Por Macarena Vega.
Parte de los senadores cree que se debe mejorar el proyecto en la discusión en particular, pese a indicaciones del gobierno. Ministro del Interior, Jorge Burgos, conoció el detalle de las enmiendas sólo una vez que fueron presentadas por Rincón y Valdés.
Aparecía como uno de los convocantes, sin embargo, Andrés Zaldívar (DC) no llegó al punto de prensa en que los senadores de las comisiones de Trabajo y Hacienda respaldaron las indicaciones del gobierno a la reforma laboral. Aunque más tarde explicó que se marginó porque no le avisaron y “no era parte” de la convocatoria, su ausencia no pasó desapercibida.
Ya desde el viernes, cuando la Nueva Mayoría celebraba haber llegado a un acuerdo con el Ejecutivo en torno a las enmiendas, la postura de Zaldívar generaba dudas. El senador fue parte de la negociación, pero quienes conversaron con él después de que abandonó el edificio de Teatinos 120 -el viernes a las 16.00- comentaban que no se sentía suscribiendo un acuerdo propiamente tal.
Lo mismo ocurría con otros senadores del partido el sábado por la tarde, luego de que Hacienda ingresara -sorpresivamente, ya que el plazo expiraba a las 18.00 de ayer- sus indicaciones. En reserva, algunos se desmarcaban de la que sería la versión oficial falangista.
A esto se sumó la incomodidad que generó un detalle para algunos alarmante: el ministro del Interior, Jorge Burgos, no conoció las indicaciones hasta después de que fueron ingresadas. Según quienes conversaron con él, si bien en el proceso tuvo mucho diálogo con el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, no fue informado de la redacción final, la que conoció luego de que fueran presentadas. Algunos comentaron que Burgos ni siquiera fue informado del adelanto en el ingreso de las enmiendas, lo que advirtieron como un distanciamiento entre ambos.
Matices
La versión oficial que habían comunicado el presidente de la DC, Jorge Pizarro, y la jefa de comité, Carolina Goic, era que había acuerdo en los temas clave, y que por lo mismo el gobierno contaba con los votos DC. Ese compromiso fue refrendado ayer varias veces. Con esa certeza, el ministro Valdés afirmó -luego del comité político- que “el acuerdo fue muy bien recibido por los presidentes de partido. Da cuenta de un esfuerzo en que todos cedimos algo”.
Sin embargo, este acuerdo fue relativizado en la tarde por algunos senadores de la DC, luego de una reunión en que analizaron el proyecto. Si bien unánimemente valoraron “los avances” emanados de las conversaciones entre el gobierno y los senadores oficialistas, plantearon reparos en la forma en que se resolvieron algunos aspectos. Entre ellos, uno clave: la prohibición del reemplazo en huelga.
“Algunos creemos que en la discusión en particular todavía es posible introducir mejoras o perfeccionamientos en materias como reemplazo interno, extensión de beneficios, y sindicato interempresa”, comentó al salir de la reunión el senador Ignacio Walker, que añadió que “como se está iniciando esta discusión en particular, creemos que hay espacio para introducir mejoras o perfeccionamientos en estas materias”.
El senador explicó que si bien hay poca iniciativa parlamentaria en estos asuntos, reservados mayormente al Ejecutivo, “hay algunas materias que evidentemente pueden ser objeto de indicaciones”.
Walker explicó sus aprensiones comentando que “la diferencia entre la reforma tributaria y la laboral es que la primera se puede revisar -de hecho a menos de un año de su entrada en vigencia estamos haciendo una adecuación legal y administrativa- en cambio la reforma laboral es irreversible, no hay marcha atrás. No podemos equivocarnos”. En todo caso, valoró algunos aspectos de lo acordado, como lo relativo a la negociación colectiva en los contratos con trabajadores transitorios, o la posibilidad de que una vez iniciada la huelga, el empleador pueda realizar una nueva oferta, que pueda someterse a una votación secreta por parte de la asamblea de trabajadores.
El senador Patricio Walker también valoró esos aspectos, y destacó “el reconocimiento del derecho y la libertad del trabajador a reintegrarse a su trabajo en caso de huelga, mediante la desafiliación al sindicato”. Sin embargo, también marcó un matiz respecto de las indicaciones del gobierno.
“Naturalmente que en el trámite parlamentario se puede mejorar la redacción de algunos artículos para permitir que los trabajadores que no están en huelga puedan, dentro del concepto de la polifuncionalidad, sustituir las funciones al interior de la empresa de aquellos que están en huelga. En eso se puede precisar la redacción”, dijo el presidente del Senado.
El ministro Burgos, a su vez, en entrevista con La Tercera había adelantado que la discusión en el Senado será una buena instancia para efectuar modificaciones.
En tanto Zaldívar -apuntó a que lo definido por el Ejecutivo para el no reemplazo en huelga “es un avance”, y que “las leyes siempre se pueden ir mejorando”. Según el senador, las enmiendas del gobierno están “dentro de los acuerdos que se han hecho, pero todo es perfeccionable”.
El otro acuerdo
En paralelo, un grupo transversal de senadores -impulsado por Andrés Zaldívar (DC), Eugenio Tuma (PPD), Rabindranath Quinteros (PS), Hernán Larraín (UDI) y Andrés Allamand (RN)- ha ido preparando un segundo acuerdo, esta vez, para “normar de mejor forma” la realidad sindical de las micro, pequeñas y medianas empresas. Las modificaciones apuntan, entre otras cosas, a aumentar el quórum para organizar sindicatos de ocho a 25 trabajadores.
Con esto, las microempresas quedarían excluidas, que funcionan con un máximo de ocho operarios. También afectaría a las pequeñas empresas, que poseen entre 9 y 49 trabajadores, por lo que la mitad de sus funcionarios debería afiliarse, cifra que no se da con frecuencia. Asimismo, en las pymes, según lo que proponen los legisladores, las negociaciones podrían darse no sólo a través de los respectivos sindicatos, sino también de “grupos negociadores”. Ambos cambios son rechazados por parte importante de la Nueva Mayoría.