El jueves, cuando la ministra de Salud, Carmen Castillo, anunció que la repartición que dirige había conseguido ejecutar el 91% del presupuesto total destinado a inversiones, la cifra provocó cierto escepticismo.

Más aún si se considera que específicamente en la construcción de hospitales, Castillo informó que se ejecutó un 90%, cuando a noviembre se había ejecutado solo el 32% de los dineros.

Ante ello, el centro de estudios Libertad y Desarrollo (LyD) analizó las cifras y entregó su análisis sobre cómo Salud llegó ese nivel de ejecución, con los datos proporcionados por la propia secretaría de Estado.

Y en ese análisis, elaborado por la directora del programa social de LyD, Alejandra Candia, muestra que se gastó solo el 63% de los dineros originalmente asignados para la construcción de recintos.

La diferencia ocurre porque el ítem de inversiones se divide en dos: el «subtítulo 29», que corresponde a la compra de equipamiento y otros bienes fijos, y el «subtítulo 31», que es el que vinculado a la construcción de infraestructura.

A este último se le asignó, por la Ley de Presupuestos 2015, un monto de $529.019 millones. Sin embargo, luego de distintas reasignaciones, a diciembre ese monto había bajado a $372.302. Y sobre ese monto, el Ministerio de Salud gastó un total de $333.575 millones.

Candia advierte, además, que «en octubre pasado, el presupuesto vigente en este ítem era de $474.421 millones, lo cual implica que en solo dos meses se reasignaron más de $100 mil millones desde inversión a otros fines que desconocemos».

Con el «subtítulo 29», destinado a equipamiento, ocurrió lo contrario: comenzó el año 2015 con un monto asignado de $18.808 millones, y a diciembre esa cifra se había más que quintuplicado, llegando a $102.477 millones. Eso explica que la ejecución con respecto al presupuesto inicial sea de 520%. Sin embargo, con respecto al presupuesto vigente, la ejecución fue de 95%, afirma LyD.

Añade que solo durante el último mes se ejecutaron $70.015 millones, 2,5 veces el gasto que se había realizado desde enero a noviembre por ese concepto.

«Construir hospitales requiere de una gestión más compleja que la necesaria para comprar equipamiento de establecimientos u otros activos no financieros», plantea Alejandra Candia.

Entonces, ponderando la caída del dinero para hospitales y el aumento del destinado a equipamiento, Salud llegó a concluir que había ejecutado el 91% del presupuesto para inversiones.

La subsecretaria (s) de Redes Asistenciales, Gisela Alarcón, admite que dentro de la gestión del ministerio hubo reasignaciones de recursos, pero aseguró que «siempre ocurren modificaciones presupuestarias y se hicieron modificaciones presupuestarias que tuvieron que ver con prioridades ministeriales, pero esa plata quedó dentro de Salud, por ejemplo, para mayor compra de equipamiento».

Y esta decisión la defiende, argumentando que «en algunos casos en que la compra más necesaria era para implementar pabellones, pabellones que no los teníamos con todo el equipamiento necesario y se invirtió allí, por ejemplo».

 

Fuente: El Mercurio