Si bien se anticipa que su vialidad política es baja, también verá si hay espacio para el reemplazo interno. Cambios en pymes y adaptabilidad ganan terreno en el oficialismo.
Por Juan Pablo Palacios.
El próximo lunes, a partir de las 15.00, todos los parlamentarios de la Nueva Mayoría (NM), junto a los ministros Jorge Burgos (Interior), Marcelo Díaz (Segegob), Nicolás Eyzaguirre (Segpres), Rodrigo Valdés (Hacienda) y Adriana Delpiano (Educación), llegarán hasta el Estadio El Llano del BancoEstado en San Miguel para participar del esperado cónclave oficialista.
La cita viene siendo preparada desde hace casi dos semanas por los integrantes del comité político, tomando como directriz lo debatido con la Presidenta Michelle Bachelet sobre la jerarquización de la agenda en el consejo de gabinete ministerial que se realizó el 10 de julio en el estadio San Jorge.
Fuentes del oficialismo indican que ya quedó zanjado que el cónclave estará centrado en la reforma educacional y los alcances que podrían tener los perfeccionamientos a la reforma laboral, de modo de ponerla en sintonía con el actual panorama económico.
En esa línea, dicen las fuentes, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, profundizará en el espacio de modificaciones que tiene contemplado el Ejecutivo para avanzar en la tramitación del texto en el Senado.
En reuniones anteriores el jefe de las finanzas públicas adelantó a los presidentes de partidos oficialistas y legisladores que habría un tratamiento especial para las micro y pequeñas empresas en el proyecto, basado en la acotación a siete días de la duración de la huelga en las pymes y el alza de los quórum para la constitución y funcionamiento de los sindicatos.
Pero para el cónclave del próximo lunes trascendió que Valdés colocará sobre la mesa cambios más complejos, dado el rechazo que generan en el ala más dura de la NM y en la CUT. Lo primero, la idea de reponer el concepto de huelga pacífica con sanciones por actos de violencia, como una señal para los privados que demandan esta modificación. También, aunque de manera más cautelosa por su baja viabilidad política y pese a que había tendido a desestimarlo, se evaluará si hay o no piso para un mecanismo acotado de reemplazo interno.
Junto con ello, plantearía una nueva fórmula de pactos de adaptabilidad que beneficiaría al mundo sindical.
Fuentes conocedoras del proceso de perfeccionamientos revelan que el Gobierno hasta hace unos días estaba abierto a la opción de analizar el reemplazo interno, alguna fórmula de descuelgue y la reposición de las sanciones por violencia en las huelgas. Sin embargo, ante las advertencias del PC de dejar la Nueva Mayoría si se moderan las reformas, habría retrocedido en casi todos esos puntos.
Por el momento se mantienen en pie los cambios en las empresas de menor tamaño, el ajuste a los servicios mínimos y en el cónclave se verá si hay “agua en la piscina” para la reposición de la llamada huelga pacífica.
Piso político para cambios
Ayer, en el tradicional comité político, La Moneda confirmó que están en conversaciones con todos los sectores para ver si hay entendimientos en materia laboral.
Tras la reunión en palacio, el diputado y presidente del PC, Guillermo Teillier, indicó que “de las conversaciones que hay hasta ahora, no hay nada que implique que va a haber un cambio drástico en el proyecto respecto de lo que se aprobó en la Cámara, habrá precisiones en las pymes y otras cosas, pero ninguna de esas incide en los puntos centrales. Espero que eso sea así y que sea con acuerdo entre todas las partes, sobre todo tomando en cuenta a los trabajadores”.
Añadió que “si la derecha quiere echar abajo el fin del reemplazo en huelga, nosotros no vamos a estar dispuestos a aceptarlo”.
En la misma línea, línea el senador Alejandro Navarro (MAS) afirmó que “el tema de la adecuación puede ser revisado, pero no debe haber reemplazantes en la huelga, ni tener un concepto pacífico, eso quebraría el derecho fundamental garantizado por la Constitución”.
Ernesto Velasco, presidente del Partido Radical, reforzó que “bajo ninguna condición se puede transigir el reemplazo en huelga, porque eso en definitiva es desnaturalizar el derecho a la huelga”.
En tanto, la jefe de la bancada de senadores de la DC, Carolina Goic, se mostró partidaria de mantener el corazón de la reforma laboral que despachó la Cámara de Diputados y compartió la necesidad de que “en el caso de las micro y pequeñas empresas tengamos ciertas normas especiales o el que la definición de servicios mínimos esté previo a la negociación colectiva”.
En la oposición por su parte, el diputado de la UDI Patricio Melero ve con buenos ojos los cambios en materia de pymes, la gradualidad de los pactos de adaptabilidad, más claridad en servicios mínimos y la reposición del concepto de huelga pacífica.