En los próximos doce meses:
Sostuvo que la depreciación del peso es saludable para ajustar la economía.
Por LINA CASTAÑEDA.
El ex presidente del Banco Central José De Gregorio enfatizó que la depreciación del tipo del peso es una reacción saludable a los eventos externos. «Hay que dejar que las señales de precios operen para que se produzca la reasignación de los recursos», indicó.
De Gregorio se refirió a la coyuntura tras participar en el lanzamiento de un nuevo libro de la serie Banco Central sobre «Liquidez Global, Externalidades a Mercados Emergentes y Respuestas de Política», acto encabezado por el presidente del instituto emisor, Rodrigo Vergara.
Ante una consulta, De Gregorio opinó que la economía chilena está preparada para enfrentar la desaceleración prevista de la economía china y la próxima normalización de la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. Dado el deterioro en los precios de los commodities , la economía tiene que reorientarse hacia otros sectores transables, comentó.
Acerca de cuán saludable puede ser un tipo de cambio más alto si está afectando la inflación, en medio de una desaceleración de la economía, De Gregorio consideró que es normal que el tipo de cambio tenga efecto sobre los precios, impacto que es de corto plazo, pero no es una variable que determine desviarse de la meta inflacionaria y en caso que haya desvíos, «el Banco Central va a tener que tomar las medidas que correspondan en su momento».
Que la economía esté creciendo poco, precisó, no es un problema de insuficiencia de demanda, sino que tiene más que ver con temas de productividad y reasignacional sectorial.
Sobre lo que cabe esperar para los próximos doce meses, anticipó que la inflación gradualmente va a retornar al rango meta de 3% más/menos un punto porcentual. «Vamos a tener un tipo de cambio más alto y vamos a tener menos actividad. Lo importante es que esto ocurra con la menor pérdida de empleos y con mayor capacidad de recuperación de la economía», dijo.
En cuanto a la opción de intervenciones cambiarias, planteó que, en general, deben ser excepcionales y ocurren en momentos en que se quiere acumular reservas. «Pero en otra dirección es mucho más cuestionable porque las fluctuaciones del tipo de cambio son las que ayudan a que la actividad no se vea tan afectada y, en esa medida, creo que es muy saludable lo que está pasando con el tipo de cambio».