Subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz, reconoció que la reforma laboral considera la prohibición de sustitución del puesto de trabajo y no de la función en la empresa. Prevé que tema se verá caso a caso y que será zanjado por la vía de la jurisprudencia.
Por Juan Pablo Palacios.
El reemplazo en huelga con trabajadores internos es uno de los temas de la reforma laboral que más debate ha generado en los días recientes, en el marco de la tramitación del proyecto de ley en el Senado.
Hace unas semanas se conoció un documento de un grupo de técnicos de la Democracia Cristiana (DC) liderado por el economista René Cortázar, que planteó derechamente mantener en la legislación la sustitución interna en caso de paralización legal. La propuesta fue vista con interés por los senadores falangistas Andrés Zaldívar e Ignacio y Patricio Walker, y luego también fue validada por la ex ministra del Trabajo y hoy embajadora de Chile en la OCDE, Claudia Serrano (PS).
Asimismo, la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) planteó a los senadores de la Comisión de Trabajo que ante la eliminación del reemplazo externo, se deje al menos el interno.
En medio de esta discusión, el miércoles por la tarde el subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz, en un encuentro de conversación laboral en el think tank ligado al oficialismo, Chile 21, sinceró que en el texto hay un espacio acotado para la sustitución con empleados internos en caso de huelga.
“Como en Chile tenemos multiplicidad sindical -puede haber más de un sindicato en una empresa-, va a ocurrir que hay trabajadores en huelga dentro de una empresa donde hay otros trabajadores que no van a ir a la huelga. La línea divisoria de cuándo yo estoy reemplazando con un trabajador interno es bien débil. O sea, cuando le pido a una secretaria que haga la llamada que la secretaria que está en huelga no hizo, ¿es reemplazo o no es reemplazo? Es jodido cuando se divide eso”, dijo Díaz.
El proyecto de ley que despachó la Cámara de Diputados establece sólo la prohibición del puesto de trabajo y no de la función laboral, concepto que a juicio del subsecretario Díaz es impreciso y abre la puerta a interpretaciones.
“¿Si se va a huelga una secretaria, se va a huelga toda la función de secretariado cuando hay trabajadores de esa función que no lo están? A nuestro juicio, es imprecisa, imposible de aplicar (el fin del reemplazo con internos) y atenta incluso contra la libertad sindical del que no se fue a huelga con ese sindicato”, señaló el personero.
Díaz recordó que el comentado caso de la Corte Suprema de diciembre pasado -que favoreció la huelga sin derecho a reemplazo, ni siquiera con trabajadores internos- se refería a la prohibición de sustitución del puesto de trabajo y no de la función. “Construye la noción de puesto (de trabajo) que nosotros hemos tratado de incluir en el proyecto de ley, como un concepto que se va a construir en el caso a caso y que es una confluencia de turno, función y lugar o posición física, o sea de la confluencia de esos tres (requisitos). Se van a huelga sólo algunos guardias de la empresa y del resto de la empresa nadie, ¿puedo trasladar guardias desde adentro a la puerta? Parece que sí. ¿Si se fue todo un turno, puedo cambiar los turnos? Ahí ya huele a reemplazo interno. Entonces esto va a ser, como lo hizo la Corte Suprema, algo donde la jurisprudencia va a ir ayudando mucho”, explicó.
La mano de godoy y lyd
A fines de marzo de este año, el entonces jefe de estudios del Ministerio del Trabajo, que es considerado el “redactor” de la reforma laboral, Roberto Godoy, ya había abierto la puerta a un reemplazo interno encubierto por medio de la sustitución de funciones.
Para el abogado Sergio Morales, de LyD, el escenario planteado por el Gobierno sería impracticable. “El reemplazo de funciones se va a hacer con internos y eso está sancionado como práctica antisindical, porque de acuerdo a la redacción del proyecto va a ser asimilado a reemplazo. La única fórmula para que el reemplazo interno resulte, es mediante mecanismos automatizados de servicios, porque quedó una redacción extremadamente abierta ala definición de práctica antisindical”, advirtió.