Diversas medidas se encuentran implementando las empresas de berries de la provincia para captar el interés de las personas de trabajar en sus huertos en las faenas de cosecha.

Una de ellas es la firma Framberry, que produce frambuesas y arándanos y ofrece trabajo tanto en la cosecha como en su planta procesadora (ubicada en el sector de Junquillar km 20 de la Ruta 215) durante los meses de temporada de recolección.

La empresa desde hace 8 años trabaja con las escuelas de verano en los sectores de Francke y Rahue Bajo y al mismo tiempo coordina con el municipio la generación de 80 cupos en los jardines de estos sectores para recibir a los hijos de quienes trabajan en la cosecha, de entre 5 y 10 años de edad, mientras ellos se desempeñan en los huertos.

«A ello se suma que para asegurar la contratación y eficiencia de los trabajadores, llamamos a los 100 mejores promedios de cosecha del año anterior para que vuelvan a trabajar en el campo», señaló el jefe agrícola de Framberry, Juan Pablo Valderrama.

Para este año, al igual que el anterior, Framberry estima contratar a unas 2 mil personas, de los cuales 800 puestos de trabajo serán por un periodo de 6 meses. Esto último es una oferta muy atractiva para aquellas personas que buscan una mayor estabilidad laboral, afirma Valderrama.

En tanto, en la firma Austral Berries, ubicada en la comuna de San Pablo, estiman que para esta temporada necesitarán al menos 200 personas más que el año pasado, periodo donde contrataron a mil operarios, aunque el foco está en las personas adultas.

«Muchos huertos no contrataron a menores de edad el año pasado y por eso a nosotros nos llegaron vatios de ellos quienes en general no tienen buenos rendimientos en los campos, ya sea por desorden, inexperiencia o inestabilidad laboral», indicó la encargada de recursos humanos de Austral Benies, Gloria Dumenes.

Austral Berries trabaja con un sistema especial llamado de capturadores, donde 50 personas distribuidas en grupos de a cinco en los huertos cumplen la función de capturar la fruta, para lo cual recorren las hileras con un sistema tecnológico que capta la cantidad de berries cosechado en el mismo lugar de trabajo y emite un ticket con el detalle de la producción.

«Este sistema del capturador ayuda especialmente a que las personas de la tercera edad no tengan inconvenientes para desplazarse al punto de acopio para entregar la fruta», explicó Dumenes.

Pablo Labbé, administrador de Berries Osorno, indicó que para este año estiman contratar 200 personas en total, la misma cantidad que el año pasado, aún cuando su producción aumentará en 3 hectáreas más este año, pasando de 17 a 20 la superficie del huerto.

«Lo que estamos haciendo es que en vez de contratar mucha gente, buscamos estrategias para elevar la productividad del huerto. Este año estamos seleccionando mejor al personal, porque preferimos gente que produzca con mayor eficiencia y por lo tanto mejor pagada», afirmó Pablo Labbé.

Mauricio Momberg, productor de arándanos y ex presidente de la Comisión de Frutales Menores de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago) indicó que el año pasado hubo una superficie de producción 1.100 hectáreas en la provincia, donde trabajaron cosechando 11 mil personas en la temporada 2014-2015, cifra que se estima sea similar para este año, sin embargo, con alguna disminución en la empleabilidad de adolescentes.

Según Momberg, dentro de las modificaciones que están realizando las empresas en su producción hay algunos cambios varietales, esto significa que se están eliminando las variedades más tardías, es decir aquellas que duran su proceso de recolección hasta marzo.

«Las mamás con sus niños se deben retirar del trabajo porque los menores entran a clases en marzo, esto provoca que el personal para la cosecha disminuya, por lo que nos quedamos con mucha fruta para marzo, pero con poca gente. Ese es el problema que nos toca vivir acá, muy diferente a lo que ocurre en la zona de Parral, en la Región del Maule, por ejemplo», explicó.

Además, Momberg agrega que cada vez hay más máquinas en las faena de cosecha debido precisamente a la falta mano de obra para realizar todos los trabajos que requiere un huerto.

«Lo que sucede es que la buena calidad de la fruta solamente te lo da una parte de una variedad. Por tanto, uno limpia el huerto sacando la fruta de mejor calidad con la gente y lo restante que es el producto congelado para la industría, que normalmente puede ser retirado con máquinas. Aunque se deben considerar los inconvenientes que tiene la máquina, que maltrata y desperdicia fruta», dijo.

El presidente de la Comisión de Frutales Menores de la Sago,Cristian Parra, manifestó que la producción chilena se está inclinando hacia el mercado fresco e ingresando con mayor auge la comercialización de la pulpa, debido al uso creciente de las máquinas.

En relación a otras medidas que están tomando los productores, Parra indica se mejoran cada vez más las condiciones laborales para hacer que un determinado huerto sea más atractivo que otro para ir a cosecharlo.

«Las empresas se están preocupando, por ejemplo, más de la movilización, alimentación, elemento de protección personal y de entregar un pago oportuno. El trabajador ya tiene sus huertos prácticamente preseleccionados y se queda con el productor que le ofrece mejores condiciones laborales. Por lo general lo que prima es el precio pagado por el kilo de frutas», detalló Parra.

MENORES DE EDAD

El gerente técnico de la Sago, Antonio Alcázar, señaló que cada vez es más difícil trabajar con menores de edad, porque existe una burocracia asociada a su contratación. En todo caso, destacó que el año pasado los huertos de la provincia tuvieron 100% de cumplimiento con la inspección del Trabajo en cuanto a la normativa.

El gerente del huerto de Apicoop de Paillaco y especialista de la empresa asesora Global Berry, el osornino Claudio Arriagada, conoce bien la situación actual de la producción de berries en Los Ríos y Los Lagos, ya que en esta última ha asesorado a empresas, por ello recalca que lo que ha generado mayores complicaciones para la contratación de personal son las exigencias de las leyes laborales, especialmente para emplear a menores de edad.

«Contratara un menor de edad entre 15 y 18 años significa un problema muy grande desde el punto de vista legal. Porque si un menor de edad se accidenta, la Mutual de Seguridad lo considera una falta grave y te suspende la faena. Por ello muchos contratan a adultos o dueñas de casa, quienes en general son más eficientes para la cosecha», indicó.

Y añadió que «al final se prefiere trabajar con menos gente y optimizar la mano de obra, porque no se corren riesgo y ya se sabe cuánto voy aganar».

Paralelo a ello, Claudio Arriagada afirma que están ingresando nuevos países al negocio de la producción, lo que ha provocado que exista mayor competencia en los mercados y por ende también aumentan los costos de producción, hecho que complica la rentabilidad del negocio.

«Frente a este escenario no estamos aumentado la cantidad de plantaciones, sino que como desafío los agricultores deben producir más kilos por hectáreas y utilizar toda la tecnología para así bajar los costos; también hay que aprovechar las buenas variedades que están saliendo en el mercado».

 

Fuente: El Diario Austral, de Osorno