Estimaciones de Clapes-UC:
Salarios reales crecen 2% a junio y la productividad del empleo, 0,4%
Por LINA CASTAÑEDA.
Desde fines de 2013 los salarios reales, esto es, descontada la inflación, están creciendo más rápido que el producto medio por trabajador, lo cual conlleva presiones inflacionarias y también ajustes en el nivel de empleo, señalan analistas.
A junio de 2015 las remuneraciones reales se incrementan en 2%, mientras que la productividad media del empleo (PIB dividido por el número de trabajadores) sube solo 0,4%.
Dos son los factores que inciden en esta evolución, dice Rodrigo Cerda, director alterno de Clapes-UC: los salarios nominales mantienen una alta inercia debido a la indexación por inflación pasada y, por otro lado, la desaceleración provoca que disminuya el crecimiento del producto medio por trabajador.
De acuerdo con la teoría económica, explica el experto, ambas variables deberían moverse juntas, ya que si aumenta lo que cada trabajador produce en promedio, el trabajador está siendo más productivo. En ese escenario, habrá empresas dispuestas a contratarlo a salarios más altos, y si la empresa actual no quiere perderlo, debe aumentar su remuneración. Sea que parta o se quede en la empresa, el trabajador terminaría con salarios más altos.
Pero como los salarios reales crecen en el último tiempo sobre el producto medio, las empresas pueden reaccionar disminuyendo los niveles de empleo y, sostiene Cerda, si bien algo de eso ha ocurrido, este segundo efecto es incipiente.
En su Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central corrigió al alza sus proyecciones para la inflación a niveles de 4,6% anual a diciembre.
En opinión de Guillermo Pattillo, académico de la Universidad de Santiago, la persistencia a una alta inflación en algún sentido pone restricciones a la expansión del gasto fiscal en el Presupuesto 2016, ya que puede tener algún efecto en los precios de algunos servicios y en los salarios.
Aunque el sector público es una pequeña fracción del empleo total en la economía, sus reajustes salariales tienden a constituirse en una señal a la cual se atan otros sectores para intentar resultados semejantes o mejores, expone Pattillo.
«La negociación salarial de fines de año en el sector público debiese ser muy conservadora y cuidar mucho que esa alza sea modesta y compatible con la situación que estamos viviendo y que vamos a vivir el próximo año, que no va a ser buena», señala.
Más allá de la coyuntura, al académico le preocupan los cálculos de las variables de PIB tendencial y precio del cobre de mediano plazo que se usarán en el Presupuesto. El mercado estima un precio de US$ 2,35 la libra de cobre para los próximos dos años y las cifras estimadas no andan ni cerca. En el PIB tendencial de 3,6%, el rango de dispersión de las estimaciones es de 3,2% a 4,1%, lo que revela enormes discrepancias que no se resuelven mediante un promedio, dice.
Reajustes
La negociación salarial de fin de año en el sector público debería ser conservadora, dice académico de la Usach.