La propuesta en elaboración por parte del Ministerio de Salud contempla además que los actuales excedentes de los afiliados a las instituciones privadas pasarán a formar parte de algún mecanismo de mancomunación de fondos.
Por Nicolás Vivanco.
Se definió como una de las iniciativas emblema del proyecto de ley que pretende reformar a las isapres y por momentos tuvo en jaque a las aseguradoras de salud, las que manifestaron que su aplicación produciría el fin del sistema privado. La eliminación de la declaración de salud, principal escollo del Ejecutivo con las isapres, fue incluso uno de los elementos que enfrió las conversaciones en la mesa de trabajo del Ministerio de Salud, a cargo de Andras Uthoff, y las aseguradoras. Fue el mismo economista quien señaló en su momento que la eliminación de las preexistencias sería un elemento donde no se cedería en el proyecto.
Frente a las críticas de la Comisión de Salud del Senado producto de la falta de claridad del proyecto y la ausencia de definiciones, el martes 13 de octubre la ministra de Salud, Carmen Castillo, expuso a los parlamentarios los pilares de la iniciativa con el fin de que desistieran de su idea de tramitar el proyecto de la administración Piñera. Es así, que la falta de cifras y respuestas de diseño para rebatir la importante migración hacia el sistema privado que podría generar el fin de las preexistencias, propició que el Ejecutivo terminara cediendo en uno de sus planes más ambiciosos: la eliminación de la declaración de salud se aplicará sólo para el sistema inter isapres, postergando la aplicación para Fonasa. De esta forma los afiliados podrán migrar dentro del sistema privado sin que se consideren sus preexistencias.
En ese sentido, se plantea la creación de un fondo de compensación de riesgos para las isapres de manera que al ingresar afiliados de mayor costo, puedan obtener un subsidio por el riesgo asumido. Una vez que la ley entre en régimen, los antiguos afiliados podrán mantener las condiciones pactadas de antemano, pero si optan por cambiarse de isapre para beneficiarse de la eliminación de las preexistencias deberán acogerse a uno de los tres planes que podrán ofrecer las aseguradoras de salud en el nuevo esquema.
En materia de prestadores, habrán redes que se extenderán bajo el pago de primas comunitarias. Se mantiene la libre elección, lo que era una de las preocupaciones de los privados.
Por otro lado, el financiamiento pasará por el 7% de la cotización legal más una prima comunitaria, aún sin definición, cuyo ajuste estaría bajo un panel de expertos y la consideración de aplicar un tope de rentabilidad para la industria. De esta forma, la cobertura deberá alcanzar el 80% hospitalario y 60% ambulatorio, considerando un tope máximo anual de copago que en primera instancia llegaría al 30%.
De la cotización del 7%, el Estado recibirá el 0,4% para la creación de un fondo mancomunado, cuyo propósito será el de financiar la red nacional de transplantes, medicamentos de alto costo (complementario GES) y atención pre-hospitalaria (SAMU).
En tanto, que los excedentes que se pudiesen generar -cifra que alcanzó los $30 mil millones entre abril de 2014 y 2015- dejarán de ser percibidos por los afiliados y la devolución de estos montos pasarán a ser parte de algún mecanismo de mancomunación de fondos.
Análisis de la industria
Uno de los elementos que ha generado alarma en el mundo privado es el alcance que podría registrar el fondo mancomunado, dado que podría ser un primer paso para avanzar hacia un único sistema de seguridad social. En ese sentido, la directora de Altura Management, Victoria Beaumont, explicó que la propuesta del Gobierno, respecto a universalidad del sistema de salud indica que se aspira a tener un solo sistema tarde o temprano. “El fondo mancomunado va a ir creciendo con el tiempo. Como va a estar amarrado con ciertas prestaciones y coberturas, siempre faltarán ingresos y con ello se puede justificar”, explicó Beaumont. Enfatizó la necesidad de que las prestaciones del fondo mancomunado no estén ya cubiertas por los planes complementarios. “Si nos van a sacar el 0,4% de la cotización, que sea beneficioso también para los afiliados isapre”, agregó.
En tanto que para el presidente de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, el proyecto no se hace cargo de efectos en el financiamiento de la iniciativa. “Se da a entender que el plan básico se financiará sólo con el 7% y eso es absolutamente imposible. Así quedó establecido desde la época de la Comisión Asesora Presidencial”, explicó.
“No es posible para el sistema isapre, que financia con un 33% de cotizaciones voluntarias los planes, financiar coberturas de salud sólo con el 7%. Las isapres, al contrario de Fonasa no reciben aportes fiscales” agregó Caviedes. Para el líder gremial, el plan básico debe contar con una prima comunitaria, de lo contrario “no es viable el financiamiento”.