Pioneros al implementar un mecanismo para detectar la hepatitis oculta, nos convierte en el primer centro asistencial con esta tecnología en el país.
En el mundo hay dos mil millones de personas infectadas o que tuvieron serología positiva a la hepatitis B, enfermedad altamente infecciosa del hígado causada por un virus que puede provocar cirrosis, cáncer, insuficiencia hepática e incluso la muerte, falleciendo al año entre 600 y 780 mil personas debido a este virus.
Una de las tareas primordiales de los bancos de sangre es realizar detección de hepatitis -entre otras enfermedades- a los donantes, para cerciorarse que la sangre que luego será transfundida a un paciente no contenga este virus. Sin embargo, entre un 12 y un 15% de todas las hepatitis son producidas por una forma especial, denominada hepatitis oculta (OBI), y ésta es indetectable por los métodos tradicionales.
La hepatitis oculta son aquellas que no presentan el antígeno de superficie, que es lo que detectan todos los bancos de sangre, y presentan el ADN en suero o en tejido, pero es el mismo virus, con sus mismas consecuencias. En Chile existe aproximadamente un 5% de estos casos, pero podría estar creciendo debido a la falta de información actualizada al respecto.
Frente a este contexto, es el Banco de Sangre del Hospital del Trabajador ACHS se ha preparado y analizado diversos estudios, llegando a la conclusión que en Chile estábamos frente a una falencia en esta materia. Por ello, se incluyó una innovadora técnica que permite detectar dicha hepatitis a través de la utilización del antígeno de superficie y los anticuerpos totales contra el Core viral.
El tecnólogo médico Eugenio Reyes, coordinador del Banco de Sangre, asegura que “la hepatitis es un problema real y prioritario para la sociedad. Comenzamos con este procedimiento en septiembre, y somos el único Banco de Sangre que detecta en forma preventiva, en todos sus donantes, la hepatitis B. Estamos a la vanguardia en la detección de hepatitis en Chile en esta población”.
Los profesionales de nuestro servicio siempre estamos estudiando y actualizándonos en esta área -sostiene Reyes- para prevenir brechas en el diagnóstico de patógenos mediante la implementación de innovaciones que en definitiva significan mejoras en seguridad y atención para los pacientes.
El Dr. Manuel Hojas, jefe del Banco de Sangre del Hospital del Trabajador ACHS, plantea que las consecuencias de no detectar la hepatitis oculta en un donante son sumamente graves para los pacientes transfundidos, ya que el contagio puede producir hepatitis vírica activa o persistente, cirrosis o cáncer.
“El hospital apunta a tener sangre segura, a una transfusión segura, que evite cualquier complicación en nuestros pacientes. La hepatitis B no tiene tratamiento. Además, es tremendamente contagiosa, basta con microgotas para contagiarse, incluso más que el VIH. Si transfundimos a un paciente con sangre que tenga hepatitis B ocurre lo mismo que con una infección, pero mucho más rápido”, indica el Dr. Hojas.
Y agrega: “con las buenas herramientas que tenemos, más la empatía que se logra al entrevistar a los donantes, reducimos en gran medida el riesgo de recibir sangre y desarrollar una potencial infección. Nuestro concepto es adelantarnos a los problemas. Vamos a publicar estudios para generar conciencia para que esto se aplique a lo largo del país”, concluye el especialista del HT.
Los países que actualmente realizan test de antígeno y anticuerpo contra el Core son los más desarrollados y líderes en prevención de enfermedades transmitidas en los donantes, como Alemania, España, Grecia, Francia, Estados Unidos, Australia y Corea del Sur.