Una ola de despidos realizó la empresa tras la huelga legal protagonizada por los trabajadores en abril. Hasta la fecha, diez han sido desvinculados invocando las caprichosas interpretaciones de los artículos del Código del Trabajo N° 161 (“necesidad de la empresa”) y el N° 160 (“conductas indebidas de carácter grave”).
Así lo denunció el presidente del Sindicato de Trabajadores Lan Express /Federación Trabajadores LAN, Luis Chávez quien enfatizó que todos los despedidos, son trabajadores que participaron activamente en la huelga “son los que dieron entrevistas, los que motivaron, los que manifestaban sus derechos”. Se trata de personas que llevaban, 9, 11 y hasta 45 años en la compañía. A dos se les aplicó el artículo N° 160 y al resto, el N°161. En las próximas semanas darán curso a las demandas.
La ola comenzó con el despido más emblemático: el de Manuel Liberona. Trabajador que prestó sus servicios durante 45 años y obtuvo varios reconocimientos por parte de la compañía por su compromiso profesional, leal y de gran experiencia en protocolos de Mantención y Seguridad de los aviones. Era el jefe de Supervisores al momento de su despido que se concretó bajo el artículo N° 160 del Código del Trabajo, sin derecho a indemnización.
A juicio de Chávez, este fue uno de los despidos estratégicos con el cual la compañía quiso sentar un precedente para “transmitir persecución y amedrentamiento y proponer un escenario inestable, cosa que los trabajadores sintieran el temor del ejercicio de la sindicalización y con eso la empresa buscar el camino de la desafiliación y de la renuncia sindical”.
En este marco, Chávez planteó la interrogante sobre “¿cuál es el escenario de la libre sindicalización?: muy limitado, demasiado limitado porque, de una u otra manera, violenta el derecho de adherirse o participar y ser un sujeto activo en un proceso determinante, como lo es la negociación colectiva”.
Otra de las desvinculaciones por el N° 160, “fue de un trabajador que se negó a pasar el basurero en un avión que hizo escala en Iquique en dirección a Arica. Él se niega a pasar la bolsa de basura entre medio de los pasajeros, lo encontró denigrante pero además no era su función por lo que se negó a hacer esa tarea. Lo amenazaron con despedirlo y, al otro día, lo despidieron por incumplimiento de contrato”.
En este escenario, el dirigente planteó la inquietud sobre cómo la empresa quiere mayor compromiso por parte de los trabajadores si ésta “coarta la libertad sindical con todas las prácticas que han venido posterior a la huelga: dilatar pagos, entregar información tergiversada por ejemplo el pago de bonos; ellos dijeron que no correspondía pagar los bonos al grupo que optó por el artículo N° 369 del Código del Trabajo (…). La empresa, recién a fines de julio, pagó un sueldo de los bonos que nos tenía que pagar. Pero en los 3 últimos meses, montaron un escenario para desarticular la organización. Propuso una descarnada gestión de desarticulación sindical. Brutal manera para poder articular a los trabajadores que por sus apremiantes necesidades y compromisos familiares, son los que optan por coartar sus propios derechos y pasar al carro de los trabajadores vulnerados”.
En tanto el secretario del gremio, Eric Arce dijo que la “organización, está dando todo el apoyo y tomará las acciones necesarias que dicen en relación a prácticas antisindicales, dado que se trata de personas que participaron en la huelga y la empresa, a modo de represalia, les puso término del contrato de trabajo bajo la excusa de “necesidad de la empresa”. Hay dos casos que, derechamente, se les aplicó el N° 160 como causal de despido, sin derecho a indemnización por años de servicio que es el caso de Manuel Liberona y Jonathan Noriega. En estos casos, la demanda incluye vulneración de derechos fundamentales”.