Existe consenso que el PIB de este año estará entre 2% y 2,2%, pero para 2016 el panorama todavía está abierto. Si bien puede ser una cifra similar, la inestabilidad china y su impacto en el cobre, el efecto de las reformas en la inversión y que las expectativas locales se mantengan en terreno pesimista hacen pensar en un escenario alternativo, bajo 2%, que cada vez cobra más fuerza.

Por Carlos Alonso.

Las proyecciones de crecimiento para 2016 completaron su sexta revisión a la baja en noviembre. De acuerdo a la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central (BC) la mediana del mercado prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) se ubicaría en 2,3%, sin embargo, para los economistas existe un riesgo no menor de que la desaceleración se acentúe el próximo año, llevando a la expansión de la actividad a ubicarse por debajo del resultado esperado para 2015 que ronda el 2%.

Quien lo advirtió fuerte y claro fue el economista jefe de Bci Estudios, Sergio Lehmann quien en entrevista con PULSO dijo que si bien su escenario base contempla un PIB que crece 2% en 2016, el alternativo apunta a una expansión de apenas entre 1% y 1,5%. A dicha proyección le asigna un 35% de probabilidad al día de hoy.

Al respecto, de acuerdo a ocho economistas consultados, siete de ellos tienen incorporado un escenario con un crecimiento bajo 2% para el próximo año. Dicha perspectiva tiene una posibilidad de concretarse que va entre 20% y 40%.

Las razones para este sombrío diagnóstico son tanto externas como internas. En lo externo destaca una desaceleración mayor de China, lo que tiene impacto sobre el precio del cobre, mientras que en lo interno sobresale el impacto de las reformas del Gobierno en la inversión, que las expectativas tanto de consumidores como empresariales no repunten y se mantengan en terreno pesimista, y que un mayor desempleo lleve a que el consumo se recienta y crezca bajo 2% el próximo año.

Todo este escenario de menores perspectivas debería quedar refrendado en el Informe de Política Monetaria (IPoM) que el próximo 21 de diciembre el Banco Central entregará ante el Senado. Ahí se espera que el ente rector reduzca su rango de PIB 2016 desde 2,5%-3,5% a 2%-3%, pero con un sesgo a la baja, reconociendo que las expectativas tanto empresariales como de consumidores no han progresado como se prevía.

Expertos

Felipe Alarcón, economista de Euroamerica, afirma que su escenario base contempla un crecimiento entre 1,75% y 2,25%, centrado en 2%. “El riesgo local es que la inversión se siga contrayendo y que el consumo se contagie de las malas expectativas. El factor externo se relaciona con una desaceleración más profunda en China que afecte el precio del cobre. La sumatoria de ambas cosas implicaría un crecimiento bajo 2%. Este escenario tiene hoy una probabilidad de 20%”, precisa el experto.

César Guzmán, economista de Security, prevé un PIB para 2016 de 2%, con una probabilidad “no mayor a 25% de que se materialice el escenario de riesgo”. Para el experto, el mayor impulso negativo se relaciona al factor externo. “Una desaceleración más brusca de la economía china que provoque un deterioro adicional para el resto de las economías emergentes a través de caídas adicionales en los precios de las materias primas, más allá de lo esperado, y por ende, un retroceso en los términos de intercambio”.

Alejandro Fernández, gerente de Estudios de Gemines, indica que su proyección para el próximo año está centrado en 2,3%, pero le asigna un 30% a la posibilidad de que la actividad crezca menos de 2%. Mientras que Nathan Pincheira, economista de Banchile, acota que su proyección base para 2016 tiene un PIB de 2,2%, pero no descarta que esté bajo 2%. “En términos generales, la probabilidad que se dé un escenario débil de crecimiento estaría en torno a 30% y 40%”, afirma Pincheira. Esto tanto por factores internos, como las expectativas, como externos que se vinculan a un comercio exterior más deteriorado.

Alejandro Alarcón, economista de la Universidad de Chile, y Cristóbal Gamboni, de BBVA, si bien no tienen un porcentaje de probabilidad de que la economía crezca menos de 2%, sí lo consideran un escenario alternativo. “La probabilidad de que el crecimiento este entre 1,5% y 2% no es bajo, y esto responde principalmente a una menor producción de la minería”, explica Gamboni. A su vez, Alejandro Alarcón, precisa que “el escenario de riesgo tiene que ver con un aumento de desempleo sobre 7% y que por ese factor se vea afectado el consumo. Eso, sumado a la debilidad de la inversión, llevaría a que la economía crezca más cerca de 1,5% en 2016”.

Una opinión distinta entrega el académico de la Universidad Gabriela Mistral, Erik Haindl, quien tiene en su escenario base un PIB de 1% para el próximo año. “El menor precio del cobre sumado al shock a la inversión que provocará la Reforma Laboral nos hace proyectar un crecimiento menor al que prevé la mayoría del mercado”, dice. Ahora, en la vereda opuesta se ubica el economista de CorpResearch, Mauricio Carrasco, quien no ve un riesgo que la actividad de expanda bajo 2% el próximo año. “Nuestra proyección es de 2,4%, y no tenemos todavía un escenario de riesgo que nos lleve a pensar que la economía pueda crecer bajo 2% en 2016”.

Para los consultados uno de los principales factores detrás de esta magra visión de la actividad son las expectativas, ya que no ven señales a nivel político ni empresarial que permita adelantar algún repunte sólido en este indicador. “Considerando el estado actual y las últimas señales en materia de reformas, clima político y casos de colusión, no se ve recuperación de las expectativas en el corto plazo”, precisa Felipe Alarcón. Mientras que para Pincheira “lo más importante que se debe monitorear es el factor local ligado a las expectativas , ya que si no se recuperan podrían debilitar al consumo”.