Desde que abrió la farmacia popular de Recoleta, a mediados de octubre, surgieron dudas acerca del funcionamiento de este tipo de recintos.

Con el tiempo la incertidumbre ha permanecido, pese a que cada vez son más los municipios interesados en tener sus farmacias y ya son tres las que están funcionando: Recoleta, San Ramón y Viña del Mar.

Por eso, ayer, parte importante de la discusión en la primera sesión de la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que tiene por objetivo indagar sobre el rol de organismos públicos en la adquisición de medicamentos y acceso a ellos, se centró en el funcionamiento de las farmacias populares.

Y en esa instancia las autoridades de Salud aclararon algunos puntos. Por ejemplo, el director de la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), Pablo Venegas, explicó que entre los requisitos que se les están pidiendo a las municipalidades para que instalen farmacias está que no tengan deuda con esa institución o se comprometan a saldarla en el corto plazo.

«Muchos municipios que gestionan atención primaria de salud compran sus medicamentos a través de Cenabast y han ido generando deudas, a veces importantes. Lo que nosotros les decimos es que no podemos dejar que mantengan esa deuda y que abran farmacias comunales, porque no corresponde», aseguró Venegas.

Entendiendo que algunos municipios mantienen compromisos pendientes muchas veces por varios millones de pesos y que no podrían pagarlos de una sola vez, el director de Cenabast explicó que a quienes están pidiendo permiso para abrir sus farmacias al menos se les está pidiendo un avance importante y entregar un plan de pago. «Y si dejan de pagar, entonces nosotros no les vendemos medicamentos para sus farmacias populares», advirtió.

La ministra de Salud, Carmen Castillo, explicó que de otra forma «sería muy difícil competir en pagar una deuda y además allegar fondos para la compra de medicamentos adicionales, por eso Cenabast está dando todas las facilidades para que se paguen las deudas antes de iniciar el proceso de contar con una farmacia».

Miguel Ángel Aguilera, alcalde de San Ramón, contó que cuando tramitó el permiso se le expuso este punto y «se nos dijo que si nos endeudamos, entonces no nos van a vender medicamentos para la farmacia popular a través de Cenabast».

Eso perjudicaría los proyectos municipales, pues una de las principales razones por las cuales los municipios podrían tener medicamentos a precio costo en sus farmacias populares es que al comprarlos a través de Cenabast obtiene precios mucho más baratos que en el mercado.

De hecho, según cifras presentadas ayer por el Ministerio de Salud, una canasta de 47 productos de alta demanda es, en promedio, 7,3 veces más cara comprándola a farmacias de cadena que a Cenabast.

 

Fuente: El Mercurio