La necesidad de resolver las listas de espera, especialmente de cirugías, y la obligación de cumplir con plazos legales para atender las operaciones incluidas en el plan AUGE son las principales razones que tienen los hospitales para comprar servicios al sector privado.
Y en ese «sector privado» no solo están consideradas las derivaciones a clínicas, sino también el pago a médicos para que en las mismas instalaciones de los hospitales puedan intervenir a sus pacientes, fuera del horario institucional, generalmente en las tardes.
Por eso, el Ministerio de Salud está actualmente haciendo un catastro para saber cuántas sociedades médicas distintas están contratadas por el sector público. Así lo expresó la ministra de Salud, Carmen Castillo, quien detalló que «queremos tener más control, y (para eso) estamos centralizando la información respecto de cuáles son las sociedades que están postulando y hacer un concurso».
Castillo argumenta que se pretenden abrir las licitaciones de los recintos, para que exista competencia. «Es que es una necesidad en este momento. Entonces, mientras no tengamos la cantidad de especialistas que queremos, tenemos que suplirlo con estas fórmulas».
En efecto, una de las grandes críticas que hay sobre este sistema es el «incentivo perverso» de que a un médico su hospital le pague más dinero si atiende a un paciente fuera del horario institucional que si lo hace dentro de su horario contratado en el sector público.
Eso lo reconoce el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, quien explica que muchos profesionales han formado sociedades para vender sus servicios a los hospitales, a veces, a los mismos que los tienen contratados por algunas horas.
Para los médicos es la fórmula con la que «completan» sus sueldos, pues a través de una sociedad pueden recibir hasta tres veces más dinero por hora que contratado en un hospital.
Por eso, Paris planteó ante la comisión de Salud de la Cámara de Diputados que la compra de servicios debiera ser para médicos contratados en el sistema público por más de media jornada (es decir, con contratos por 33 y 44 horas), y que «si no tienen horas contratadas en el servicio público, no deberían participar en ese tipo de ganancias».
La subsecretaria de Redes Asistenciales (s), Gisela Alarcón, cuenta que «siempre el lineamiento ha sido que si se opta por estas compras, sean bien establecidas y fundamentadas, y no que los médicos estén cambiando pacientes desde la mañana a la tarde».
Fuente: El Mercurio