Ministro de Hacienda entregó cifras del proyecto de Ley de Presupuestos:
Pese a la caída, el valor total sigue siendo muy alto respecto a los últimos años, dijo el ministro Valdés. Economistas ven su impacto a mediano plazo.
Por L. CASTAÑEDA y M. PENAFORTE.
El proyecto de Ley de Presupuestos 2016 contempla una caída de 2,4% en la inversión pública, en relación a la ley del presente año, dijo el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.
No obstante, el monto sigue siendo muy alto, dado que alcanzó niveles récord este año. «De hecho, la tasa de inversión a PIB que tenemos en este Presupuesto es la tercera más alta desde 1990, siendo las otras dos las que tuvimos en el año 2009 -con el ajuste creo perfecto con la política anticíclica de ese momento-, y la del año que termina», indicó.
El gasto corriente tendrá un incremento de 6,3% mientras que el gasto en personal crecerá un 4,8%, dijo el secretario de Estado durante una conferencia conjunta con el director de Presupuestos, Sergio Granados, en la que entregaron parte de las cifras contempladas en la propuesta presupuestaria.
Cualquier disminución de gasto fiscal reduce el nivel de la demanda o gasto total de la economía y, por lo tanto, dice Guillermo Pattillo, economista y académico de la Universidad de Santiago, con todo lo demás constante algún efecto contractivo tiene en la actividad.
Con todo, la inversión pública representa solo un 5% del PIB frente a una inversión total que es de 21% del Producto, por lo que el impacto contractivo en 2016 es leve. «Lo más relevante es que una baja de la inversión pública es su impacto en la capacidad de producción de la economía en el largo plazo», sostiene Pattillo.
La menor inversión, agrega, deriva de reconocer que el sector público no tiene capacidad para gestionar una inversión como la presupuestada en 2015, por lo se verán subejecuciones significativas de inversión en algunas áreas y gasto corriente aumentando en otras. Usar recursos de salud que estaban previstos para construcción de hospitales, en la adquisición de equipamiento, como señaló Granados, tampoco es rápido ni es el mejor uso de los recursos, dijo Pattillo.
Según el académico de la Usach, es un error asumir que el fisco es reactivador. Se debe mirar su impacto no solo en lo que va a pasar en un año determinado, sino cómo aporta a la estabilidad, al crecimiento y productividad de mediano plazo. Advierte que cuando el gasto fiscal crece más que el Producto Interno Bruto (PIB), tiende a afectar la tasa de interés -y ve probable que el Banco Central la suba pronto- y eso le resta espacio al sector privado. «El gasto fiscal creciendo 9,8% y la economía a un 2% en 2015 es suficiente evidencia», comentó.
La mayoría de los analistas estaba considerando que la inversión fiscal iba a tener cero variación o levemente negativa, por lo tanto -afirma Patricio Rojas, economista y consultor de Rojas & Asociados- «no está desalineado de las estimaciones y el efecto no es significativo».
El crecimiento cercano a 2,8% en 2016 que tiene el Banco Central, contempla un crecimiento total de la inversión de 1,7% y eso implica una inversión fiscal cercana a cero o levemente negativa, dice Rojas. Su proyección es que la economía crecerá más cerca de 2,3% y 2,4%; la inversión privada en torno a 1% y la inversión fiscal en torno a 0%.
Si bien comparando ley contra ley de Presupuestos, el gasto fiscal crece 6,6% el próximo año, Rojas dice que para efectos macroeconómicos es mejor comparar con el gasto efectivo de 2015 que arroja como resultado un aumento de 4,4%. «Está en línea con lo que el fisco se podía mover. No es un presupuesto contractivo, sino probablemente es en lo que se podía alinear el ministro con respecto a las demandas políticas», dice.
Sus reparos apuntan al compromiso del ministro de reducir en los próximos tres años en 0,25 puntos porcentuales el déficit fiscal estructural.
Considera que el ritmo de reducción debiera ser más rápido porque es relevante para el Banco Central en lo que dice relación con la tasa de interés.
Gobierno solicita endeudarse por hasta US$ 9.500 millones
El proyecto de Ley de Presupuestos contempla una autorización al Ejecutivo para contraer deuda en el país o en el extranjero en moneda local o extranjera por US$ 9 mil millones, con un monto adicional de US$ 500 millones, cifra superior a los US$ 8 mil millones estipulados en el presupuesto del 2015. Una parte importante del endeudamiento se destina para financiar el déficit fiscal y otra parte menor para amortizaciones de deuda.
Según los cálculos del economista Jorge Hermann, de Hermann Consultores, el endeudamiento permitido en el 2016 representa un 3,6% del PIB, lo que implica que la deuda pública podría alcanzar un nivel de entre 18% y 20% del PIB el próximo año. Dice que el monto es preocupante dada la desaceleración, los riesgos inflacionarios y una posible política monetaria contractiva en 2016.
Proyecto expande gasto público en 6,6% el próximo año respecto de actual ejecución
Pese a que el Presupuesto se presentó con una cifra de crecimiento del gasto público de 4,4% respecto del gasto efectivo de este año, ayer el director de Presupuestos, Sergio Granados, informó que el erario crece 6,6% si se compara la ley de 2015, una expansión significativamente mayor.
Pese a que no es habitual presentarlo de esa manera, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, defendió la forma de mostrar el incremento del gasto, citando que en otros años también se usó esa forma, como en 2006, 2009 y 2010. «El gasto que está en esa formulación presupuestaria nos permite hacer una gradual mejora del déficit», afirmó, diciendo que era una cifra coherente con la meta del balance estructural.
Dijo que si el gasto hubiera crecido 4,5% ley con ley, como algunos esperaban, ello hubiera implicado reducir en el déficit estructural en tres cuartos de punto porcentual de una vez, lo que Chile no puede hacer. Agregó que esto significa un ajuste estructural monumental que pondría en duda la recuperación que se está buscando para la economía. «Tenemos que compatibilizar, avanzar hacia el equilibrio, con la realidad de que tenemos una economía a la cual no le podemos dar un impulso negativo demasiado grande», precisó.
Mayores recursos
Por otra parte, la autoridad confirmó ayer que el Presupuesto de 2015 tendrá una sobreejecución, dado los compromisos adicionales. «Se hizo un presupuesto el año pasado con ciertos números, pero se hizo un montón de leyes entremedio, tuvimos un reajuste del sector público que fue mayor de lo que se esperaba cuando se hizo el proyecto de ley, que significó más gasto. Hubo leyes financiadas con saldos de caja, tuvimos las calamidades, y esto significa que el gasto de este año es mayor», explicó.