclusiones
El primer resultado de este estudio es que la reforma de 2014 ampliará la desigualdad entre pymes, según si a cada una le es posible adecuar a bajo costo y oportunamente su estructura legal y de propiedad. En efecto, se encuentra que las diferencias de carga entre regímenes son más de tres veces mayores que antes de la reforma, llegando a 10,4 puntos porcentuales del ingreso total.
En el papel, el régimen más favorable para las pymes en la mitad inferior del rango de utilidades que se estudió es el régimen alternativo de flujo de caja (art. 14 ter A), y para las pymes en la mitad superior del rango, es la renta atribuida combinada con la franquicia a la reinversión del artículo 14 ter C (a). Sin embargo, el segundo de estos regímenes no es alcanzable para aquellas pymes donde hay un socio que sea persona jurídica, pues los costos de cumplimiento propios de la renta atribuida se hacen enormes. Si ese socio no está dispuesto a vender o transformarse, el acceso a aquella franquicia será imposible, indica el estudio.
Así, al triplicar la dispersión de cargas entre regímenes, la reforma aumenta la desigualdad entre pymes de igual ingreso y ahorro, en una fuerte magnitud. S e indica que este incremento en la desigualdad no es mitigado por una eventual implementación “impecable” por parte del SII en cuanto a emisión de circulares.
El resultado de lo anterior, es un claro empeoramiento de los incentivos al ahorro de las pymes de mayor carga, en cambio, para el régimen de menor carga la reforma los deja en la misma posición.
Un segundo punto que aborda el estudio es que la pretendida inequidad que la reforma quería corregir entre los gravámenes sobre empleados, como por ejemplo altos directivos del Estado, asesores de ministerios y gerentes en empresas grandes, estatales y privadas, y sobre pymes, que tienen igual ingreso y ahorran la misma cantidad. No obstante, se encuentra que la pretendida inequidad, sólo era perceptible para aquellos con ingreso mensuales muy alto. (Mayor de 3 puntos porcentuales). En concreto, esa inequidad existía para ingresos superiores a $6,5 millones al mes, respecto de pymes en el régimen general, y para empleados con ingresos superiores a $4 millones respecto de pymes acogidas a la franquicia del art. 14 quáter. La situación de mayor prevalencia era la opuesta, pues la carga del impuesto a la renta sobre las pymes en el régimen general era superior a la carga sobre empleados, cuando el ingreso era hasta $4,5 millones al mes por familia (sumando otras fuentes de ingreso del cónyuge).
El tercer resultado del informe se refiere a la situación antes descrita ahora con reforma: en el papel, si las pymes pudieran reestructurarse a bajo costo y en un corto período de tiempo para acceder al régimen más favorable, y si el costo de cumplimiento fuera igual en todas las opciones, la reforma habría reducido levemente la desigualdad entre pymes y empleados de alto ingreso. Pero en la realidad, la enorme dispersión de carga que la reforma aplica a las pymes hace que en muchos casos la inequidad horizontal cambie de signo y favorezca a los empleados. “Este insólito resultado nunca estuvo presente en el debate público”, señala el texto de Clapes.
El programa del gobierno también declaró, pensando en los salarios y el empleo, que otro objetivo de la reforma sería “introducir nuevos y más eficientes mecanismos de incentivo al ahorro y la inversión”. Sin embargo, este estudio encuentra que la reforma empeora los incentivos a las pymes para aumentar el ahorro.
Además, se encuentra que con reforma, la selección de proyectos de inversión de mayor plazo por parte de las pymes incrementa sustancialmente su carga tributaria, por ejemplo, en 4,9 puntos porcentuales cuando el plazo del proyecto sube desde 5 a 30 años. Por eso, acusa el estudio que “la reforma favorece el cortoplacismo, excluye a las pymes de los buenos proyectos de largo plazo, lo que aumenta la desigualdad”.
Otra faceta se refiere al volumen de inversión. Una mayor dispersión de cargas tributarias entre pymes por distintos regímenes tributarios, reduce la cantidad agregada de inversión. Esto ocurre porque un proyecto es rechazado si la pyme que lo idea está en un régimen tributario oneroso, pero hubiera sido aceptado si esa pyme hubiera tenido la suerte de acceder al régimen con carga más liviana.
Respecto de la promesa de que aquellos que tienen más paguen más, los grupos estudiados en este informe pertenecen al 8% de mayores ingresos del país, por lo que tienen alguna influencia, aunque bastante menor que las grandes empresas y sus dueños.
La novedad es que las pymes de mayores utilidades pagan más que antes en la mayor parte de los regímenes, excepto en el régimen alternativo con flujo de caja, donde la carga es algo menor que sin reforma.