La tendencia va contra lo que señala el mercado, que plantea aumentar la edad para incrementar las pensiones. De hecho, la Comisión Bravo propuso equiparar en 65 años la edad de retiro, sin distinción de género.

Por Claudio Reyes R.

Contra la corriente. Así van las mujeres en materia previsional, pues la tendencia no se condice con lo propuesto por la Comisión Bravo en cuanto a elevar la edad de jubilación, hoy en 60 años, para mejorar las pensiones. En efecto, en todo el sistema el género femenino redujo la edad real de jubilación en los últimos años: si en 2010 ellas se retiraban en promedio a los 63, en 2014 lo hicieron a los 61, según datos de la Superintendencia de Pensiones (SP).

El fenómeno se da en un contexto en que los montos promedio de las pensiones que ellas perciben han bajado, desde $ 114.418 a $ 67.745 en el mismo período.

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La SP detalló que en esas estadísticas se excluye a las personas que se afiliaron para obtener el Bono por Hijo y que el monto de la pensión incluye el Aporte Previsional Solidario (APS). No obstante, la entidad explicó que se debe considerar que la mayoría de las mujeres aún no cumple el requisito de tener 65 años para acceder al Pilar Solidario, por lo que una vez que sí lo hagan, aquellas elegibles aumentarán sus jubilaciones.

Como sea, las variables de edad y monto de jubilación van de la mano. Así se ha planteado en el mercado y la academia, dado el acelerado envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida. La SP y la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) pusieron en consulta, en marzo, las nuevas tablas de mortalidad para calcular las jubilaciones, en las que se consigna que las mujeres del sistema previsional que en 2016 tengan 60 años vivirán en promedio hasta los 91-casi dos años más que lo actual-, involucrando una reducción de 3,42% en la primera pensión versus las tablas vigentes.

La Comisión Bravo hizo eco de lo señalado por diversos agentes y, en el informe final, sugirió elevar a 65 años -igual que los hombres- la edad de jubilación femenina.

La instancia explicó que hay al menos cuatro factores que determinan esas brechas: las condiciones del mercado laboral; la división sexual del trabajo -distribución de éste dentro y fuera del hogar y la forma en que se asignan a hombres y mujeres distintos roles y expectativas-; los cambios en la composición de los hogares, y las reglas del sistema previsional.

Rodrigo Gutiérrez, gerente de consultoría y educación de Ciedess, destacó que una medida de esta naturaleza debe ir “acompañada de políticas públicas que promuevan y faciliten que las personas mayores, especialmente del sexo femenino, puedan seguir participando del mercado laboral”.

En todo caso, que ellas se jubilen en promedio a los 61 años no quiere decir que no sigan laborando. La Ocde señaló en un estudio, de 2013, que en Chile las mujeres se retiran efectivamente -pensionadas o no- a los 70,4 años en promedio, la mayor edad entre los 34 integrantes del Club de los Países Ricos. “El 49% de las mujeres que trabajan habiendo cumplido la edad de pensionarse, tienen 65 años o más”, dijo Gonzalo Durán, economista de la Fundación Sol.