Transcurridos los primeros seis meses del año se han presentado, sólo en la Corte de Apelaciones de Santiago, 56.537 recursos de protección contra las isapres por las alzas de los planes de salud.
Por Patricio Poblete.
La industria de isapres continuó mostrando el efecto de la judicialización del alza de los planes de salud en sus estados financieros del segundo trimestre.
Durante el primer semestre la utilidad de la industria descendió un 41% interanual, pasando de $43.902 millones a $25.875 millones, sin incluir MasVida. Las caídas fueron de magnitud en todas las isapres, fluctuando entre -73% y -27%.
Esta información fue entregada por las aseguradoras el viernes pasado a la Superintendencia de Isapres.
De acuerdo a diversos actores de la industria, el sector se ha visto afectado por una serie de elementos que han derivado en este desplome de los resultados: alzas de licencias médicas, incremento en el costo de la salud y el aumento de los recursos de protección contra el ajuste al alza de los precios de los planes de isapres.
En los últimos años las distintas Cortes de Apelaciones del país se han visto inundadas por recursos de protección contra las isapres para evitar el aumento del valor de los planes. El crecimiento ha sido explosivo considerando que en 2011, el número de recursos ascendía sólo a 21.497 y que en 2014 sumaron 99.097, un incremento de 54% respecto a 2013 e involucrando costas por $14.836 millones. Transcurridos los primeros seis meses del año se han presentado sólo en la Corte de Apelaciones de Santiago, 56.537 recursos de protección.
Para este año, ya se estima que las isapres tendrán que desembolsar por este ítem unos $25.000 millones, luego de recibir más de 174 mil causas.
De acuerdo a un estudio de la consultora Altura Management, el fenómeno de judicialización se inició en forma progresiva durante 2007 para incrementarse exponencialmente en 2008 y consagrarse como una variable más del sistema privado de salud.
Descontando los planes colectivos de salud, durante 2014 un 7,5% de los cotizantes recurrió a una corte de apelaciones para congelar el alza de su plan de salud.
Y la tendencia a ir a la justicia para evitar los ajustes será algo que no se detendrá, sobre todo porque se ha transformado en un buen negocio para un grupo de abogados (una firma de abogados logró ingresos por $1.000 millones en 2014 por este concepto) y porque las señales de la propia justicia fomentan estas causas.
De hecho, el ministro de la Corte Suprema, Milton Juica, sostuvo hace unos días a PULSO, que “si tienen tantos fallos en contra, las isapres debieran cambiar el sistema, rebajar automáticamente los precios”.
Agregó que “la gente no está obligada a aceptar, porque le ponen ‘acepta lo mío, va a un plan menor o se va’. Por experiencia, así me dicen a mí”.
Por lo pronto, en la industria pretenden que la autoridad realice los cambios necesarios para ajustar los precios de una manera sostenible, con el objeto de hacer sostenible una situación que de persistir podría derivar en que las isapres presenten pérdidas.
Colmena lidera
De las cinco isapres que entregaron sus resultados a la Superintendencia, sólo una de ellas obtuvo ganancias mayores a las del primer semestre 2014. Se trata de Vida Tres, cuyas utilidades crecieron un 20%, alcanzando los $5.500 millones.
En el otro extremo, la que más cayó fue Cruz Blanca, empresa que consiguió una utilidad de $3.375 millones, un 73% menos que el año anterior.
La isapre que mostró mejores resultados fue Colmena, que alcanzó los $6.700 millones, aunque la cifra fue un 27% menor a la del mismo período del año anterior. La sigue Banmédica con una utilidad de $6.400 millones, también un 27% menor al monto obtenido en 2014.